En una declaración pública AMLO, después de “destapar” a sus “corcholatas”, solicitó no precipitarse y adelantar los tiempos para la candidatura de Morena a Veracruz. “A nosotros nos sobran… si quieren les prestamos alguno para la oposición”, se han ufanado, pero destapan y tapan a su antojo.
Será muchos, pero quizá pocos buenos. Él hecho real es que la Sra. Nahle logró convencer a los diputados locales morenistas para que modificaran la Constitución del Estado a fin de estar en condiciones de aspirar, legalmente, a la candidatura.
Se eliminó la condición de que para ocupar el cargo de gobernador se requería ser veracruzano por nacimiento. Rebelde entonces Nahle se atrevió a desafiar a AMLO apareciendo en los medios para decir que Dos Bocas va “muy pero muy bien”, asunto por demás incierto.
Los problemas laborales y de impacto de fenómenos naturales ha generado presupuestos excesivos en ese proyecto que daña y dejará muy herida a la economía nacional. La caballeara del presidente está desbocada y ya cada quien determina su ruta. En estos días la fractura en credibilidad del presidente y de Ebrard ha sido muy profunda por las absurdas disposiciones y cúmulo de mentiras sobre el grave conflicto en Perú.
Pero adicional el mal, pero muy mal, gobierno en Veracruz lo dibujan como una entidad insegura y que además de permitir la operación de grupos criminarles los feminicidios y asesinatos de periodistas han quedado en una majadera impunidad. Muy a pesar de los esfuerzos mediáticos del presidente por rescatar la imagen del gobernador veracruzano, los hechos y la ausencia del Estado de Derecho generan más que incertidumbre, rechazo.
Morena no puede resolver a satisfacción los próximos procesos en el Edomex y en Coahuila, menos en la CDMX, pero piensa en Veracruz porque el terreno es fangoso y no le garantiza estabilidad a AMLO para concluir su gestión. El 2023 será un año extrañamente delicado en materia de guerra sucia entre los aspirantes reales y los fabricados por AMLO.
La posibilidad de alianzas y coaliciones de la oposición ocupan y preocupan y el probable rompimiento con el Partido Verde manifiesta cambios todavía no evaluados.
En tanto Rocío Nahle que no sabe ni explicar frente al presidente términos de “presión” de combustibles en ductos, muy similar a la titular de Educación Pública que en materia de sumas aritméticas “eso no lo puedo responder”, queda como una de las menos representativas del movimiento de Transformación.
Las auditorías a Dos Bocas podrían acercar a muchos a procesos penales sin precedentes además de que esta obra no sobrevivirá al sexenio menos a los cambios ambientales en materia de energía en el mundo. Toda vez que AMLO permite que sus colaboradores se expresen acerca de problemas burocráticos y administrativos se enredan más las cosas.
Que Nahle nos explique el porqué de tantas perdidas en Pemex antes de presumir obras inconclusas. Pero se entiende cobra en la nómina del gobierno y parte del compromiso es lisonjearía y sumisión.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla