Los “nuevos” paradigmas erráticos de la narrativa opositora

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Son verdaderas tomaduras de pelo que hay que exhibirlas. Como estamos en campaña, en sus distintas etapas, los opositores a Morena han hecho gala de una narrativa sorda y carente de sustento. Normal y son PRI, PAN y PRD, no lo olvide. Desesperados de que Xóchitl Gálvez ni levanta ni ata ni desata –ya sabemos que es una pésima candidata en una pésima opción como lo son PRI, PAN y PRD [lo de PRD es una mención de cortesía, desdibujado e inexistente]– lo cierto es que se recurre a tal narrativa en plan de engañaincautos, para ver si pesca nuevos. No faltará quien se la trague y eso es lo que les importa. Lo necesitan ante tan desangelada opción que se han autoimpuesto e impuesto esos partidos a sus simpatizantes, ya que saben que, al final, los dejaron de lado en la designación y obraron esos partidos sin su anuencia y consenso. Lo normal. Ya parece que al PRI le gustara la democracia. Sabemos que no.

 

Así, es interesante desvestir sus disparates narrativos, para no caer en el juego opositor. Desvestir a esa triada siempre es sano para la democracia.

 

1.- Mientras la oposición se sirve de un rumor no probado acerca de que López recibió dinero del narco en 2006, sin ofrecer pruebas –no solo quien señaló ni mucho menos, sino los opositores que solo repiten de oídas– acudiendo a testimonios de dudosa calidad repetidos como la ocasión les manda, por medios opositores de la misma dudosa calidad  y sin estatura moral mostrada todo el sexenio, es que en tal contexto se entiende y, solo así, la respuesta panista furibunda, tonta, pero lo más, desvergonzada, acusándolo de narcopresidente, pues el PAN devuelve a Morena los puntuales señalamientos con pruebas de que el PAN estuvo metido en el narco entre 2006 y 2012 con García Luna. Revancha.

 

Pues sí, las colusiones señaladas a Calderón cuando García Luna preso ya fue un boquete al buque panista similar al del Titánic; y con Guanajuato en manos del PAN que ya está tomado por el narco y con un fiscal local que, eternizado, ya pesan sobre tal toda clase de acusaciones que manchan al PAN, pues ni actúa ni resuelve –mientras lo sostiene un gobernador panista que no asistía a las juntas de seguridad nacional, dejando así a los guanajuatenses a merced del crimen organizado– son la explicación a su extraviada campaña anti-López. Desde el estado más violento del país, Guanajuato, desgobernado por el PAN, y mientras el PAN arropa al panista Cabeza de Vaca recibiendo una nueva orden de aprehensión ligada a crímenes con el narco, el PAN pretende con supina torpeza revertir su mala imagen y va repitiendo como merolico un hecho desestimado legalmente  y supuestamente ocurrido en 2006; y va y lanza una campaña burda y sin sustento también contra Sheinbaum, porque van revolviendo peras con manzanas, cual su costumbre. Y ni una sola prueba contundente de por medio, para variar, como para insistir en llamarla narcocandidata. Hacerlo sin pruebas es una ruindad panista marca diablo. Ese es el punto. Y ni por esas, Gálvez mejora en las preferencias electorales. Eso se debe a que es una pésima opción.

 

Lo que resulta descabellado y ruin es enjaretarle el hastag de narco a Claudia Sheinbaum sin prueba real alguna. “Es de que”, balbucean, es la candidata de Morena. Ummmmmm,  y no cabe duda de que el golpeteo panista no es sino la desesperada y ridícula respuesta –y con Rabadán de por medio, es también cínica y es lo normal– a los comprobados señalamientos de corrupción a Xóchitl Gálvez. De la autoplagiada tesis reconocida por ella a la imposición de su persona, a la incultura, incapacidad e ignorancia que la reviste. ¿Países noruegos? Para muestra, un botón. O la renta de inmueble a apoyadores, en claro conflicto de intereses. Desde luego que viajes a España y al Vaticano demuestran que Gálvez no va pobre, sino apoyada con grandes capitales opositores más fuertes que los no probados del gobierno mexicano a Sheinbaum, sin duda. Y, desde luego, lloriqueando cerco informativo, cuando no sale de los estudios de Latinus y López-Dóriga, se la menciona en medios públicos y su equipo rechaza ir ellos, como la exhibió Jenaro Villamil con prontitud con Sabina Berman el viernes 16 de febrero en Canal 11. No cabe duda de que los opositores están desesperados por una candidata que fue una pésima designación.

 

Y ahora, y como si no hubiéramos tenido bastante, el matraquero de Córdova Vianello, ese impresentable, a dar palabrería el domingo 18. Por favor. Tantito de por favor.

 

2.- En la misma, dos argumentos panistas. Lo de ser gente inteligente si los votas y estar del lado correcto de la historia. Son dos paparruchadas propias de excluyentes. ¿Solo ellos son inteligentes o están en el lado correcto? Por favor. Creérselo, los coloca exactamente en el lado opuesto. Ahí se ven mejor. Les queda más. Ya es mucho que pretenden ser solo ellos la democracia, sin serlo, y ser químicamente puros en materia de entenderla, sin serlo, y, en cambio, siendo así de excluyentes planteando que nadie más encarna la democracia, cosa que es errada; y lo cual no explica su unión al PRI si es que fueran verdaderos demócratas. Es que no lo son y este sexenio lo revelaron a todo mundo. Lo cual, los desacredita de cabo a rabo y no han podido ni balbucear, siquiera, argumentos sólidos para justificarla. Saben que su alianza es anti natura. Votar Gálvez es votar por el regreso del PRI, uno que México no necesita y por la puerta trasera, que lo hace más peligroso porque no sabemos hasta dónde llegarían sus pretensiones de enquistarse de nuevo en el erario que desfalcaron al completo entre 2012 y 2018 con Peña y que tanto nos costó echarlos y reponer el desfalco. Ya Sandra Cuevas nos reveló las 300 plazas que le exigió el PRI en la Cuauhtémoc que no ganó el PRI de manera directa con candidato priista.

 

3.- En la misma, como se lo señaló Álvaro Delgado, yendo Xóchitl Gálvez al Departamento de Estado yanqui a pedir la abierta intervención en las elecciones mexicanas, la coloca en rango de vendepatrias, que lo sepan sus seguidores. En efecto, pues hay que diferenciar:  una cosa es ir a pedir los observadores internacionales de siempre a la OEA, que ya es decir bastante, y bienvenidos, y otra muy distinta lo que hizo:  ir al Departamento de Estado de un gobierno cualquiera a pedir su intervención en las elecciones mexicanas. O es área de uno que no es cualquiera, Estados Unidos. Fatal.  Y el proceder de Gálvez lo avalan PRI, PAN y PRD. Sucedió exhibirla en “La Mañaneta”. ¿Neta? Pues, entonces Gálvez nos invita a negarle el voto.

 

Y, también, destaca el “argumento” sobado del panista Jorge Romero, sujeto tan faceto y señalado como parte del cártel inmobiliario, afirmando desde el Legislativo y en medios opositores repitiendo cuatro mantras que no cuadran con la realidad: a) Que la oposición no puede decir que todo el sexenio fue mal, b) que acompañará las iniciativas presidenciales recientes que sean en beneficio de la gente –mientras descalifica a todas, siendo una incógnita, entonces, saber a cuales se referirá en positivo–, c) que no solo cuenta la agenda del presidente, sino la de los opositores y d) que el presidente debió dedicarse a unir, afirma y no al contrario, como hizo. Las medias verdades que sostiene el panista se caen solas y merecen desvestirse ante la opinión pública, pues lo colocan de mentiroso, si no es de un farsante. Es muy sencillo: a) Decía que tampoco era válido decir que todo fue bien en el sexenio, pero… el PAN ¿cuándo ha avalado algo del presidente en el sexenio? No se le conoce tal milagro. Ha sido el permanente “No” panista acompañado de las gracejadas diarias e insufribles de Marko Cortés, formando bloques de contención, poniendo a la desquiciada Rabadán a gritar el “no” en todos los medios posibles, públicos o personales, a Rementería a fotografiarse mejor con el ultraderechista e impresentable VOX, antes que votar algo en pro de los mexicanos. Eso sí es el PAN.

 

B) No sabemos qué es lo que presume de acompañamiento el cuestionable panista Jorge Romero. No hablemos de la alcahuetería de candidatear a Anaya, cuyo paradero se desconoce y burló a la Justicia y a la ley. Ahora, en cuanto al asunto de la “agenda opositora”. No les gusta la del presidente, como que a todo le dijeron que “no”. Pues bien, y ¿ofrecieron? oposición y silencio. No se les conoce una agenda que mejore la oferta lopezobradorista. Eso pasa por carecer de proyecto de país. Como opositores. Timoratos. No se les supo estos 6 años de propuestas alternativas si querían, que calaran en el ánimo de las mayorías ni fueran sensatas, democráticas. ¿Qué iniciativas morenistas el PAN ha acompañado, de gran calado? A todo se ha opuesto el PAN. No avaló nada, no secundó nada de gran calado. C) Se dedicó, como instituto y como simpatizantes, a dividir, a insultar hasta la saciedad. Los grandes insultos a los morenistas desde priistas y panistas se les han respondido cual debe. Y no han sido llamados a la unidad que dicen invocar. Si Romero entiende por unidad que siga el modelo empobrecedor y clasista derrotado en 2018 por no proponer nada mejor desde el PAN sino solo aliarse al PRI, va muy perdido y con él todos los que simpaticen con su persona. Eso está muy claro.

 

Y d) eso de que López divide, ya están grandecitos para que los dividan. Asuman que no asumen porque les conviene como discurso, inmaduros.

 

El PAN se vendió a Claudio X. González y tenemos así, lo que tenemos: candidata sin agenda, sin propuesta y recurrente ignorancia. Eso no es hacer un buen papel y eso no es ver por el pueblo de México. Así es que…podrá la del presidente no ser la única agenda, lo que pasa es que la oposición carece de una. Los gritos de la panista Rabadán no son agenda, entiéndanlo de una vez por todas. Y Romero no está para dar lecciones.