Nadie puede estar privado de su libertad sin consentimiento, eso es secuestro. Fue auténtico crimen por omisión y corrupción dejando 38 muertos y 30 heridos indocumentados guatemaltecos, venezolanos y al parecer otras nacionalidades. Una ratonera transformada en crematorio que según el presidente van a investigar, culpando de la tragedia de inicio a los propios muertos. No hay excusa ni aunque pretendan se puede culpar a otros gobiernos o a expresidentes.
La política migratoria la ha impuesto el presidente, Ebrard se dobló en los Estados Unidos y ahora no hay funcionario de alto nivel sino detenido por lo menos inhabilitado para dar curso a las indagatorias. Nuevamente amigos improvisados ocupando cargos públicos. Pero eso se iba a acabar.
La travesía no es menor y los sobornos menos. Los migrantes deben andar 1,800 kilómetros desde Tapachula, en Chiapas, hasta Reynosa, en Tamaulipas. Son atropellados por secuestradores, extorsionadores con placa oficial, delincuentes, violadores, aduaneros tramposos, polleros y narcotraficantes.
El presidente, antes ganando terreno acusando a todo tipo de opositor por el incendio de la guardería ABC, ahora no puede ocultar que su gobierno ha convertido en mazmorras a las instalaciones migratorias del país, las aduanas en centros de explotación y los aeropuertos en hangares fuera de control. En Ciudad Juárez agentes del INM mantuvieron encerrados a los migrantes durante el incendio. Para darnos una idea, existen 35 Estaciones Migratorias, localizadas en 24 Estados del país.
Pueden recibir hasta 3 mil 647 personas. Los más elementales derechos humanos son anulados y los delitos se multiplican por la necesidad y hambre de los marchantes. Lo ocurrido Ciudad Juárez se debió a una protesta de los migrantes que exigían trato digno, alimentos, la entrega de sus documentos e identificaciones. AMLO prometió “puertas abiertas” y recibieron celdas cerradas. Para el presidente un sitio seguro en permitir y convertir a los migrantes en limosneros en cada esquina de cada ciudad. La otra salida es la deportación. Subrayó es criminal lo sucedido y nuevamente el gobierno lo minimiza.
Salieron de su país para terminar en cárceles injustas y una de estas, ahí están los videos, en un incinerador. No murieron asfixiados en un tráiler abandonado, fallecieron calcinados en una jaula bajo responsabilidad del gobierno.
Para los morenistas se trata de un juego. En el Senado al revisar la lista de los nuestros, al contarlos y llegar al ocho, los legisladores gritaron “mambo” cosa que no se atreven cuando se trata de se mercenario comercio de los 43 dé Ayotzinapa. Por decreto la Secretaria de Relaciones Exteriores es la responsable de cumplir con la política migratoria y aún así, fue el canciller quien pidió a Pompeo guardar secrecía a los mexicanos sobre los indignos acuerdos asumidos. Aquí si no hay tiempo de Ebrard para selfies.
Y volvemos a registrar qué hay ausencia de autoridad, gobierno y Estado de Derecho. No acabamos aún con la historia de los cuatro estadounidenses secuestrados, dos de ellos muertos, ni del salvaje asesinato a dos jesuitas y ahora lo de Ciudad Juárez.
Pero AMLO está entretenido con el INE y atacando a la UNAM y sus funcionarios jugando a las campañas electorales, ¿o me equivoco?
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla