Un cascarón llamado PRI

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  • Ulises Ruiz lo vaticinó; Osorio lo confirmó: “Alito” acabaría con el PRI.

¿Qué es el PRI? Legalmente es una organización de ciudadanos constituida como partido político. Aunque su hegemonía de más de 70 años lo cerró a élites. Por tanto tiempo en el poder se le identificó como un dinosaurio lleno de vicios.

Un dinosaurio en peligro de extinción desde el 2000 cuando pierde por primera vez la Presidencia de la República frente al PAN, o tal vez desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta en 1994, y más aceleradamente desde el 2018 en que nuevamente pierde la elección presidencial frente a la coalición de Morena-PT-PES.

Pero sobre todo desde la llegada de Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en 2019, cuya dirigencia “ha sido la peor” en la historia de este partido como bien lo dijo el senador Miguel Ángel Osorio Chong, quien respaldó su dicho con datos duros:

Desde 2019, de las 23 elecciones a gobernador el PRI ha perdido 21 y 2 se ganaron por alianza. En ese año, el partido gobernaba 12 estados, hoy solo 2; a la fecha ha perdido más de 2050 gobiernos municipales; en 3 entidades federativas no tiene ningún diputado local y en 5 solo tiene 1; de 32 capitales solo gobierna en 3, en 2018 gobernaba 17.

Ups.

Entonces, ¿qué es el PRI? Un cascarón, un dinosaurio agonizante. Máxime con la renuncia a las filas priistas de senadoras y senadores: Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila y Nuvia Mayorga.

Y no se van solos, se van junto con otros 200 o 300 militantes más, entre exgobernadores, exdirigentes locales, exfuncionarios, exlegisladores, muchos de los cuales los acompañaron en la conferencia donde dieron a conocer su dimisión.

Sin embargo, “Alito” minimizó las renuncias diciendo que:

“El PRI no volverá a ser de quienes solo buscan el cargo, se sienten intocables y se resguardan tras un escritorio o un teléfono celular sin despeinarse. Nuestro partido es de militantes de a pie que están bajo la lluvia y bajo el sol, que dan la batalla en el territorio y que lo defienden en lo público y en lo privado.”

Parece increíble tanta miopía, tanta soberbia, del campechano. Debería empezar por juzgar si su Comité Ejecutivo Nacional y sus Comités Directivos Estatales están compuestos por “militantes de a pie”. Lo mismo que las dirigencias de sectores, organizaciones y demás organismos priistas.

Y luego detenerse a reflexionar que la renuncia masiva de militantes es una simple baja o una fractura irreparable, de consecuencias riesgosas. Porque los primeros cuadros que se fueron junto con 200 o 300 cuadros más, se jalarán su capital político electoral, que lo tienen así sean diez, cien o miles de militantes.

Vacío que le pesará al PRI electoralmente. Y así, ¿cómo un cascarón hará fuerte al Frente Amplio por México en la elección presidencial?

Además, los senadores continuarán haciendo trabajo político mediante su propia agrupación o movimiento “Congruencia por México”, que tal vez tienda a convertirse en partido político cuando llegue el momento procesal ex profeso, que es después de la elección presidencial.

Antes, habrá que ver cómo, con qué partido político o con qué candidatura presidencial jugará “Congruencia por México”. Claro, no propia porque legalmente no tiene ninguna posibilidad, sino de las que postulen el resto de las fuerzas políticas, o tal vez impulsen una independiente.

De entrada la dimisión al PRI de cuatro senadores tendrá sus efectos en la Cámara Alta, sobre todo en las votaciones. Libres del autoritarismo de “Alito” podrán votar en conciencia o a conveniencia del crecimiento de “Congruencia por México”.

 

ULISES RUIZ LO VATICINÓ

En el periodo de Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) como dirigente del PRI nacional, las primeras bajas representativas fueron las de Ivonne Ortega Pacheco y Ulises Ruiz Ortiz; ella se hizo diputada federal por Movimiento Ciudadano, él construye su candidatura presidencial independiente y una red para los demás cargos populares a elegirse en los comicios concurrentes de 2024.

Ambos tomaron su propio camino tras la elección interna en que “Alito” llegó a la dirigencia nacional gracias a la ‘cargada’ de la estructura de este partido.

Ruiz Ortiz quería hacer valer los derechos de la militancia pero se encontró con procesos de expulsión acusado de promover violencia contra la sede priista y un sinfín de cosas más.

Entonces el exgobenador de Oaxaca advirtió que la actitud autoritaria de “Alito” podría acabar con el Revolucionario Institucional.

Y ahí está.

Ahora, Osorio Chongo lo confirma con la dimisión masiva de priistas. Pero sobre todo se confirma con los datos duros sobre la debacle del PRI de 2019 a la fecha.

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