Tanto el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como su secretaria de Protección Ciudadana, Rosa Isela Rodríguez, han coincidido en afirmar en que “no habrá impunidad”, “no se ocultarán los hechos”, “ni se protegerá a nadie”, en relación al incendio en la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde murieron al menos 39 migrantes.
Una afirmación que puede resultar inútil porque ya hay una maraña sobre el espeluznante hecho: Que el incendio lo provocaron migrantes al prenderle fuego a colchonetas como protesta porque serían deportados a sus países de origen, que no protestaban por esto sino porque tenían sed y no les habían dado agua, que el dejarlos encerrados fue una orden de alguien o negligencia de los custodios.
La más elemental lógica indica que cuando ocurre un incendio, lo primero es poner a salvo a la vida de las personas, entonces debieron abrir las puertas para que pudieran salir todas; hay versiones de que fueron desalojadas mujeres, pero dejaron encerrados a los hombres.
Sí, el incendio pudo tratarse de un accidente; no así el no abrir las puertas, salvo que haya sido imposible por las dimensiones del fuego, lo cual deberán determinar las autoridades mexicanas competentes en la reconstrucción de los hechos o ‘verdad histórica’.
Lo cierto hasta este momento es que la tragedia ha sacado a flote la ineficaz y deshumana política migratoria de México en la era de la “Cuarta Transformación”, que ha pretendido resolver la problemática migratoria a base de ‘mejoralitos’ sociales como “Sembrando Vida” y “Jóvenes construyendo el futuro”.
Ciertamente no es solamente problema de México controlar el flujo migratorio de países de Centroamerica, sino también de Estados Unidos porque éste es la meta de los migrantes. Pero al parecer, el gobierno gringo ya lo resolvió poniendo a nuestro país como muro.
Los países expulsores también deben poner de su parte.
En lo que toca al nuestro, parece que el actual gobierno federal se olvida de lo estipulado en el artículo 1º de la Constitución Política:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece…
“Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia…
“Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.”
La situación migratoria irregular de las personas detenidas en estaciones del Instituto Nacional de Migración, no significa que merezcan recibir tratos inhumanos. Se supone que existen protocolos, incluso por acuerdos internacionales.
Así que las autoridades mexicanas deben revisar con urgencia y diligencia la política migratoria, aunque tengan que hacer un receso en las tareas electorales.
POLITIZACIÓN
El incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez con la consecuencia de 39 muertos, ocurre en un momento altamente politizado en México dada la víspera del inicio del proceso electoral para la sucesión presidencial.
Por lo tanto, no sería nada extraño que todos los actores políticos, o la mayoría, pretenda politizar el lamentable hecho. La oposición culpará al gobierno de AMLO y a Morena, y éstos culparán a los ‘conservadores’ que nada hicieron por resolver la problemática migratoria.
Cuando lo realmente importante es primero esclarecer los hechos y sancionar a las personas responsables; luego, encontrar solución al flujo migratorio o, por lo menos, hacer eficiente y humana la política migratoria.
Correo: [email protected]