Una muestra plena de lo que el actual gobierno dirigido por el presidente López, es
como se ha tratado a los guerrerenses damnificados por el huracán Otis.
Principalmente han sido afectados, los acapulqueños y a los propietarios de los miles
de condominios construidos desde Pie de la Cuesta, la Bahía de Acapulco, la Zona de
las Brisas, Pichilingue, en Puerto Marqués, Punta y Playa Diamante y la Zona de Barra
Vieja. Claro está también se ha dañado severamente el entorno del Puerto en donde se
sustentan los miles de millones de dólares de la base hotelera.
Al Puerto no se le han removido los escombros en donde se encuentran desde
animales muertos, cadáveres humanos y materiales vegetales en descomposición que
emiten olores fétidos. Pretendiendo el gobierno paliar el ánimo de los acapulqueños
con dádivas de refrigeradores y estufas, cuando no se han restablecido los servicios de
luz eléctrica, mucho menos los de distribución de gas butano.
El presidente de la República nada más ha hecho el hazme reir, desde su viaje por
tierra en donde salió ridiculizado con un vehículo militar todoterreno atascado lleno de
militares tratando de hacerle peso al vehículo para sacarlo, con un presidente
asomándose por una ventana, con una pretendida llegada a Acapulco, donde nadie lo
vio ni se exhibieron fotos de la pretendida visita, para luego en minutos haberse
regresado a la Ciudad de México a la comodidad de Palacio Nacional.
El crimen organizado en Acapulco se ha puesto al día en su negocio, ahora
extorsionando a los comerciantes, hoteleros, constructores y habitantes en general.
La más reciente víctima en Acapulco son los transportistas que brindan el servicio a la
población dentro de la ciudad, que se negaron a pagar extorción, sufrieron represalias
por los criminales que les quemaron varios camiones, por lo que los transportistas
decidieron suspender el servicio.
De una manera inaudita, la Guarida Nacional, en lugar de perseguir a los delincuentes
y brindar protección a los transportistas para que continúen prestando el servicio,
decidieron prestar ellos gratuitamente el servicio a la población. Las imágenes de
señoras que con suma dificultad tratando de bajar de los vehículos militares con sus
bebés, que son diseñados para propósitos diversos a los de dar transporte civil al
público, son verdaderamente patéticas. Todo ello para cumplir la absurda disposición
del presidente de darle abrazos a los delincuentes y no darles balazos para hacerlos
cumplir la ley.
El presidente ha acudido a Acapulco como siete veces, y nunca se ha reunido con la
población damnificada por miedo, dice, a que se mancille el rango presidencial.
Mientras el gobierno federal tira dinero a la basura en PEMEX, y mete miles de
millones de pesos en el Tren Maya y en Dos Bocas, deja morir al puerto turístico más
emblemático del país, dando oportunidad al crimen organizado a que abra nuevos giros
para continuar explotando la miseria humana.
Este 2 de junio tenemos la gran oportunidad de tener un gobierno republicano que
respete la Constitución y la Ley, y desarrolle políticas públicas, no para que el gobierno
haga negocios improductivos, sino para que aplique el presupuesto para ayudar a la
población para sus necesidades inminentes para este tipo de desgracias y para
desarrollar entornos económicos y político, de seguridad pública y justicia, de rendición
de cuentas, de salud, vivienda, desarrollo humano y servicios públicos para que la
población se desarrolle plenamente en sus anhelos en la vida para darnos felicidad.
Las opciones que se nos ofrecen son dos; una, con Sheinbaum, que solo ofrece la
continuidad, con seguir las políticas públicas que se han aplicado a Acapulco, que es
una gran muestra del desempeño del gobierno que tenemos, que en el Estado de
Guerrero se aplica al gobierno federal, estatal y municipal, todos gobernados por
Morena; la otra opción es la de Xóchitl que es la de aplicar políticas por la vida, por la
verdad y por la libertad. Con estos tres conceptos se darán los resultados que
queremos este 2 de junio expresados arriba. Tenemos que trabajar duro para obtenerlo
porque enfrentamos a todo el poder del gobierno, pero el pueblo, que somos nosotros,
tenemos la razón en lo que queremos y con ello tenemos la mayoría que sacará a
Morena y sus seguidores de Palacio Nacional.