Ya suman varios años, más de 20, que en una visita a México José María Aznar me concedió una entrevista. Amable me recibió en el Camino Real de Polanco. Conocí a un hombre influyente, serio, muy concreto en sus análisis, directo. Hablaba de España como eje rector de su vida política, pero como imán natural de la Europa en evolución. Sabía y sabe que es la puerta de América para ingresar a su continente y México es fundamental.
La historia que nos vincula, el futuro del que hablamos intensifica nuestra relación aún con los tropiezos de carácter estomacal del actual gobierno mexicano que no ha querido entender que la fusión de las dos culturas formó la combinación sanguínea más importante de la historia. Tenemos el mismo ADN. Aznar hoy a sus 70 años renace. Estudia y comprende, con experiencia acumulada, mejor a su país y el importante y trascendental responsabilidad actual.
No hay que olvidar que Aznar en su gobierno tuvo que lidiar con el asesinato por parte de la ETA de Miguel Ángel Blanco que convulsionó a la sociedad española. Por su gestión presidencial España también progresó en su integración en la estructura de la Organización del Tratado de Atlántico Norte. Aznar vivió y convivió con el mejor período del Rey Juan Carlos (“El rey es una figura histórica, sin el rey y sin la reina no se podría haber escrito la historia de la transición en España. El rey sigue siendo una figura vital en los tiempos de crisis. El rey y la Corona es una garantía institucional de la continuidad histórica de España.
Y una garantía institucional es importante. Mis relaciones con el rey son correctas”), y la economía continuó en índices altos de crecimiento. En el mosaico internacional, España se acercó a Estados Unidos, con George Bush apoyando eventualmente la llamada “Guerra contra el Terrorismo” y la invasión a Afganistán. En febrero de 2017, Aznar junto al también expresidente del Gobierno, Felipe González, comparecieron en Madrid para solicitar la libertad de los presos políticos del gobierno venezolano, acto que le permitió un serio reconocimiento. Se sabe que desempeña un papel fundamental con su asesoría a Rupert Murdoch.
Llama la atención que hace apenas unos días con motivo de su cumpleaños, el 25 de febrero, promoviera una de las convivencias más impactantes, sobresalió la asistencia del expresidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala y fundamentalmente el ex vocero presidencial y comentarista en el programa de tv Va En Serio, Carlos Salomón Cámara (“entre la ideología y la amistad me quedo con la generosidad de la amistad”), y su esposa Melissa Camil.
Asistieron también el expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, Ana Bolín, presidenta de Santander, Antonio Brufau, dueño de Repsol, John Snow exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos y Pedro J. Ramírez, uno de los periodistas más destacados de la península ibérica. La cena de gala fue en el Teatro Real de Madrid.
La invitación a Calderón y a Salomón envía un buen mensaje sobre el insistente acercamiento que Aznar ha buscado con México. Conoce la trayectoria del expresidente, pero reconoce en Salomón su fuerza como publirrelacionista además de su extraordinaria relación con diferentes ideologías políticas. Vale decir que en su participación reciente en Va En Serio, Salomón exhibió una crónica sobre la calidad de vida y dignidad en Finlandia donde estudioso como es analizó las formas y fondos que mueven a esa nación.
Aznar renace y está de vuelta, eso sin duda, en un mundo distinto, sin el Rey Juan Carlos, sin la Reina Isabel, ambos iconos de la menarquia europea, con un Guerra entre Ucrania y Rusia, el avance de una tecnología arrolladora, con una pandemia que no acaba y una soberbia oficialista mexicana que solicita disculpas por la conquista y clasifica de invasores a los españoles. Veremos hacia dónde apunta el expresidente español.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla
