María Elena Ruiz Cruz
México no tendrá ninguna vacuna durante varios días. No habrá vacunas de Pfizer-BioNTech por dos o tres semanas porque nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, según él, decidió compartirlas con países más pobres, según dijo en la conferencia matutina del lunes 18 de enero 2021. Tampoco sabemos con certeza cuándo se tendrán las otras vacunas. En el primer caso, lo cierto es porque Pfizer-BioNTech va ampliar la planta productiva y así la producción —y otra razón de la que hablaré más adelante—, y en el segundo, las razones no quedan claras: nos dicen que las vacunas se están produciendo; esto nos hace pensar que los “acuerdos de precompra” se hicieron con retraso, pues hay países que ya las tienen.
Recordemos el intento del laboratorio mexicano Landsteiner Scientific por comprar, desde hace meses, la vacuna rusa Sputnik-V; incluso en septiembre 2020, el Fondo Ruso de Inversiones Directas anunció que México recibiría 32 millones de dosis (suficientes para vacunar al 25% de la población) vía esta compra privada, para ser aplicadas desde noviembre, “en caso de resultar exitosos los estudios fase III previamente autorizados y se otorgue el registro correspondiente por las autoridades sanitarias mexicanas” (https://www.landsteiner.com/comunicado-corporativo/), compra privada que el gobierno detuvo porque sólo Rusia la había aprobado al mes de agosto, cuando sus ensayos estaban aún en Fase 2; y aunque la Fase 3 comenzó en Rusia en septiembre (mes en que el gobierno ruso invitó al mexicano para participar en la Fase 3 (https://www.gob.mx/sre/articulos/federacion-de-rusia-formaliza-invitacion-a-mexico-para-formar-parte-de-la-fase-iii-de-la-vacuna-sputnik-v-251668?idiom=es), fue hasta diciembre que México aceptó participar en dicha Fase 3. Y sólo hasta que Hugo López Gatell fue a Argentina (enero 2021), cuando México por fin decidió comprar la Sputnik-V, en una cantidad menor a la prevista por Lansteiner: el gobierno “piensa” adquirir la vacuna rusa para 12 millones de personas (24 millones de dosis) (https://www.gob.mx/salud/prensa/010-mexico-podria-adquirir-hasta-24-millones-de-dosis-de-vacuna-rusa-sputnik-v-contra-covid-19?tab=), y aunque a la fecha Cofepris no ha autorizado su uso de emergencia, el secretario de Hacienda declaró (a Ciro Gómez Leyva, 18 enero 2020) que México comprará 12 millones de vacunas Sputnik-V que corresponderían a 6 millones de personas. En fin…
Cuando Pfizer-BioNTech anunció la semana pasada que retrasaría la entrega de vacunas a la Unión Europea (por “modificaciones en la fábrica de Puurs”, Anvers, Bélgica), la UE protestó: reclamaron a Pfizer-BioNTech, a lo que los laboratorios respondieron garantizando la entrega de las dosis comprometidas para el primer cuatrimestre. (https://www.france24.com/en/europe/20210115-covid-19-pfizer-temporarily-reduces-vaccine-deliveries-to-europe).
El lunes 18 enero, el presidente de México reconfirmó que la próxima entrega (martes 19 enero) de Pfizer-BioNTech a nuestro país será de la mitad, y que durante dos o tres semanas no habrá entregas de esta vacuna, pero que luego nos las repondrán; que su gobierno aceptó el retraso en aras de que haya vacunas para los países pobres.
¿Por qué no reclamó nuestro gobierno? Porque los países que sí protestaron invirtieron en la investigación de vacunas, luego compraron y hoy continúan comprando hasta más dosis de las que necesitan. Apostaron a ganar o perder el dinero invertido en la investigación, dependiendo de si las vacunas funcionaran o no. Y ganaron. Las vacunas funcionan.
Así, la Unión Europea tuvo el derecho para exigir el cumplimiento de la entrega de vacunas, de aquellas cubiertas con el dinero invertido, lo que garantiza la vacunación de casi 450 millones de habitantes en 27 países. El 9 de septiembre 2020, Pfizer y BioNTech se comprometieron a entregar a la UE 300 millones de dosis de la vacuna antes del final del 2020, así como 100 millones de dosis para el resto del mundo antes de que terminara el 2020 y 1,300 millones de dosis en 2021: https://press.pfizer.be/pfizer-et-biontech-vont-potentiellement-fournir-a-lue-200-millions-de-doses-de-leur-candidat-vaccin-a-arnm-contre-le-sars-cov-2), entre otras vacunas de otros laboratorios que la UE adquirió. Además, comprará más vacunas, para este año tener al menos 600 millones de dosis de Pfizer-BioNTeh, según Reuters (8 enero 2021): “La Comisión Europea anunció el viernes haber concluido un nuevo contrato con Pfizer y BioNTech para la entrega de 300 millones de dosis suplementarias de su vacuna contra el Covid-19, reservándose así cerca de la mitad de la producción de Pfizer prevista para el 2021” (https://www.reuters.com/article/sante-coronavirus-ue-vaccin-idFRKBN29D148). Así se comprende por qué Pfizer y BioNTech tienen que ampliar su planta y su producción: de no hacerlo, no podrían cumplir con las vacunas adquiridas por la Unión Europea y con las comprometidas en compras cerradas; con ello, se dejan para después las precompras hechas por otros países y se retienen las entregas pactadas para cumplir con sus inversionistas.
Mientras países europeos invirtieron en la investigación y fabricación de vacunas, México suscribió contratos preliminares de precompra hasta el 13 de octubre 2020 (https://presidente.gob.mx/presidente-firma-acuerdo-con-farmaceuticas-para-anticipar-compra-de-vacunas-contra-covid-19/) y no fue hasta el 2 de diciembre que cerró la compra con Pfizer para adquirir 34.4 millones de dosis, para 17.2 millones de personas (https://www.gob.mx/salud/prensa/233-firma-secretario-de-salud-convenio-con-pfizer-para-fabricacion-y-suministro-de-vacuna-covid-19?idiom=es). Por lo tanto, podría pensarse que la explicación que dio el presidente de México es “demagógica”: no se retrasa la entrega de vacunas a México para que se distribuyan en países pobres, sino porque Pfizer-BioNTech tiene que cumplir, repito, con los compromisos con sus inversionistas.
Por lo pronto, hay una restricción: como las vacunas anti-Covid-19 fueron autorizadas para uso de emergencia (https://www.fda.gov/vaccines-blood-biologics/vaccines/explicacion-de-la-autorizacion-de-uso-de-emergencia-para-las-vacunas), esto significa que aún no han sido aprobadas para su comercialización. Entonces, nuestro presidente está burlándose de la iniciativa privada cuando afirma que no ha prohibido que ésta compre la vacuna en el extranjero y que, si quiere, puede hacerlo. ¿Cómo lo va a hacer si aún la vacuna no tiene autorización sanitaria internacional para que pueda ser comercializada? De hecho, Pfizer respondió a la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias de México que podrían charlar sobre posibles compras en junio o julio (Efe y https://www.elsoldemexico.com.mx/finanzas/ip-de-mexico-conversa-con-pfizer-para-comprar-vacunas-contra-covid-19-6186475.html). En cuanto a la vacuna rusa que Landsteiner sí hubiera podido adquirir, se basaba en acuerdo que firmó con Rusia era para la exportación de su vacuna, la que pudo haberse recibido en noviembre si la Cofepris la hubiera aceptado (https://www.forbes.com.mx/noticias-la-vacuna-rusa-sputnik-v-contra-covid-19-se-entregara-a-mexico-en-noviembre/ vía https://www.landsteiner.com/la-vacuna-rusa-sputnik-v-contra-covid-19-llegara-a-mexico-a-traves-de-landsteiner-scientific/). Pero no hubo voluntad gubernamental. Si López Gatell “hubiera” ido a Argentina antes, la vacunación en México con Sputnik-V “hubiera” podido comenzar en noviembre. Vemos cómo el gobierno impidió a una empresa privada acelerar la vacunación.
Es importante que se prevea la compra comercial de vacunas, sin trabas para nadie, y sin que el gobierno imponga impuestos para su importación que, de hacerlo, demostraría que el derecho a la salud “para todos” está sesgado.
El gobierno de México, sin sentir culpas, y la iniciativa privada podrían comprar en los próximos meses vacunas también a Estados Unidos y Canadá. Cabe recordar lo que señala el T-MEC:
“Artículo 20.6: Entendimientos Relativos a Ciertas Medidas de Salud Pública
“Las Partes afirman su compromiso con la Declaración sobre los ADPIC y la Salud Pública. En particular, las Partes han alcanzado los siguientes entendimientos con relación a este Capítulo:
“(a) Las obligaciones de este Capítulo no impiden ni deberían impedir a una Parte adoptar medidas para proteger la salud pública. Por consiguiente, al tiempo que reiteran su compromiso con este Capítulo, las Partes afirman que este Capítulo puede y debería ser interpretado e implementado de manera que apoye el derecho de cada Parte de proteger la salud pública y, en particular, de promover el acceso a medicinas para todos. Cada Parte tiene el derecho de determinar lo que constituye una emergencia nacional u otras circunstancias de extrema urgencia, entendiéndose que las crisis de salud pública, incluyendo aquéllas relacionadas con el VIH/SIDA, tuberculosis, malaria y otras epidemias, pueden representar una emergencia nacional u otras circunstancias de extrema urgencia.” (http://dof.gob.mx/2020/SRE/T_MEC_290620.pdf)
AMLO dice que las vacunas son un derecho de todos. Vacunar a toda la población es obligación de todo Estado. El que la vacuna sea gratuita, se comprende. Pero el gobierno podría beneficiarse de fondos si la vacuna tuviera un costo de recuperación, costo que muchos estarían dispuestos a pagar. Pero nuestro presidente menosprecia a los que pudieran hacerlo. Le parece “corrupto” que quienes puedan pagar, “los ricos”, lo hagan. Y no es así. El derecho a la educación no implica que porque la educación pública es gratuita, no haya educación privada. El derecho a la salud no implica que porque hay un sistema de salud pública, no existan servicios privados. Etcétera.
El gobierno de México lamentablemente no tiene vacunas suficientes y menos para vender al sector privado, pero las tendrá. Y podría organizar un plan de vacunación en hospitales privados, plan en el que mucho se ganaría, sobre todo en cuanto a la velocidad de aplicación y recuperación de fondos para apoyar la salud pública y, por qué no, con un porcentaje para el hospital privado por el servicio prestado, que implica personal, instalaciones, refrigeradores, etcétera.
El gobierno presume que adquirió vacunas a tiempo. No comprendo dicha presunción: es cierto y falso que el gobierno adquirió la vacuna a tiempo. Cierto y medio falso, si se refiere a “comprar”, lo que se hizo a destiempo o está por hacerse (por pagarse), pues aún se está en “acuerdos de compra”, como con Rusia y China. Falso, porque países de la Unión Europea, como Alemania y Reino Unido, o como Estados Unidos y Canadá, no sólo decidieron “precomprar”, sino, sobre todo, decidieron adquirir vacunas vía la inversión en su investigación. En este sentido, es muy triste confirmar que México es un país no sólo pobre por la cantidad de personas en pobreza, sino pobre en acción y toma de decisiones: si lo más importante es la salud, entonces el dinero que está “rescatando” una refinería de petróleo puede destinarse a la investigación de vacunas (o al menos a energías limpias). El gobierno mexicano no invirtió y, por ello, no puede exigir a las empresas la entrega a tiempo de las vacunas y, sobre todo, tener más dosis. Pero no se hizo así: el gobierno no arriesgó, no apostó por las vacunas y esperó a que hubiera resultados positivos en la tercera fase de investigación. Pero… el gobierno sí arriesga el dinero de los mexicanos en una refinería petrolera, entre otros proyectos. Quizá por eso comenzará a vacunar a los adultos mayores de las zonas rurales: para que puedan “disfrutar” de un paseo en tren.
Además, México tendrá otras vacunas para el 20% de su población (“que, en un régimen de vacunación de dos dosis por paciente, representan 51,573,200 dosis”) vía Covax, plataforma que distribuirá vacunas no sólo a los países pobres sino también a “economías participantes”. Así, México, el 8 de octubre 2020, “a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, realizó una transferencia por $159,876,920 dólares a la Alianza GAVI y presentó los documentos de garantía de riesgo por $20,629,280 dólares, en cumplimiento de los compromisos adquiridos en el contrato de participación del mecanismo COVAX Facility” (https://www.gob.mx/sre/prensa/mexico-realizo-el-pago-del-anticipo-para-el-mecanismo-covax-facility). Pero hacen falta miles de millones de dólares para que Covax pueda comprar las vacunas suficientes para todo el mundo, en especial los grupos vulnerables de las “190 economías participantes” (para las que reservará 2 mil millones de dosis); de estas 190 economías participantes, “98 son economías de ingresos altos y 92 economías de ingresos bajos y medios, cuya participación en el Fondo probablemente se financiará mediante el mecanismo conocido como COVAX AMC de Gavi” (https://www.gavi.org/fr/actualites/media-room/covax-annonce-la-signature-de-nouveaux-accords-pour-acceder-des-candidats). A la fecha, las donaciones están destinadas a esas 92 economías de ingresos bajos y medios, en cuya lista del 15 de diciembre 2020 México no está (https://www.gavi.org/sites/default/files/covid/pr/COVAX_CA_COIP_List_COVAX_PR_15-12.pdf), 92 países pobres en los que se vacunará el 20% de la población (con al menos 1,300 millones de dosis) durante el 2021. Es urgente que el gobierno informe a los mexicanos qué vacunas tendremos vía Covax Facility y cuándo se tendrán, porque Covax afirma que “tiene como objetivo entregar dos mil millones de dosis de vacunas seguras y efectivas que hayan obtenido la aprobación regulatoria y/o la precalificación de la OMS para fines de 2021” (https://www.gavi.org/fr/actualites/media-room/covax-annonce-la-signature-de-nouveaux-accords-pour-acceder-des-candidats). Según el gobierno, tendremos vacunas de Covax en cuanto se autoricen, que dice será en febrero o marzo.
De Israel tenemos buenas noticias: Su Instituto de Investigación Biológica logró crear un tratamiento de anticuerpos contra el SARS-Cov2 (https://www.elfinanciero.com.mx/salud/israel-anuncia-haber-desarrollado-antidoto-eficaz-contra-el-covid-19). Además, para recibir sin interrupciones la vacuna y para acelerar su entrega, proporcionará a Pfizer información y datos estadísticos que permitirán “desarrollar estrategias para derrotar al coronavirus”. Israel es el país que más vacunas ha puesto, será el primero en haber vacunado a toda su población; y con los datos que proporcione a Pfizer, se podrá estudiar el comportamiento de la vacuna en un país entero. Y aunque el trato comercial con Pfizer lo cerró en noviembre, hasta que hubo resultados de Fase 3, para tener vacunas suficientes, Israel pagó 43% más que la UE y EUA: “Israel acordó pagar $56 por vacuna de Pfizer, $28 por cada una de las dos inyecciones requeridas, informó el Canal 13” (https://www.timesofisrael.com/israel-will-reportedly-pay-more-than-us-eu-for-pfizer-coronavirus-vaccine/). Por supuesto, Israel también ha comprado vacunas a otros dos laboratorios —a noviembre 2020, “Israel ya pagó un total de 405 millones de NIS (120 millones de dólares) a Moderna, que se encuentra en la fase 3 del desarrollo de la vacuna, y a Arcturus, que se encuentra en una etapa inicial de prueba, de los mil millones de NIS (295 millones de dólares) reservados para la compra de vacunas, según el diario Haaretz”—; además, tiene acuerdos con Rusia y un laboratorio italiano y trabaja su propia vacuna. Queda pendiente saber si vacunará a los palestinos bajo ocupación (Gaza y Cisjordania) (a los palestinos residentes en Jerusalén Oriental ocupada sí los está vacunando) (https://apnews.com/article/international-news-israel-coronavirus-vaccine-coronavirus-pandemic-benjamin-netanyahu-b30f9af2139e64794ce66c6c9b367b7b, https://news.un.org/en/story/2021/01/1082152).
Por su parte, la OMS pidió que los países más ricos y las farmacéuticas “dejen de hacer acuerdos bilaterales”. Queda claro que los gobiernos comprometidos realmente con la salud de sus habitantes no hacen mucho caso de los “consejos” de la OMS: ahora no es momento de política sino de inversión para salvar vidas, la de todos, sin distinciones, comenzando por la protección de la salud de los ciudadanos de cada país, responsabilidad de sus gobiernos. Para ser buen samaritano, se necesita poder serlo.
Entonces, la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de que todo el mundo, ricos y pobres, tengan vacunas, aunque es éticamente correcta, hacerla viable requiere más que una declaración. Se requiere dinero. Los mexicanos no nos conformamos con estar en Covax ni con “acuerdos de precompra” de vacunas que no sabemos con exactitud cuándo llegarán. Lo menos que puede hacer el gobierno es seguir el ejemplo de Israel, u obtener ganancias con la venta de vacunas para aquellos que las pueden pagar y con esas ganancias comprar, en acuerdos bilaterales como los que ha hecho, más vacunas para aquellos mexicanos que no las pueden pagar, y apoyar con recursos extras, dinero o vacunas, vía Covax, a los países más pobres. Si AMLO quiere vacunar a los pobres de otros países, que utilice el dinero de algunos de sus proyectos para ello, pero primero salvando a los mexicanos. Así es. Se comienza limpiando la casa.
Lo actuación del gobierno juega a que México es un país medio pobre y medio rico. Aunque algunas vacunas tienen autorización de uso de emergencia, parecería que el gobierno mexicano no ve la emergencia en la que estamos. Tarde entramos a Covax y tarde se realizaron acuerdos de precompra y nunca se invirtió.
Es triste sospechar que nuestro presidente tiene resentimientos: Cuando dice que la vacunación tiene que ser “pareja”, está mintiendo: está dejando para el final a los mayores de 60 años de las grandes ciudades, donde el contagio es mayor. Veremos, además, qué entiende por “pareja”.
Una pregunta final: Si es prioritario vacunar a las personas mayores, luego de haber vacunado al personal que atiende a pacientes enfermos de Covid-19, ¿por qué van a vacunar a los brigadistas que aplicarán las vacunas si no son adultos mayores ni están en la primera línea de atención de enfermos, pues las personas que serán vacunadas no están enfermas? Es urgente que antes de vacunar a los brigadistas, se vacune al personal de hospitales privados que atienden a enfermos de Covid-19, pues los brigadistas no están atendiendo a pacientes ya enfermos y, a la par, es urgente vacunar a los adultos mayores, comenzando con las mega ciudades, donde ya los hospitales están saturados. Si vacunan a los brigadistas, lo que AMLO ya autorizó, entonces sí es cierto que está haciendo proselitismo. Ojalá recapacite y respete el plan de vacunación para que pronto las personas mayores de 60 años estén vacunadas.
El asunto es triste: a la mitad de enero 2021 vemos que el gobierno no ha protestado ante Pfizer. Más triste todavía: las próximas semanas no habrá vacunas para los mexicanos.