Fantasmones opositores y el cuento de su (inexistente) triunfo

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Los dirigentes de los partidos opositores de la triada galvesca mantienen varias y enfermizas narrativas, torcidas a un mismo tiempo. Son todas, antidemocráticas. Lo grave es que sus simpatizantes, fanatizados y comprando todos los cuentos que se les ocurre a esas dirigencias, replican la sarta de tonterías que enarbolan PRI y PAN.
Opositores, reconozcan que la marea guinda se comió, rebasando a la mareada marea rosa, usurpadora del color del INE.  Han perdido la presidencial de 2024, igual que la de 2018.
En medio, Claudio X. González persiste en usar a Gálvez de títere y trata de imponer su voluntad a la mayoría de los mexicanos que derrotaron con su voto masivo a su capricho llamado Xóchitl Gálvez. En democracia, esa actitud es inaceptable y es defendible la decisión de la mayoría. Y no es cosa de machismos, argumento infantil para tratar de encubrir que el Señor X sí está detrás de su apadrinada Gálvez por imperiosa necesidad de imponerse, no por machismos que sirven de discursillo extraviado a un feminismo que no viene a cuento.
Las dirigencias de PRI y PAN aferrándose a sus cargos, sostienen una burrada, cual rebuzno sonoro: es que López intervino en el proceso electoral y Gálvez replica el rebuzno reclamando que fue una campaña de desigualdad. No señora, solo que la gente rechazó su nombre y su improvisada candidatura, que no es lo mismo que la supuesta desigualdad que clama, victimizándose. Usted no iba ni pobrecita ni sin apoyos de grupos de poder, que también cuentan, y mucho, incluidos los medios de comunicación anti-López, cuyos rostros desencajados eran una delicia verlos la noche del 2 de junio al ver los resultados de sus 6 años de insultar y sobajar a López Obrador desde sus micrófonos. Fracasaron en su intentona de sembrar odio a López. ¡Tómala! Votación al 2 por 1.
Mienten pues, tales dirigencias y Gálvez, para variar. La campaña ha operado con las reglas que la ley marca. En dado caso, Gálvez sí debió transparentar los apoyos económicos recibidos y pelear los apoyos negados que se acusa, le escamotearon sus partidos y son causa de su deslucimiento. Damián Zepeda ya dijo que fue un error esa alianza con el PRI. ¡Vaya! hasta que ¡por fin! aparece una cabeza sensata. Esta columna lo ha dicho: la gente rechaza al PRI. Gálvez venía con el PRI. Si no entienden lo elemental, está perdida. Si no traes agenda ni propuesta, la derrota está cantada.
En esa mayoría que votó a favor de Sheinbaum de pleno derecho, no entran las gracejadas de Calderón y Fox. Dos payasos de la democracia que hace ya mucho que quemaron su escaso bono democrático con las zarandajas que dicen a diario. No cabía esperar de ellos institucionalidad y respeto en sus reacciones al triunfo de Sheinbaum, reacciones que son deplorables por descerebradas.
¿Qué López Obrador intervino y no les ofende el padrinazgo de Claudio X. González? No hay pruebas de que una Mañanera influya en el voto de nadie ni guíe el sentido del voto de los electores. La oposición evade culpando a López, enfrentarse a su realidad. Evade la autocrítica. Fue votada en contra 2 a 1. Punto. Eso no se consigue ni con los dichos de López ni con programas sociales. No logras 35 millones de votos por voz presidencial. Sí con el descrédito opositor hecho por ellos mismos.  Lo que pasa es que entre esos partidos y sus simpatizantes hay nula autocrítica. Nula. No están dispuestos. Mejor. Así la hacemos contra ellos, los demás. No quieren reconocer que la campaña anti-López Obrador sostenida 6 años a base de insultos a López, a Morena y a sus simpatizantes, fracasó rotundamente y seguirá fracasando por ser descerebrada y clasista. Por eso, no sorprende que la sostengan. Porque tampoco se les da un plan B que implicara la autocrítica a la que eluden como opositores y se han negado por 6 años. Allá ellos. Que sus vanas esperanzas de 2021 las quemaron con su postura opositora boicoteadora.
Opositores reconózcanlo: son una pésima opción sin propuesta, su candidata una improvisada, a cargo de una campaña deshilachada y la gente rechaza las siglas PRI y PAN, esta última por mimetizarse con el PRI. Son los únicos responsables de su derrota. Y Zambrano…Zambrano es un impresentable y con mucho menos legitimidad que Sheinbaum. Claman los opositores que Sheinbaum es poderosa y le dieron todo el poder los electores. Va. Es su derecho dárselo. Con la ley en la mano. Con reglas aprobadas por PRI y PAN. Esos que las lloran en el resultado obtenido desde 2018. Ya lo de nacer un nuevo régimen es una exageración que solo apunta a legitimar la narrativa burda de querer convencernos el nacer una dictadura con el gobierno Sheinbaum, lo cual es una trampa discursiva.
Sin ocultar su torpeza y su clasismo, fingiendo demencia y así para no entender porqué la opción Gálvez impuesta por el señor X y no por sus “votantes” a la nominación, fue rechazada en las urnas por ciudadanos ahora sí informados e inteligentes en un dos a uno, con 35 millones de votantes – incluidos clase media y media alta votando más a Sheinbaum que a Gálvez– que no sostiene un fraude, ahora impugnarán.
Ni en esa narrativa son originales. Eso comprometería al INE que, dicen, no se toca. Su necedad de fraude implicaría que son impolutos y no lo son. Su discurso es inatendible. No cabe duda que la oposición ni entendió 2018 y pinta para no entender 2024 y eso ya es de diván.
Irresponsable, Marko Cortés señalando fraude, siendo el sepulturero del PAN, cuando la única ilegítima candidatura fue la suya, candidato único a dirigirlo. En cuanto a Gálvez, ese no salir, ese luego y tardío reconocer su derrota. Luego desdecirse y clamar impugnación pero  llamarle a Sheinbaum la víspera muestra falta de carácter y ser títere de quienes la colocaron en ese papelón que fue su derrotada candidatura.
No merece ponerle mayor atención al proceder opositor. Perder unas elecciones presidenciales 2 a 1 colocando en plan postración, desbibujando a la oposición con apenas, unos cuantos triunfos sí advierten la realidad. Reducidos a minorías gracias a las reglas que en 2014 fueron aprobadas por el PRI y con el PAN.
¿Será que cuando PRI y PAN hoy balbucean que Morena gano muchos cargos, lo que en realidad les fastidia no es los muchos, sino que no los ganaron ellos? todo indica, dado que Morena actuó con las reglas legales que PRI y PAN aprobaron en 2013 y publicaron en 2014 y, muy importante, por tanto este triunfo fue legal y por voluntad de los electores.
El fantasmón del fraude por no haber ganado, –cosa sucedida por culpa d elamisma oposición–  nos recuerda lo dicho: Gálvez es una pésima candidata.
Por último, mientras la oposición en su ceguera, su clasismo, su incapacidad de renovarse –ahí los tienen, otra vez los mismos, otra vez van de pluris los Markos, los Alitos, los Beltrones, los Anayas– seguirá perdida y en el Estado de México las coaliciones PAN-PRI fracasaron otra vez y corruptas e ineptas, las echaron de Tlalnepantla, Naucalpan e Izcalli, varapalos a la soberbia panista de hablar de un artificial “corredor azul” de malos gobiernos panistas por coaligarse con el PRI. Menudo corredor de gobiernos ineptos.
Por lo pronto, Sheinbaum es la más votada en la Historia. Superó a López y mandó a la lona a Claudio X. González y a Gálvez. En ese orden. Por el voto ciudadano que liberó a México del factótum que apadrinaba a Gálvez. Total, los simpatizantes de Gálvez debieran recapacitar que están convocados el 2 de julio a votar, así lo dijo Gálvez. Ojalá que acudan en tropel otra vez a votar por ella. Ya nos avisarán el resultado. 2 de julio dijo Gálvez en su día, no lo olviden.