¿Qué “Alito” se queda? ¿Y entonces qué con Alejandro Murat? ¿Y Ulises Ruiz?

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En el contexto del conflicto interno del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) anunció que desempeñará doble función al mismo tiempo: Continuar como presidente del Comité Ejecutivo Nacional hasta el vencimiento de su periodo (en 2023) y ejercer como diputado federal en la próxima integración de la Cámara Baja.

Según él, tiene “todo el tiempo del mundo (y) mucha energía”. Casi casi un Superman. O como dice la vox populi, puede “hablar y comer pinole al mismo tiempo”.

¿Y qué dirá la militancia priista? Porque buena parte de ésta de diversas entidades del país se encuentra seriamente inconforme no solamente con los resultados electorales del pasado seis de junio, sino con el acaparamiento de posiciones por la cúpula representada por “Alito”.

Una militancia que en estos momentos tiene una camisa de fuerza porque la cúpula priista posee el control legal del partido, pero en los hechos ocurre cosa distinta. Incluso, la disidencia encabezada por el exgobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz y Nallely Gutiérrez ha venido sumando simpatías.

Amén de la generalidad de la militancia, ¿qué dirá el actual Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, sobre la pretensión de Moreno Cárdenas de realizar doble función al mismo tiempo? ¿El campechano no le va a dejar la presidencia del CEN?

Ya ven que voces priistas han promovido a Alejandro Murat para presidir el PRI nacional cuando concluya su sexenio como mandatario estatal: En diciembre de 2022. O, incluso, antes, de darse las condiciones. Es más, hace mucho tiempo se ha dicho que hicieron llegar a “Alito” al partido para en su momento ser relevado por su tocayo.

Aunque en círculos priistas hoy se habla de la posibilidad de que Alejandro Murat sea premiado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en el Gabinete Federal, al concluir su mandato como gobernador o antes de ser posible.

Pues si fuese antes, se evitaría la pena de entregar la estafeta de la gubernatura a Morena siendo el jefe político del priismo oaxaqueño. Pero miren, en política se tragan sapos. Sin embargo, en el caso de Alejandro Murat más que pena sería gloria porque su corazón le pertenece al partido fundado por AMLO, según dicen.

En fin, también dicen existir la probabilidad de que una vez asumida la diputación federal, “Alito” solicite licencia para continuar en el PRI nacional con el propósito de posicionarse para la sucesión presidencial, compitiendo internamente con Alfredo del Mazo y Miguel Ángel Osorio Chong, entre otros.

¿Y ULISES RUIZ? 

Ulises Ruiz Ortiz por el momento va por la militancia priista inconforme de diversas entidades federativas para sumarla a su movimiento.

Pues con el levantamiento del plantón del grupo disidente encabezado por él y por Nayelli Gutiérrez, no ha terminado el conflicto interno en el PRI.

Porque “el PRI no es el edificio, es su gente, su militancia”, como bien dice el presidente nacional de este partido, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”).

Ulises Ruiz, según ha dicho él mismo, no pretende por ahora dirigir al PRI, sino refundarlo. Algo así como sacar a la actual cúpula para renovar absolutamente toda la estructura priista, empezando con el Comité Ejecutivo Nacional, la Asamblea Nacional, el Consejo Político, sectores y organizaciones, así como Comités Estatales.

Su proyecto es a futuro.

Por el momento aspira a despertar a las bases priistas de su letargo, sumar a la disidencia y trabajar en la conformación de un Frente Ciudadano Nacional.

Y vaya que sí tiene tierra fértil donde trabajar porque ciertamente hay inconformidad de la base priista con la dirigencia encabezada por “Alito”, quien, por cierto, hace cuentas electorales alegres así como presumiendo su eficacia como presidente nacional del PRI.

Nada más lejos que eso.

Comparando los resultados de 2018 con las recientes elecciones del seis de julio, dijo que este partido pasó del 8% de intención del voto al 18%; de 45 diputados federales a 71; y de 7 distritos de mayoría a 30 ganados.

Pero no dijo como PRI, este partido solamente ganó 11 distritos electorales federales del total de 300, que gracias a la coalición con el PAN y el PRD ganó alrededor de otros 20 y que tendrá unos 40 diputados federales plurinominales. O sea, sus triunfos directos apenas si rebasan la decena.

Además, el Revolucionario Institucional no ganó ninguna de las 15 gubernaturas que se jugaron en julio pasado; por el contrario, perdió ocho: Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Zacatecas y Campeche.

¿Cuántas gubernaturas le quedan al PRI? Solamente cuatro: Estado de México, Coahuila, Hidalgo y Oaxaca. Y según proyecciones de casas encuestadoras como Integralia Consultores, en 2022 el PRI podría perder otras dos: Hidalgo y Oaxaca, las cuales podría ganar Morena.

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