Sí, cual detergente. No sabemos si para lavar su imagen, el dinero de sus militantes más destacados por corruptos, encarcelados o, de plano, la boca de quienes fueron convocados a no rendirse, sino a ir de rompebroqueles, actitud que la sociedad mexicana tiene pleno derecho a rechazarles al primer intento, parándoles los pies. Por ser una actitud violenta y que no extraña la convoque Romero, recordándonos que sugirió hace unos meses que solo faltaba la violencia para sacar a Morena. El 18 de octubre la ha convocado. Antes, cobarde, dijo a un medio “alguien debiera”. Hoy avienta a sus militantes a que den la vida. Fatal.
Con más goma en el pelo de la necesaria, los pantalones que no eran de su talla –chocando con los zapatos, la prueba– y descorbatado, pues las formas se han perdido; la elegancia y el saber estar, también y porque todo vale sin pudor ni miramiento; y porque los panistas no se ahorran un solo comentario o insulto sobre el físico de sus adversarios –dispensado así la obligación de medirse el resto con cualquier panista– Romero lanza un logo que rápidamente las redes han identificado parecido a un detergente. Ya luego fuimos viendo que eran los mismos ajados rostros, las mismas impresentables perchas y los mismos caraduras de siempre, que dentro y fuera del PAN lo han podrido y con ello, a toda propuesta sensata o interesante.
¿Qué hacemos después de tres elecciones presidenciales perdidas? Algo genial: cambiar el logo. “Uta”. Cuánta inteligencia. Lo que debieron cambiar era actitud, discurso de odio, soberbia y esos liderillos quemados de todas las edades, más quemados que un Judas en Viernes Santo y ahí estaban en primera fila, pero todo eso es imposible, ya se ve. El PAN no tiene remedio, pero tarde, muy tarde ofrece rehacerse y dejar las alianzas. Es verdad que tiene más chance de caer bien que los ladrones priistas, pero eso no le da más ventajas que a los morenistas, ya que no entrega mejores resultados. Y no, no por el efecto López Obrador, como balbuceaban justificando sus derrotas, no. Sino porque son y han demostrado ser igual de maletas que los priistas, gobernando. Apenas hace unos días le expresé el desmán que dejaron en el Periférico norte sus desaseados y corruptos gobiernos municipales panistas. El PAN no es opción porque tiene demasiados pendientes irresueltos. Y mucha cara para evadir sus responsabilidades.
Para que el PAN sea una opción, relanzado o no, debiera primero tener resultos los tantos pendientes que deja, empezando por los señalamientos como el de Romero y compañía de presidir un cartel inmobiliario. Romero repitió muchos mantras, los más bastante deshilachados.
Su tono lastimero no convence, pues si invitas a Aznar, a Lorenzo Córdova, Claudio X. González entonces no te estás renovando. No has entendido nada. No eres diferente ni cambiaste. ¿Solo te relanzaste? Va. Y en un foro chiquito como el Frontón México, chiquito como tu partido. Eso dejaron sus predecesores y el mismo Romero, cuya deslucida gestión invisibilizada tarea y desdibujado liderazgo, si apenas cabe decirlo así, no dan para más.
No, no puede ser opción un partido que, como el PAN, ha encubierto y sigue haciéndolo, a sus mentecatos liderillos y sigue dándole voz a un extraviado Fox. Imposible serlo. No, cuando sigue en la mentira, difundiéndola, y la propaganda barata e irresponsable que practica.
Romero hizo su acto lucidor, como monarca absoluto que maneja voluntades sin rechistar, no por liderazgo sino porque ya no entiende en su desesperación, cómo derrotar a Morena si no es convocando violencia. Reclamando un pasado perdido porque el PAN hizo un papelón gobernando (2000-12) y se alió al PRI gustosamente siendo el PRIAN. Se negaron al cambio, traicionándolo. Perdieron una valiosa oportunidad. Es un partido que desgobernando, jamás, nunca acabó de ser ni panista ni nada.
En su perorata del 18 de octubre, el panista Romero se queja de que Morena erigió un régimen (sic) al que pinta como lo peor. Mas olvida que si Morena gobierna es con las leyes electorales aprobadas por el PAN (2014). Y si gobierna también es porque el PAN ni supo gobernar ni mucho menos tener candidatos presidenciales serios, porque desde luego, no lo eran ni Anaya ni Gálvez y recordarle a los panistas que abandonaron, y traicionaron a Vázquez Mota y prefirieron votar a Peña con tal de frenar a López. Ahora toca tragar por lo menos, 12 años de Morena y son responsables de ello. ¿De qué valores se ufana Romero?
Habla de diálogo que no hay, pero no se le conoce ni a panista alguno y sus seguidores y funcionarios de sus siglas que se acerquen a dialogar. Y mucho menos que cedan en algo. Al PAN le oímos nada más un mensaje de odio cargado de mentiras, de propaganda barata y muy importante, oponiéndose a todo. A todo. ¿Es eso ser opción, dialogante y abonar a construir a México? No, y por eso siguen electoralmente en el hoyo y sin renovarse.
Total, mucho lloriqueo, mucha alharaca, mucho histrionismo soso y de bostezo, cuando no se risa, que ni entonó el necesario mea culpa ni recurre a autocrítica alguna. Todo fue reprochar a otros. Siguió con el lenguaje burdo, satanizando todo, rechazando todo, sin propuestas sensatas. Eso no es nuevo, eso es el PAN de siempre. Habla de contrapesos y autonomías que con el PAN se prostituyeron y con el PRI se defenestraron. ¿De cuál país hablan, a quién quieren engañar? El partido que buscaba el voto para Taboada vendiendo que le gustaban los tacos, porque ya no tenía nada mejor que decirle a los electorales.
Relanzamiento. Bien, es una excelente oportunidad de decirle que no se relanza lo que puede ya estar muerto. Cada medida que Morena ha tomado en el gobierno demuestra la corrupción panista en su momento. No han podido salvarla, no han podido revertir esa imagen los panistas, salvo Jorge Romero y su mundo de colores en su cabecita tropical. Y los que le aplaudieron y aplauden como focas, con o sin relanzamiento.
El régimen (sic), acusa, se aferra al poder. ¡Uy! este va de engañapastores. ¿Y el PAN qué quiere? Cuestiona a los que votaron por Morena desde el 18. Pero no cuestiona a sí mismo y su partido porqué se alejan tantos. Es lo mismo que el PRI cuestionando a los que se van Morena en vez esa de cuestionarse su podredumbre, causa de marcharse. Cínicos.
Callándose los graves casos de corrupción panistas, inocultables y existentes, prefirió irse por los espacios comunes de señalar al otro. Se ufanó de hacer política. No, pues gracias por la mediocridad que representa la del PAN. Menuda política hace si eso fuera política.
En plan misional, inapropiado, dice que hace la última llamada a la oposición para que materialicen una lucha contra Morena, sin nombrarla, en pocas palabras. Denunciará lo que hace ese régimen (sic) cuando sea ilegal o inadecuado. ¿Con la misma fuerza con la que se calla lo mucho que mal hace el panismo y tanto negativo nos sigue constando? Estamos.
Clama que mantendrá fidelidad a su doctrina –que está tan rancia, desdibujada hace lustros gracias a los panistas– ahora va buscando líderes ciudadanos –se dejaron ver Enrique De la Madrid, la Pagés, Acosta Naranjo, Gil Zuarth…– llamando a ser el defensor de México – ¿como Téllez, pidiendo la invasión yanqui a México?– y dos veces invocando a Dios en un entorno laico –violando las leyes electorales invocando conceptos religiosos y no aprenden– habla de la legalidad como eje. Dice que quiere país donde se puede pensar libremente luego de denostar a quienes han votado Morena desde el 18. No hay forma de entenderlo. Y habló de auténticos panistas cuando promete recibir a cualquiera. Es complicado. “Cuidaremos de México” a través del PAN. Sonó tan priista, tan paternalista.
Dice recuperar el partido –con o sin panistas– y eso suena a Amigos de Fox que terminó fatal. No entendieron, no aprendieron. Con apertura de ciudadanos no se entiende un panismo puro como el que quiere a su vez. De carne, chile y manteca. Abrir a cualquier persona y mientras, sin decirnos de qué tamaño es el partido en estos momentos, que fue lo que le dejó el zoquete de Marko Cortés. ¡Vaya forma de diluirlo!
Total, una farsa, la misma gata nada más que revolcada y sin decirnos porqué el PAN es mejor que otros. Elocuente. Eso es muy importante. Se entiende porqué se lo calló.
En cuanto a las alianzas, luego de septiembre y octubre con dimes y diretes de un Alito cada vez más hundido por señalamientos de corrupción y su putrefacto partido en la lona, el viraje de Romero en octubre de 2025 solo está pintando al PAN como esa caricatura estupenda de un bote partido donde semihundido, el PAN sobresale por la proa, pero en plan hundimiento por no cambiar en nada. Irresponsable dijo que dieran la vida si el régimen (sic) se aferra al poder, perdiendo. Lo que no nos dijo es ¿y si ganara Morena, venciendo al PAN?… al tiempo. Que le quede claro: a nadie no panista deja boquiabierto.








