- Crítica sostiene que la creación de Guardia Nacional y programas sociales para evitar que jóvenes vayan al crimen aún no tienen resultados para el gobierno de López Obrador.
- Crimen organizado está enfocando en ganar control sobre los gobiernos y economías municipales, según el diario.
Desde la perspectiva del diario norteamericano, The Washington Post, la violencia en contra de candidatos es una clara muestra de que el crimen organizado busca incidir en las elecciones mexicanas del próximo domingo 6 de junio para controlar territorios locales.
Incluso, calificó que México viva una de “campañas electorales más violentas en los tiempos modernos”, donde los cárteles de la droga se estaban enfocando en ganar control sobre los gobiernos y economías municipales.
Bajo el título Mexico’s deadly elections: Crime groups target candidates in a fight for turf, la publicación establece que “Los ataques a candidatos reflejan un esfuerzo más amplio de los grupos criminales para ejercer control en México”, escribe Mary Beth Sheridan en su reportaje “Las mortales elecciones de México: los grupos criminales apuntan a candidatos en su lucha por el territorio”.
“La campaña se ha convertido en una clara ilustración de la búsqueda de organizaciones criminales para expandir su control del territorio de México”, agregó.
El rotativo aseguró que la violencia se había centrado en contiendas locales, como puestos de alcaldías, y ejemplificó con la carrera por Taxco, donde al menos tres de los candidatos son protegidos por guardaespaldas y uno más dejó la campaña luego de ser secuestrado.
Consideró además que las medidas tomadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador no se han traducido en una situación más segura, pese a que ha prometido seguir brindando seguridad durante las elecciones.
“López Obrador se jacta de que la tasa de homicidios de México se ha estabilizado después de varios años de crecimiento explosivo”, escribió Sheridan.
“Pero sus políticas, que incluyen una nueva Guardia Nacional y programas sociales para evitar que jóvenes vayan al crimen, no han reducido sustancialmente el número de asesinatos”.