La España feminista contra Rubiales

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En España, muy poco se habla de la gesta del equipo que logró la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Estos días, la atención recae en Luis Rubiales y su  comportamiento durante la final en Australia que ha incendiado  a hordas de feministas y al gobierno “progre” de Pedro Sánchez, presidente interino.

Desde la final contra Inglaterra, el domingo 20 de agosto, no hay tema más álgido que la conducta inapropiada del todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol tanto en el palco, como principalmente durante la premiación, tras besar efusivamente en la boca a la jugadora Jenni Hermoso.

Un beso que, en un primer instante, extrañó a la propia Hermoso que llegó a declarar ante sus compañeras en el vestuario: “Pero no me ha gustado” y de acuerdo con varios vídeos fue tratado como una anécdota más por las jugadoras (entre risotadas) mientras eran trasladadas de vuelta a Madrid para iniciar los festejos correspondientes con la afición.

España no lograba una victoria en mundial desde hacía trece años. Y en estos años muchas cosas han cambiado en un país que se considera uno de los más feministas del mundo y que vive un tsunami de denuncias contra los abusos sexuales, las violaciones, los asesinatos machistas y la violencia de género.

Además, enarbola un discurso manido por parte del ala progresista radical de la ultraizquierda de Unidas Podemos que forma parte de la alianza de gobierno de los últimos cuatro años y que llevó al poder al líder del PSOE, Pedro Sánchez; y que en unas semanas más podría volver a dejarlo en el poder por otros cuatro años más, si suman los apoyos para investirlo en el Congreso, aunque él haya perdido las elecciones generales.

Y mientras retornaban a casa las campeonas del mundo con sus respectivos dirigentes en España ya las aguardaba una hoguera ardiente de problemas, señalamientos y acusaciones contra Rubiales.

El español, nacido en Las Palmas, dirige los destinos de la Real Federación Española de Fútbol desde el 17 de mayo de 2018, una presidencia cargada de polémica y de serias acusaciones desde actos de corrupción hasta de  orgías pagadas con el dinero de la Federación. No son pocas las voces que siempre se han mostrado críticas contra su cargo.

Tiene un aire prepotente y narcisista que tampoco disimula. Sus acciones son más bien ordinarias, tiene un modo de ser que ignora los protocolos tal y como quedó plasmado durante su comportamiento en la final del Mundial Femenino.

Para cuando aterrizaron todos en Madrid, el lunes 21 casi de medianoche, en las redes solo se hablaba del beso no consentido de Hermoso y la ministra interina de Igualdad, Irene Montero, le puso nombre al hecho: “el beso en la boca no consentido de Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso es un acto de violencia sexual”.

 

A COLACIÓN

Los grupos feministas junto con Montero comenzaron a pedir la dimisión de Rubiales y a las pocas horas se sumaron a las declaraciones, Yolanda Díaz, ministra interina de Trabajo, que espera gobernar con Sánchez otros cuatro años más una vez que logren investir al líder del PSOE con los apoyos de su partido Sumar más los votos de los grupos independentistas y nacionalistas.

Ante la ola de declaraciones del sector feminista, el propio mandatario Sánchez se posicionó tras recibir en la Moncloa a las campeonas y todo el staff técnico (por supuesto a Rubiales) y felicitarlas; un par de horas después, Sánchez en rueda de prensa ante los medios de comunicación dijo que “las disculpas de Rubiales “son insuficientes” y lo conminó a “dar más pasos” para aclarar su comportamiento a todas luces inaceptable.

El presidente Sánchez explicó a los periodistas que la Real Federación Española del Fútbol no pertenece al organigrama del gobierno, ni de la administración pública, por lo que no puede hacer nada directamente para nombrar o cesar a la persona que dirige el fútbol español. Pero el gobierno de España puede maniobrar indirectamente a través del Comité Superior del Deporte (CSD) y solicitar la intervención del Tribunal Administrativo del Deporte como ya lo hizo aunque sin lograr nada en concreto. El TAD ha declarado que es tan solo “grave” pero no “muy grave” el comportamiento de Rubiales así es que no lo inhabilita.

Y encima el propio Rubiales está empeñado en no dimitir y solo está cumpliendo el castigo impuesto por la FIFA que lo ha retirado durante noventa días de la presidencia de la Federación.

Los grupos feministas están que arden y azuzados por el propio gobierno van saliendo a las calles con pancartas de protesta y de apoyo a Jenni Hermoso y piden que ruede, ipso facto, la cabeza de Rubiales.

El propio ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, ha montado en cólera porque el TAD no le dio la razón al gobierno y esto se ha convertido ya en un asunto de agravio profundo que el propio presidente Sánchez defiende a capa y espada que no puede volver a suceder en el país más feminista del mundo.  Esto es ya un asunto nacional…

@claudialunapale