La primera mujer presidente de México ha llegado, es de izquierdas y no es un triunfo ni fácil ni en el mejor contexto. Tiene por delante grandes retos.
Simplemente, no podía ganar la candidata Gálvez que insultó al pueblo de México llamándolo huevón y sin derecho a ello. Y su vocero oficioso Fox secundándola, con improperios todo el tiempo reflejando su derrota moral y política.
No podía ganar la ahijada de Claudio X. González, cuyo clasismo es vomitivo y México no necesita un factótum. Los opositores a López le cuestionaron su edad al tabasqueño cuando candidateaban a una mujer de un año menor; que le criticaron sus fachas y ella no estaba para concurso; que le cuestionaron su forma de hablar cuando Gálvez trastabillaba con la “g”. ¡Ahhhh! y que no hablara inglés el tabasqueño, cosa que Gálvez…México sí se salvó de Claudio X. González.
No podía ganar una candidata priista, que acompañaba al PRI que ha hecho tanto mal a México, y pretendía que entrara al gobierno a hurtadillas bajo su huipil. Inaceptable que se prestara a ello. No era honesto frente al electorado, como no lo fue del PAN vendiendo el cuento de que ella solo era panista, pero era igual una tachable candidata priista.
No podía ganar una candidata como Xóchitl Gálvez, facciosa, reclamando la religión como piedra arrojadiza, cuestionando Fox la mexicanidad de Sheinbaum, mostrándose Gálvez como la representante de lo más rancio, retrogrado y brutal de la clase política mexicana. La representante de una camarilla arropada en un irresponsable discurso de odio, ella, comportándose tan torpe, tan frívola, tan improvisada, ella, que es el patético resultado de 6 años de insultar a López oponiéndose a todo y de no proponer nada sensato, mientras la oposición perdía el tiempo y se sometía a Claudio X. González, en vez de construir una candidatura opositora interesante.
La derrota opositora representa negarle el acceso al erario al PRI, a los intelectualoides del clan Krauze-Aguilar Camín y a la putrefacta clase política prianista. Se quedarán 6 años más fuera junto con los medios chayoteros. Qué palo le dieron los votantes.
A Morena decirle que queda advertida esta vez de que el costo por no mostrar mejores resultados, mejores expedientes, acaso mejor candidato, es palpable. Que olfatee la posible derrota si no enmienda el camino. Si en ese sexenio que empieza no rectifica y se decide a cambios importantes, sí puede perder en 2030. Que lo vea quien tenga ojos.
Por lo pronto, la República en su bicentenario, que será 4 días después de la toma de posesión de Sheinbaum, se inaugura con una mujer al frente. Cabeza del Estado, del Poder Ejecutivo, comandante supremo de las Fuerzas Armadas, que tiene una doble responsabilidad: continuidad con rumbo y paso firme con cambios y la procuración a la mujer. Qué fuerte para la nueva presidenta de México. Enhorabuena por su triunfo. Costó mucho. Ojalá que lo sepa aquilatar.
Alitos , Markitos, Lozanos, Acosta Naranjos y Córdovas Vianellos, similares y anexas merecen esta derrota y a ellos se les puede dedicar con mucho placer. Los berrinches de Aguilar Camín son de antología y el reto de la oposición será reconstruirse y renovarse. De seguir como va, está perdida y será la única culpable de ello.