Torruco y Nalhe ¿con buenas nuevas para Oaxaca o solo van a la fiesta?

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Mujeres ataviadas con trajes regionales, oriundas de las 16 etnias de Oaxaca y el pueblo afromexicano, invitan mezcalito, aguardiente, pan, tortillas y productos de su localidad a turistas nacionales y extranjeros, así como a lugareños, que caminan por las empedradas calles del primer cuadro del Centro Histórico de la capital oaxaqueña.

Es que Oaxaca vive su máxima festividad: La Guelaguetza, mágica, mística, única. Y ese desfile de delegaciones es el preámbulo al primer Lunes del Cerro que en 2023 cayó en 17 de julio; es cuando las delegaciones presentan sus bailes, danzas, sones, costumbres, en el Auditorio del mismo nombre conocido también como Rotonda de la Azucena.

Las oaxaqueñas, los oaxaqueños, esperan con verdadera devoción la Guelaguetza porque es la oportunidad anual que concentra en la capital de la entidad representaciones de las etnias, gente de las ocho regiones, con su riqueza cultural, artesanal, gastronómica; que a través de sus bailes, música y tradiciones muestran las raíces de cada rincón de Oaxaca.

Pero además es la oportunidad anual para capitalizarse en materia turística, actividad principal de un estado como Oaxaca con destinos de playa como Huatulco, Puerto Escondido, Puerto Ángel, Zipolite; o de montaña como las comunidades ecoturísticas localizadas en las sierras Juárez y Sur; o de historia como la capital oaxaqueña con sus edificios monumentales y sus acanteradas calles.

Destinos que en su mayoría son de temporada. Lo ideal sería que todos, todo el año lucieran abarrotados de turismo, con cuartos de hotel al cien por ciento. Uno de los problemas de la falta de afluencia constante es la conectividad.

Pero pronto será inaugurada la autopista a la Costa oaxaqueña; le tocará el honor al gobernador Salomón Jara Cruz, aunque la obra la inició Ulises Ruiz Ortiz cuando fue mandatario del 2004 al 2010. Imagínense cuánto tiempo ha tenido que pasar para terminar una autopista en Oaxaca. La otra autopista en construcción es la que va al Istmo, que se inició mucho antes que la de la Costa y se terminará mucho después.

Salomón Jara prometió iniciar la que comunicaría a la capital oaxaqueña con la Cuenca del Papaloapan, de manera rápida y más segura. Además, conectaría a pueblos y comunidades de la Sierra Juárez. La actual carretera es serpenteada, estrecha, peligrosa.

Las festividades de la Guelaguetza empiezan con el mes de julio, pero su máxima expresión se encuentra es sus dos Lunes del Cerro, donde se presentan las delegaciones étnicas las cuales dan una ofrenda al público consistente en productos de su región que avientan al terminar sus bailes, sones, jarabes o representaciones de bodas o fiestas patronales.

Eso es la Guelaguetza, regalar, dar, solidaridad, hermandad, unión. Dos Lunes del Cerro que concentran más de 15 mil personas cada uno tan solo en el Auditorio del mismo nombre. Pero la gente que se reúne en Oaxaca (propios y turistas nacionales y extranjeros) es mucho más.

Quienes no pueden asistir a las presentaciones de esos dos Lunes, van a las ferias gastronómicas de los municipios vecinos: Del higadito, del queso y del quesillo, del barro rojo, de las carnes asadas, etc. O Asisten a la Guelaguetza que se presenta en 20 municipios, también con danzas, sones, jarabes, igual que en el Auditorio Guelaguetza, pero en pequeño.

O asisten a la Feria del Mezcal, a la Feria Artesanal, a la Feria Gastronómica, o acuden al Festival de los Moles. O simplemente caminan por las calles de la capital oaxaqueña donde desfilan las delegaciones o bailan aquellas que no fueron seleccionadas para presentarse en los Lunes del Cerro, las cuales han sido incorporadas al programa denominado Expresiones Artísticas y Culturales.

En fin, Oaxaca vive su grandiosa festividad con un nuevo gobierno encabezado por Salomón Jara Cruz, el primero de Morena en la entidad. Hay expectación por parte de la ciudadanía oaxaqueña en ver y saber qué de nuevo y bueno puede traer a Oaxaca un gobierno de izquierda, emanado del mismo partido del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Qué de nuevo y bueno puede traer a la Guelaguetza, cuál será su aportación para promover mundialmente la fiesta étnica, pero además para impulsar el desarrollo económico de la entidad.

Ojalá el secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, o la secretaria de Energía, Rocío Nhale, que son los invitados especiales al primer Lunes del Cerro, hagan algún anuncio de impacto para Oaxaca; por ejemplo, una inversión millonaria para infraestructura en la materia que manejan. Algo nuevo, no lo que actualmente se construye.

Que no solo asistan a la festividad tan solo por asistir, y de paso llevarse regalitos de oaxaqueños y oaxaqueñas: Artesanías, mezcal, trajes regionales, camisas bordadas a mano.

El sentido de contar con invitados especiales es que hagan anuncios buenos para Oaxaca.

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