Inaceptable

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No hay duda, estamos contaminados, socialmente enfermos. Nuestra enfermedad llega al grado de soportar a sujetos como el “cata” Domínguez, un jugador del Cruz Azul que organiza una fiesta INFANTIL con la intención de sentirse asesinos, sicarios, matones. Los niños en lugar de jugar con pelotas lo hacen con armas de plástico, pero con la meta de “matar” a sus amiguitos. Los adultos disfrazados como los “chapitos”. Inaceptable desde donde se vea.

Pero igual de delicado el comportamiento del club de fútbol Cruz Azul y de la Federación Mexicana de Fútbol. No hay sanciones nada más un principio de capacitación e información al jugador para que comprenda la situación del país.

Eso sí, para armar una fiesta así está informado, para ser sancionado entonces hay que ofrecerle capacitación. Esto es francamente injusto incluso para todas las familias que han sido destruidas por las drogas y la violencia.

Estos tipejos que se creen superiores a los demás por sentirse estrellas deportivas olvidan sus compromisos sociales, olvidan que son ejemplo sobre todo para los niños. Su comportamiento público debe ser ejemplar, no son tan imbéciles como para entender y aceptar eso. Todo esto me hizo recordar el caso de Salvador Cabañas, este extranjero del Club América envuelto en un asunto de drogas, venganza y disparos y el resultado es que Televisa y el Club le organizaron un homenaje en el Estadio Azteca.

De igual manera el patanesco y vulgar comportamiento de Cuauhtémoc Blanco o del mismo Maradona, acabado finalmente por las drogas y el alcohol. En clubes deportivos europeos entienden a la perfección que sus jugadores son embajadores que los representan.

Los jugadores saben que ante una actitud como la del “Cata” Domínguez son inmediatamente expulsados y con ello pierden sus jugosas prestaciones y millonarios ingresos. Son cuidadosos entonces. Aquí en México por el contrario. Y estamos tan enfermos sociablemente que damos más tiempo a la nación para hablar de Ovidio que de seres humanos de vanguardia y MEXICANOS de éxito como Guillermo del Toro.

Estamos tan minusválidos de valores que cuestionamos al “Cata” pero somos consumidores de las nocivas series de Epigmenio Ibarra que vive de hacer apología de la violencia, pero califica de “asesinos” a nuestros soldados. Este productor aún con todo vive bajo el aplauso presidencial y recibe fuertes presupuestos que mejor deberían ser destinados a la salud pública.

Lamentable, muy lamentable la debilidad del Club Cruz Azul, pero también de los conductores de la opinión pública (cronistas deportivos) que señalan que con la disculpa pública del jugador es suficiente. La Federación Mexicana de Fútbol muestra su interés comercial y económico por encima del daño generado.

Estoy seguro que un tipejo que orienta a sus hijos a jugar como si se tratase de un mutilador o criminal debería de inmediato estar en un psiquiátrico y expulsado de todo tipo de actividad pública. Hace poco vimos, a razón del culiacanazo, video de NIÑOS portando metralletas de verdad dispuestos a asesinar. Quizá alguno de ellos empezó con una formación como la que reciben los hijos del “Cata”.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla