ONU y UNICEF lanzan programa para proteger a niños ante números históricos de migración

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El número de migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México este año está en camino de ser el más alto en 20 años, un aumento que incluye un incremento en los niños no acompañados.

Ante la situación, la Agencia de la ONU para los Refugiados y UNICEF anunciaron el lanzamiento del proyecto de Promoción global de mejores prácticas para niñas, niños y adolescentes en situación de migración.

La iniciativa busca reforzar las estructuras de atención y protección de la niñez y adolescencia en situación de movilidad humana en México, El Salvador, Zambia y África del Sur, y cuenta con la financiación de siete millones de euros aportados por la Unión Europea. Este proyecto de cooperación sur-sur comporta un intercambio de conocimiento y buenas prácticas entre países durante los siguientes 30 meses.

En México, el proyecto continuará promoviendo la reciente reforma de la Ley de Migración y la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, mediante el fortalecimiento de los sistemas de protección para mejorar las opciones de cuidados alternativos, y reforzando las capacidades de recepción de familias con niños, niñas y adolescentes, la respuesta de salud mental y apoyo psicosocial, y la prevención de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad.

El plan se pondrá en marcha en los estados mexicanos de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Tamaulipas y Veracruz en colaboración con los gobiernos federal y estatales, y en coordinación con diversas instituciones y organizaciones de la sociedad civil.

“Los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes migrantes viajan con ellos y deben protegerse en todo lugar y en todo momento. Para fortalecer las instancias y los mecanismos encargados de protegerles, entre ellos brindar opciones de cuidado y de apoyo psico-emocional, es necesaria la suma de esfuerzos de todos los sectores involucrados”, señaló el representante de UNICEF en México, Christian Skoog.

La COVID-19 disminuye el número de menores en movimiento, pero no los riesgos

Durante el año 2019, las autoridades mexicanas identificaron aproximadamente 52.000 niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad humana.

A lo largo de su camino, estos menores se enfrentan a diversos tipos de riesgos y violencia, como la sexual y la de género, la captación por redes de trata o crimen organizado, separación familiar, abusos, extorsión o secuestro, entre otros abusos. Al mismo tiempo, afrontan una variedad de obstáculos para poder acceder a sus derechos y a mecanismos adecuados de protección internacional, sin importar si viajan con sus familias o no acompañados

“El número de niños solicitantes de asilo ha aumentado a nivel mundial y también en México. Sin embargo, no se identifica a muchos de los niños, niñas y adolescentes que llegan a México y necesitan protección internacional como refugiados. Son particularmente vulnerables frente a diversos riesgos durante el desplazamiento. El lanzamiento de este proyecto es muy oportuno y brindará un apoyo importante en la implementación de la reciente reforma legal que prohíbe toda detención migratoria de niños, niñas y adolescentes”, señaló el representante de la Agencia de la ONU para los refugiados en México, Mark Manly.

Aunque el cierre de fronteras debido a la pandemia de COVID-19 hizo disminuir las cifras, el escenario para los menores que se desplazan deviene aún más vulnerable, debido al confinamiento y a la reducción del acceso a servicios básicos como salud y educación, las limitaciones en un gran número de albergues y a las restricciones en el acceso a medidas de protección.

Sin embargo, el flujo migratorio ha vuelto a incrementarse durante los últimos tres meses estableciendo nuevos desafíos.

“Esta iniciativa de UNICEF y ACNUR, en favor de la protección de niñas, niños y adolescentes migrantes, se une a otros proyectos auspiciados por la Unión Europea en México en favor de los derechos de las personas migrantes que buscan la integración de las personas con necesidades de protección internacional a través del trabajo, la asistencia y reconocimiento de derechos de las personas migrantes, su atención en situaciones de emergencia, la trata de personas y la atención de las causas de la migración en los países de origen”, destacó Jean-Pierre Bou, embajador adjunto de la Unión Europea.

¿Qué sucede cuando un niño migrante llega a la frontera?

Se supone que los niños deben ser transferidos fuera de la custodia de CBP a refugios administrados por el HHS en un plazo de 72 horas.

Pero cuando el espacio en los refugios es limitado, los niños pueden quedarse atrapados en los centros de detención fronterizos durante períodos más largos, como está sucediendo ahora.

Las estaciones fronterizas fueron construidas para albergar a hombres adultos por períodos cortos y podrían representar un riesgo de salud COVID-19 para los niños y el personal si están superpoblados.

Una vez en los refugios, los niños pueden ser entregados a sus padres u otros patrocinadores, o colocados en hogares de acogida. Luego pueden buscar casos de asilo, buscar otras formas de permanecer en los Estados Unidos o potencialmente ser deportados, aunque es poco probable que eso suceda rápidamente.

Estados Unidos eliminó solo el 4% de los aproximadamente 290 mil niños no acompañados que ingresaron al país desde el año fiscal 2014 hasta el año fiscal 2019, según datos del Departamento de Seguridad Nacional de EU (DHS).