El senador morenista Alejandro Díaz Durán anda de queda bien o anda desvariando como para proponer que los expresidentes se conviertan en senadores por ministerio de ley.
En su iniciativa, fechada el 19 de septiembre del año en curso, propone adicionar un párrafo segundo al artículo 56 de la Constitución Política, para que además de los senadores de mayoría relativa, primera minoría y representación proporcional (128 en total), también integren la Cámara “los expresidentes de la República que hubiesen sido electos democráticamente o se hayan desempeñado como sustitutos.”
Integrarían la Cámara de Senadores “por un periodo improrrogable de seis años inmediatos a la terminación de su cargo, salvo que opten por no ejercer este derecho o se hubiese determinado su responsabilidad (…). No integraran el quórum ni recibirán remuneración alguna, tendrán derecho solamente a voz y les serán aplicables las disposiciones contenidas en los artículos 61 y 62 de (la) Constitución, pero no integrarán fracción parlamentaria.”
Es una propuesta inviable, que rompería con principios del Pacto Federal, que afectaría el sistema político electoral aun cuando el senador número 129 no sea electo popularmente, y que impactaría en el funcionamiento de la Cámara de Senadores.
Imagínense como senador a Andrés Manuel López Obrador, que por muy honorífico tendría derecho a voz, haciendo uso de ésta una hora todos los días de sesión en la tribuna senatorial como una prolongación de las conferencias mañaneras, o continuando con las mismas en la sala ex profeso de la Cámara Alta. Desde ahí continuaría dictando la agenda política del país.
Lo de menos sería eso. Lo demás es que la iniciativa del senador Díaz Durán parece un traje a la medida para los expresidentes de Morena, empezando por AMLO, al proponer que se conviertan en senadores por ministerio de ley a la terminación de su cargo como titulares del Ejecutivo. Por lo tanto, todos los anteriores no podrían integrar la Cámara de Senadores.
Díaz Durán hasta se contradice en su exposición de motivos. Porque plantea la necesidad política del país de aprovechar la experiencia, los conocimientos de los exmandatarios como ocurre en otros países.
Entonces si de eso se trata, la iniciativa debería ser más equitativa para incorporar como senadores por ministerio de ley a los expresidentes que aún vivan: Ahí están Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Su exclusión en la propuesta de reforma puede entenderse a que son de filiación política distinta. Además, cómo la iniciativa de un morenista va a beneficiar a los exmandatarios que representan el conservadurismo, el neoliberalismo, la corrupción, el fraude electoral y todo vicio del pasado.
Muy honorífico el cargo de senador por ministerio de ley, sin derecho a recibir remuneración, ni a integrar bancada, ni a votar en el Pleno, pero tendría uno de los más importantes derechos: La inmunidad.
Porque a ese senador, según plantea la iniciativa de Díaz Durán, le serán aplicables las disposiciones contenidas en el artículo 61 constitucional, el cual establece que:
“Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
El Presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se reúnan a sesionar.”
Gozaría de fuero.
Y no precisamente para manifestar lo que quieran libremente, sino para protección ante enjuiciamiento o acción de la justicia. Un fuero que es necesario quitar a cualquier senador para proceder en su contra.
LA INICIATIVA AFECTA A AMLO Y ELECTORALMENTE A MORENA
La iniciativa del senador Alejandro Díaz Durán es una iniciativa imprudente, porque de entrada afecta al presidente Andrés Manuel López Obrador, lo sube al debate político como un mandatario que pretende inmunidad e impunidad, lo cual genera la sospecha sobre el manejo de su administración.
Situaciones que afectarían electoralmente a Morena considerando que ya está en marcha el proceso electoral para la sucesión presidencial, para el cual el partido guinda continúa con la bandera de luchar en contra de la corrupción.
Tan pronto como se hizo pública la iniciativa, empezaron las reacciones, entre éstas la de la senadora Lilly Téllez, quien en redes sociales dijo: “No, no, no. Nada de expresidentes intocables. Al contrario, no deben tener fuero, deben ser sujetos a rendir cuentas ante la justicia. Esta iniciativa es para perpetuar la impunidad.”
Los morenistas se ponen de pechito dándole armas a sus adversarios políticos y en pleno proceso electoral. Y así, con su iniciativa Díaz Durán le hace flaco favor a AMLO y a Morena.
EL DESLINDE DE AMLO
Menos mal que el presidente López Obrador en su conferencia mañanera de este miércoles se deslindó de la iniciativa de Díaz Durán para convertir al mandatario en el senador número 129.
Aseguró: “Lo voy a decir de manera coloquial, ¡safo!, a mí que no me metan en eso, yo soy un hombre de convicciones y principios, me queda un año y 10 días y ya termino, entrego la banda presidencial y me jubilo, y no acepto ningún cargo hacia adelante.”
