Morena, sus ‘corcholatas’ y el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en vez de molestarse con las autoridades electorales deberían agradecer las últimas resoluciones en que ordenan al mandatario abstenerse de hablar de temas electorales y a las ‘corchos’ realizar actos anticipados.
Porque el partido, las personas aspirantes a la candidatura presidencial (en la figura de Coordinación para la Defensa de la Transformación) y el mismo mandatario nacional están poniendo en riesgo la candidatura morenista para suceder a AMLO en el 2024.
Las resolución de la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) y las sentencias de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación parecen duras. Pero en realidad no lo son si se ve del lado amable: Como una medida preventiva antes de que Morena, las ‘corcholatas’ presidenciables y AMLO incurran en infracciones graves.
¿Qué le puede pasar al presidente López Obrador? Prácticamente nada. La ley tiene profundas lagunas respecto a las sanciones a servidores públicos. Y en las cámaras del Congreso de la Unión Morena goza de cierta mayoría junto con sus aliados que impediría un juicio político por violaciones sistemáticas a principios constitucionales.
Lo que sí podría pasar es que en una de esas el presidente AMLO no mida las consecuencias de su sobre protección a las ‘corcholatas’ y de su preocupación por el proceso interno de Morena que cometa un grave error electoral de efectos desastrosos para la candidatura presidencial de la Transformación, máxime si ocurre en pleno proceso electoral.
Las salas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha anulado elecciones por violación al principio de equidad y neutralidad. Claro, nunca se ha visto en el caso de la elección de la Presidencia de la República. Así que es mejor prevenir que lamentar.
En ocasiones puede ser dañino confiarse en que se tiene el control de los hilos del poder, y no siempre funciona investigar a los jueces como una medida para detener sus actuaciones.
Por lo pronto, el presidente AMLO se volvió a dar vuelo hablando de temas electorales en la conferencia mañanera de este viernes y de la aspirante presidencial del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, porque el INE todavía no le notificaba la resolución donde le ordena no abordar tales asuntos.
Francamente, López Obrador se pitorrea de las autoridades electorales. Les mete gol tras gol sin que éstas puedan frenarlo. Como político es muy hábil.
En fin, por otro lado están las ‘corcholatas’ de la Transformación: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón, Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco Coello (cuatro de Morena, una del PT y una del PVEM).
De algún modo u otro han desacatado los lineamientos internos como aspirantes a la Coordinación para la Defensa de la Transformación (que en los hechos es un proceso para seleccionar adelantadamente la candidatura presidencial), y también las medidas de tutela preventiva dictadas por la Comisión de Quejas y Denuncias del INE.
Y miren, la Sala Superior del TEPJF acaba de revocar el acuerdo de dicha Comisión que rechazó las medidas cautelares solicitadas en contra de tales aspirantes y de Morena por presumibles actos anticipados de precampaña y de campaña.
Y ordenó a la Comisión “emitir un nuevo acuerdo, en el que determine si los hechos denunciados violentan el principio de equidad en la contienda y, de ser así, dicte las medidas necesarias para detener los actos o hechos que podrían constituir una infracción, con el propósito de evitar daños irreparables a los principios que rigen los procesos electorales.”
Se están arriesgando a que la autoridad electoral niegue el registro de la ‘corcholata’ a la Presidencia de la República de Morena y aliados. Lo que sería algo así como “perder por default”. Todavía no tienen la mayoría en el Consejo General del INE como para confiarse.
¿Y para qué buscarle tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro? Así que mejor alegrense de que los ‘quieren silenciar.’
¿EN QUÉ SÍ TIENE RAZÓN AMLO?
El presidente López Obrador tiene razón cuando dice que: “Si no quieren que yo hable de ellos, pues lo más equitativo es que ellos no hablen de mí.”
O sea, si la oposición aglutinada en el Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD) y la misma Xóchitl Gálvez, pretenden que el mandatario no los ataque, tampoco ataquen.
