Lástima que en su artículo publicado el lunes en El Universal, el senador Ricardo Monreal no haya sido tan explícito sobre su propuesta de reforma electoral como sí lo fue en el borrador que “alguien filtró” a los medios de comunicación.
En hora buena la filtración, porque la propuesta es sumamente interesante. Quizá transite en el Senado de la República donde él tiene el control, pero quien sabe si pase en la Cámara de Diputados en la Legislatura entrante.
Casi todos sus planteamientos para una reforma “de gran calado” implican modificaciones constitucionales, para lo cual se necesita mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso de la Unión; además del aval de la mayoría de los congresos locales.
Difícilmente la oposición querrá borrar de un plumazo los avances en materia político-electoral y, por ende, democráticos; avances que empujaron muchos personajes cuando militaban en partidos de izquierda (PRD y anteriores), y que hoy militan en Morena, donde el control, por cierto, lo tienen ex priistas.
En su artículo, el senador Ricardo Monreal refiere que en la propuesta de reforma destaca: “La posible eliminación de escaños de representación plurinominal, renovar la integración del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), reducir el presupuesto destinado a partidos políticos y campañas electorales, modernizar el sistema electoral con la inclusión del voto electrónico, reformar figuras como el voto desde el extranjero y reforzar la confiabilidad en el proceso de conteo de votos y la sanción del proceso electoral.”
Además, la ley reglamentaria para la revocación del mandato, para la cual Morena no pudo lograr un periodo extraordinario con las y los diputados salientes.
Todo suena bien. Pero demasiado cargado en beneficio del partido en el poder. ¿O no? Por lo menos así se infiere cuando se leen los términos de la propuesta “filtrada”.
En ella plantea la eliminación de los 128 senadores plurinominales y reducir de 200 a 100 las diputaciones electas por este principio (representación proporcional).
Suena tan bien que Monreal merecería un aplauso. Porque además de que somos un país sobre-representado, ciertamente el exceso de plurinominales es una fuerte carga económica para el Estado, el cual, al final de cuentas se sostiene con recursos públicos.
Sin embargo, eliminarlos en estos momentos resultaría poco prudente en términos del pluralismo político para efectos de la representación de las minorías; excluirlas sería retroceder y Morena sería el partido político que saldría ganando.
Vean nada más la composición de la entrante Legislatura de la Cámara Baja: Es con los plurinominales como la oposición consiguió más curules en la elección del seis de julio; entonces, eliminándolos representa el riesgo de que en 2024 México regrese a la era del partido hegemónico.
Aunque los partidos minoritarios deben ponerse las pilas. Está bien el pluralismo y su derecho de contar con representación política, pero también ya basta de la práctica de los partidos comparsa. Y de hecho, en la propuesta de Monreal no se elimina el derecho de las minorías, solo se acota, pues seguiría existiendo la figura del senador de primera minoría y cien diputaciones pluris.
La oposición debería tomarle la palabra a Morena y correr el riesgo. Ponerse a trabajar a ras de tierra para ganar en 2024 por lo menos la mayoría del Congreso de la Unión. Incluso, debería replantear los porcentajes de sub y sobre-representación, así como las fórmulas de asignación.
¿DESTITUCIÓN ANTICIPADA DE CONSEJEROS Y MAGISTRADOS?
Mala idea, además al vapor. Aunque para el senador Ricardo Monreal “uno de los puntos clave de la reforma será generar nuevos mecanismos que garanticen la independencia y la imparcialidad institucionales.”
Y plantea la destitución anticipada de los 7 magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para reducir la integración de la misma a cinco; así como destituir a los 11 consejeros del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) para integrarlo con 7 nuevos consejeros.
Suponemos que en ambos casos mediante un procedimiento diferente al actual.
Pregunta: Si la Sala Superior y el INE hubieran resuelto todo, pero todo, a favor de Morena, ¿en estos momentos también se estaría hablando de la destitución de magistrados y consejeros para conformarlos de nuevo (por no decir a modo)?
Como que para Morena la abyección de las instituciones es sinónimo de independencia e imparcialidad, por lo cual actualmente el TEPJF y el INE no responden.
Absurdo tras absurdo. Por un lado plantea ahorros reduciendo la integración del Tribunal y del Instituto, así como el financiamiento público de los partidos políticos y, por otro lado propone que los consejeros y magistrados destituidos “continúen percibiendo sus ingresos, hasta que concluyan sus periodos en el cargo, aunque no lo ejerzan”, a efecto de evitar que impugnen.
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