Finalmente lo logramos, los mexicanos destruimos nuestro Estado de Derecho, nuestra
democracia, nuestra República, nuestras libertades y nuestra oportunidad de tener el
anhelado Bien Común, que nos permitiría vivir con dignidad con nuestras familias,
realizando nuestras vocaciones y nuestros sueños, con pleno bienestar y felicidad.
Sí, así lo digo; lo logramos los mexicanos, porque todos somos culpables de ello, por
acción, y principalmente, por omisión. Permitimos que los partidos de oposición se
corrompieran, dejamos que transcurriera la corrupción en nuestros gobiernos, nos
dejamos ir por la ilusión del demagogo que nos prometió el oro y el moro, diciéndonos
que todo cambiaría para bien y le hicimos caso, a pesar de toda la evidencia de su
priismo acendrado, su trayectoria de vida de porro, y de su hipocresía en su actuar en
el gobierno.
También, no dejamos ir por los efímeros paliativos que otorgan los programas sociales,
dando el voto que dieron mayorías relativas al régimen de morena (sí, así con
minúsculas como ellos mismos lo denominaron en sus documentos fundacionales).
Así, el gobierno de morena, pobló al INE y al Tribunal Electoral, para que diera el Golpe
de Estado necesario para aprovecharse del Estado Mexicano y cambiara la
Constitución para destruir a nuestras instituciones, a los organismos autónomos y a la
independencia del Poder Judicial, para otorgar a la Presidencia de la República un
poder absoluto, sin restricciones ni contrapesos.
Pues veamos cuáles son las consecuencias de toda esta destrucción.
1. La vida cotidiana, en principio y en apariencia no cambiará de inmediato.
2. Pero, cuando un ciudadano, empresa u organización se confronte en un
conflicto, ya sea entre particulares o con el gobierno, nada será igual que antes.
Veamos:
a) ¿Qué pasará en un conflicto entre particulares?, la parte que tenga mayor
cercanía con el gobierno indudablemente que saldrá ganando ¿Quién
pierde? Para variar, el débil, el pobre, el que no tiene relaciones ni recursos.
b) ¿Qué sucederá en un conflicto con el gobierno? Lo más seguro es que
pierda el particular, a menos de que exista algún conflicto entre actores de
gobierno que permita que el actor más poderoso prevalezca; claro con costos
altos que pagar para el particular afectado.
3. Los derechos humanos no serán respetados en general, sobre todo si existe un
interés particular en el gobierno de que no se respeten. Por lo que los
ciudadanos estaremos a la merced del gobierno en el ejercicio de nuestros
derechos fundamentales, como la libertad de expresión, de reunión, de tránsito,
en la defensa de nuestro patrimonio, el derecho de ejercer libremente nuestra
profesión, oficio o negocio.
4. Las inversiones decaerán drásticamente, las únicas que prevalecerán serán las
de los grandes oligopolios y las de los monopolios que permanecerán coludidos
con el gobierno, y que abusarán de los consumidores con precios altos, malos
servicios y abusos de mercado.
5. La inversión extranjera se irá a otros lados, prevaleciendo la que se alíe con el
gobierno con corruptelas, para abusar del mercado y de la extracción de
recursos en colusión con los políticos del régimen.
6. Las elecciones regresarán a ser meros trámites disque para “legitimar” a los
funcionarios de “elección popular”, con las faramallas que hacía el PRI en el
siglo pasado.
7. Todo lo anterior nos llevará, eventualmente, a tener una gran crisis económica,
como las que sufrimos con el régimen priista, que les llegará a las bolsas de
todos los mexicanos.
¿Qué hacer?
I. Debemos resistir, organizarnos desde ahora, prepararnos para constituir una
oposición unida y estructurada.
II. Es necesario denunciar lo que está sucediendo en México, el mundo tiene sus
ojos enfocados en todos lados menos en México. Es patético que los grandes
medios internacionales se hayan dado cuenta de lo que estuvo sucediendo en
México con la propuesta de reforma del Poder Judicial, hasta pocos días antes
de la elección.
III. Debemos concientizar a nuestras juventudes de lo que se les viene encima,
principalmente a ellas, para que participen y se preparen a la lucha para la
recuperación de nuestra República.
IV. No dejarnos engañar con la retórica demagógica gubernamental y concentrarnos
en hacer lo necesario para quitarle el poder a morena lo antes posible, para
restituir a la República y a nuestras instituciones.
V. Hay que trabajar arduamente sin descanso para estar listos a dar las múltiples
batallas políticas que se avecinan.