Ahora que desde la corriente de fundadores del movimiento del expresidente Andrés Manuel López Obrador se ha impugnado la afiliación a Morena del secretario técnico del grupo parlamentario de ese partido en el Senado, Nicolás Bellizia Aboaf, al tiempo que crece en todo el país el rechazo al ingreso de los Yunes al partido guinda, vale recordar que en Tabasco, la tierra de AMLO, ya hay «Yunes».
El rol que está teniendo en la puesta en escena la gobernadora vercruzana Rocío Nahle y su homólogo oaxaqueño Salomón Jara Cruz lo jugó hace unos años en Villahermosa el ex candidato a la gubernatura, Raúl Ojeda Zubieta, quien desde el inicio de la administración de Adán Augusto López Hernández ya alertaba del peligro de que entraran figuras del PRI con un pasado altamente cuestionado.
Curiosamente fue Adán López, cuando era gobernador de Tabasco, quien metió al instituto político fundado por el de Macuspana a priístas señalados por haber combatido al propio López Obrador.
Curiosamente porque es el ahora presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado quien apadrinó a los Miguel Yunes, padre e hijo, por la coyuntura de la reforma judicial aprobada con el voto 86 del impresentable personaje.
Yunes papá le llamó «loco» a AMLO, y otro de los ex priístas que el líder cameral llevó a Morena fue el encargado a principios de los 90 de alimentar en Villahermosa la versión condensada en un libelo de que el expresidente «asesinó» a su hermano.
Así como analistas de la capital del país vaticinan
que el patrocinio de López Hernández le servirá a los Yunes para conquistar la gubernatura de Veracruz en 2030 con los colores de Morena, así es posible observar que los priístas que llevó aquel al morenismo tabasqueño ahora están convertidos en «caballos de Troya» para derrocar al gobierno de Javier May Rodríguez, el primer jefe del Ejecutivo local no surgido del tricolor sino del movimiento lopezobradorista.
El martes de la semana pasada, un fundador del movimiento lopezobradorista en Tabasco le pidió al CEN morenista que le niegue la afiliación al priísta Nicolas Bellizia, secretario técnico de la fracción guinda en la Cámara Alta.
El tabasqueño Bellizia entró al partido en el poder, al menos de manera informal, en 2021 que Adán López fue nombrado secretario de Gobernación y lo llevó con él a la Ciudad de México, pese a que meses antes había sido candidato a presidente municipal de Centla por el PRI.
Su impugnador, Luis Alberto Méndez May, lo acusa de que cuando fue alcalde priísta reprimió y metió a la cárcel a indígenas que formaban parte del movimiento de López Obrador.
«En mi calidad de militante fundador de Morena en Centla, Tabasco, hago uso de mi libertad de expresión para exigir al Comité Ejecutivo Nacional y estatal de mi partido, para que reconsideren la afiliación a mi partido de Nicolás Bellizia Aboaf», dijo Méndez May en un comunicado difundido en sus redes sociales.
Agregó que el vinotinto «debe cuidar y preservar sus principios e ideales y no seguir aceptando a corruptos y represores».
Los priístas cercanos a Adán López impugnados por Raúl Ojeda lograron cargos en gobiernos de Morena: Juan Carlos Castillejos fue secretario técnico en la administración interina de Carlos Merino Campos, quien es titular de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Castillejos actualmente se desempeña como coordinador de Planeación, Comunicación y Desarrollo Estratégico de ASA, y fue el autor de la especie de que AMLO es fraticida.
Asimismo, el ex presidente del PRI tabasqueño, Adrián Hernández Balboa, es director general de Promoción en la Secretaría de Educación federal.
Otro de los impugnados es Juan Molina Becerra, quien funge como asesor de la bancada tabasqueña en la Cámara de Diputados federal.
Bellizia, Castillejos y Hernández Balboa, priístas, fueron llevados a Morena por López Hernández.
Los cuatro son señalados de aliarse con la oposición contra la administración morenista de Javier May.