- El mandatario norteamericano insistió que su país terminó 20 años de conflicto en Afganistán y abrió una nueva era de diplomacia.
- De forma discreta, Joe Biden, prometió que pondrá “bajo control” la situación en la frontera con México.
Durante su participación en la Asamblea General de la ONU, el mandatario estadounidense, Joe Biden, reiteró su gobierno no busca una nueva “Guerra Fría”, en referencia a la creciente competencia con la otra gran potencia internacional, China.
“No buscamos, repito, no buscamos una nueva Guerra Fría. Trabajaremos con cada nación, incluso si tenemos intensos desacuerdos en otras áreas. Porque todos sufren las consecuencias de nuestras fallas”, indicó el mandatario en el estrado.
“Estamos en un punto de inflexión en la historia. Estoy aquí para mostrar cómo buscamos trabajar con socios y aliados. Queremos guiar el mundo hacia un futuro más próspero”, indicó Biden, el segundo jefe de Estado en dar su discurso después del brasileño Jair Bolsonaro, como marca la tradición. “Terminamos 20 años de conflicto en Afganistán. Abrimos una nueva era de diplomacia”, expresó, señalando que su gobierno propone un nuevo concepto estratégico para enfrentar los desafíos de seguridad.
“Nuestro poder militar debe ser el último recurso, no el último. No debe ser visto como la respuesta a cada problema. Las bombas y balas no defienden contra el Covid. Para enfrentar la pandemia necesitamos ciencia y voluntad política. Debemos actuar para que se vacune lo más rápido posible”, añadió, repasando las ayudas repartidas por Washington alrededor del mundo.
El mandatario hizo énfasis en la necesidad de tomar los “pasos necesarios para la siguiente pandemia, porque la habrá”.
También, resaltó la “mucha muerte y devastación por la crisis climática” que ha visto en el mundo recientemente. Por ello, alentó a hacer inversiones “verdes” para limitar la emisión de gases e impulsar las tecnologías sostenibles. En ese sentido, anunció que su gobierno se compromete a duplicar sus contribuciones financieras para combatir el cambio climático.
Por otra parte, mantuvo su compromiso en evitar que Irán no tenga armas atómicas, pero aseguró que respetará plenamente el acuerdo nuclear si Teherán “hace lo mismo”. También sobre Medio Oriente, dijo que el Estado palestino es la “mejor manera” de resolver el conflicto con Israel.
En cuanto a la defensa de Derechos Humanos y la democracia, expresó que el futuro pertenece a los que liberan el potencial de su gente, que les da la posibilidad de respirar libremente, no a los que los sofocan. “El autoritarismo proclama el fin de la era de la democracia, pero están equivocados. El mundo democrático vive en los activistas, en los periodistas”, dijo, y mencionó entre otros países a Venezuela.
El lunes, tras reunirse con el secretario general de la ONU, Biden afirmó: “Estados Unidos ha vuelto. Creemos en las Naciones Unidas y sus valores”. Así, mostró sus diferencias con su antecesor, Donald Trump (2017-2021), que siempre se mostró escéptico con el propósito del organismo y de hecho retiró a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y también de la Unesco.
Biden evita hablar de crisis migratoria
En contraste, y en medio de la llegada de miles de migrantes, en su mayoría haitianos, a suelo estadounidense, Biden no se refirió a la crisis migratoria que enfrenta el país.
De forma discreta, Joe Biden, prometió que pondrá “bajo control” la situación en la frontera con México, que han cruzado en los últimos días miles de migrantes, en su mayoría haitianos.
El presidente estadounidense respondió así a una pregunta sobre su reacción a las imágenes de la situación en la frontera, pero no está claro si su respuesta se refería al volumen de inmigrantes que se han congregado en la zona o a las fotografías sobre cómo les han tratado los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Una de esas fotografías muestra a un agente blanco de la Patrulla Fronteriza subido a un caballo que agarra de la camiseta a un inmigrante negro mientras aparentemente le golpea con lo que parece un látigo en la orilla estadounidense del Río Bravo, que separa ese país de México.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, tachó este lunes de “horrible” ese trato de los migrantes y afirmó que, si se confirma que los agentes llevaban látigos y golpearon a los indocumentados con ellos, “por supuesto que nunca deberían poder volver a hacerlo”.
Y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, aseguró este martes a periodistas que le pareció “horrible” ver “cómo trataban a esos seres humanos” los agentes de la Patrulla Fronteriza y que se está investigando el tema.
No obstante, el Gobierno de Biden ha comenzado a deportar a los más de 13 mil migrantes, en su mayoría haitianos, que han llegado en los últimos días a la ciudad de Del Río (Texas) y ha defendido que este “no es el momento” para que lleguen a Estados Unidos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, criticó duramente la decisión de Biden de deportar masivamente a los migrantes a Haití, sumido en una crisis tras el magnicidio y terremoto de los últimos meses.