Destapan en Canadá red de abusos y discriminación contra inmigrantes

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  • Entre abril de 2019 y marzo de 2020, Canadá encerró a 8 mil 825 personas de entre 15 y 83 años, 1 mil 932 de ellas en cárceles provinciales.
  • Organizaciones como Human Rights Watch señalaron graves violaciones de derechos humanos en el contexto de la detención migratoria.

 Canadá encarcela cada año a miles de personas, incluidas personas con discapacidad, por motivos relacionados con la migración en condiciones que frecuentemente son abusivas, señalaron las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional en un informe conjunto elaborado en ocasión del pasado Día Mundial de los Refugiados, el 20 de junio.

El informe de 100 páginas, titulado “‘I Didn’t Feel Like a Human in There’: Immigration Detention in Canada and Its Impact on Mental Health,”(“‘No me sentía un ser humano allí’: Detención migratoria en Canadá y su impacto en la salud mental”), documenta cómo a las personas detenidas por cuestiones de inmigración, incluidas las que huyen de contextos de persecución y que solicitan protección en Canadá, son regularmente esposadas, encadenadas y mantenidas con poco o ningún contacto con el mundo exterior. Sin fechas ciertas y definidas para su liberación, estas personas pueden permanecer detenidas durante meses o incluso años. Muchas son enviadas a cárceles provinciales, con la población carcelaria común, y con frecuencia son recluidas en régimen de aislamiento. Las personas con discapacidad psicosocial —o con condiciones de salud mental— experimentan discriminación durante todo el proceso.

“El abusivo sistema de detención de migrantes de Canadá plantea un drástico contraste con la rica diversidad y los valores de igualdad y justicia por los cuales este país es conocido en todo el mundo”, señaló Ketty Nivyabandi, secretaria general de Amnistía Internacional Canadá. “Amnistía Internacional y Human Rights Watch hacen un llamado a las autoridades canadienses para poner fin al tratamiento inhumano de personas en el sistema de protección de migrantes y refugiados, poniendo gradualmente fin a las detenciones de migrantes en Canadá”.

La investigación incluyó 90 entrevistas con inmigrantes que habían estado detenidos y con sus familiares, expertos en salud mental, académicos, abogados, representantes de la sociedad civil y funcionarios públicos. Los investigadores también consultaron informes y documentos de la ONU sobre el tema, así como documentos gubernamentales no publicados que se obtuvieron a través de 112 pedidos de acceso a la información.

“El abusivo sistema de detención de migrantes de Canadá plantea un drástico contraste con la rica diversidad y los valores de igualdad y justicia por los cuales este país es conocido en todo el mundo”, recalcó Ketty Nivyabandi.

Las personas detenidas por motivos migratorios no están acusadas o condenadas penalmente, pero muchas son sometidas a las condiciones de confinamiento más restrictivas del país, lo cual incluye cárceles provinciales de máxima seguridad y reclusión en régimen de aislamiento. Son esposadas, encadenadas, registradas y confinadas en espacios extremadamente pequeños, con rutinas rígidas y bajo vigilancia constante.

Entre abril de 2019 y marzo de 2020, Canadá encerró a 8 mil 825 personas de entre 15 y 83 años, 1 mil 932 de ellas en cárceles provinciales. En el mismo período, otros 136 niños y niñas fueron “alojados” en centros de detención para evitar separarlos de su familia detenida. De estos niños y niñas, 73 tenían menos de 6 años. Human Rights Watch y Amnistía Internacional determinaron que, desde el año 2016, Canadá ha mantenido retenidas a más de 300 personas por motivos migratorios por más de un año.

Las organizaciones señalaron que la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (Canada Border Services Agency, CBSA) sigue siendo la única, entre los principales organismos encargados de hacer cumplir la ley, que no es supervisada por autoridades civiles independientes. La no supervisión del amplio mandato en el ejercicio de las facultades de la CBSA, repetidamente ha resultado en graves violaciones de derechos humanos en el contexto de la detención migratoria, señalaron Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

Curiosamente, Canadá se precia de recibir a refugiados y personas llegadas de distintas latitudes con los brazos abiertos, a pesar de ser uno de los pocos países del norte global en el cual las personas que buscan seguridad corren el riesgo de quedar detenidas por tiempo indefinido.

Las personas detenidas por motivos migratorios que pertenecen a comunidades de color, particularmente las personas afroamericanas, parecen quedar privadas de la libertad por períodos más largos, a menudo en cárceles provinciales. En 2019, la mayor parte de las personas detenidas por cuestiones migratorias que permanecieron privadas de la libertad por más de 90 días provenían de países de África.

“En Canadá, no debería haber lugar para el racismo, la crueldad y las violaciones de derechos humanos contra personas que lleguen a este país buscando seguridad y una vida mejor”, señaló Nivyabandi. “Instamos a Canadá a firmar y ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura para prevenir estas violaciones en el futuro, y a abrir los centros de detención para que sean inspeccionados por veedores internacionales”.