Sigue haciendo corto la expectativa de la reforma eléctrica.
Por más que se le busca algún elemento positivo, que no sea la justificación política de quienes la impulsan, el panorama es de total incertidumbre.
No podemos apostarle a que los fantasmas del pasado determinen el presente y el futuro de una nación. ¿O sí?
El Congreso podría perder la oportunidad que hoy tiene de desempeñar su papel como contrapeso real del poder.
Las evaluaciones serias y técnicas llaman a la cautela y la prudencia. Una mala decisión política en el Congreso podría empujarnos hacia otra etapa económica y social adversa. Por si algo nos faltara.
Factores de riesgo
El contexto económico nacional no es el mejor.
El crecimiento económico en 2022 entrará en una etapa de desaceleración pues el rebote que favoreció la recuperación en 2021 comenzará a menguar en 2022 y ya no lo tendremos en 2023. Si en 2022 se espera un crecimiento del 3 por ciento del PIB, para 2023 no irá más allá del 1.5 por ciento.
Además de la expectativa de los apagones y el aumento en los precios de los consumidores, la incertidumbre en las inversiones podría repercutir en bajar más escalones en la calificación crediticia.
Tampoco puede dejarse de lado las presiones inflacionarias que podrían cerrar el año en 6.6 por ciento (Grupo Financiero Base). Para 2022 la inflación permanecerá por arriba del 4 por ciento. Si bien nos va comenzará a bajar la inflación en 2023 y hasta 2024 tendremos una inflación al 3 por ciento de acuerdo a la meta del Banxico.
Otro factor para considerar es el tipo de cambio que seguirá en un ambiente de volatilidad por factores externos, de tal manera que en 2022 la cotización del peso frente al dólar podría mantenerse arriba de los 20 pesos y quizá rebase los 21 pesos por dólar.
Deterioro del ambiente de negocios para México. Las empresas que tenían planes para invertir lo pensarán dos veces.
Se complica el panorama frente a los compromisos firmados en el T-MEC lo que podría ser muy contraproducente para el país.
La inversión Bruta Fija es uno de los indicadores que han encendido los focos de alarma, pues pese a la recuperación mínima observada en los últimos meses, de junio de 2018 al primer semestre del 2021 ha caído 15 por ciento y no se ve como para cuando revertiremos esa tendencia.
Uno de los aspectos más importantes para las empresas nacionales y extranjeras es la certeza jurídica, de tal manera que si no existe, simplemente no hay inversiones.
Factores adicionales.
A partir de noviembre la política monetaria en Estados Unidos vuelve a la normalidad, es decir, deja de inyectar recursos que mantuvieron a flote la economía durante la pandemia y se espera un aumento en las tasas de interés, lo que reorientará el flujo de capitales de inversión que antes estaban en las economías emergentes para aprovechar los beneficios de las tasas.
En México la tasa de referencia del Banco de México retomó su trayectoria alcista, está en 4.75 puntos y de acuerdo al vicegobernador Jonathan Heath, aún le faltan dos o tres subidas.
La salida de capitales de los valores gubernamentales es otro tema preocupante. El dato más reciente es que una cuarta parte de los fondos de inversión gubernamentales se han ido, pero como el volumen de la entrada de remesas es más alto, no le dan importancia.
La salida de capitales en México sumó 257 mil millones de pesos en 2020 lo cual fue un máximo histórico, no se descarta que en 2021 se rompa otro récord y siga la tendencia en 2022. Lo cual presiona a la inflación y a las tasas de interés.
Por cierto, mucho ojo, las remesas que cada año envían los connacionales no sustituyen ni la salida de capitales ni las inversiones.
La deuda externa tampoco está en los mejores términos que digamos. En 2018 la duda total del sector público era de 10 billones de pesos, para julio de 2021 llegó a los 12 billones. Y seguirá aumentando.
De por sí, hay dudas de que los proyectos estrella de este sexenio den frutos como la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.
Bajo este panorama, la única certeza es que aún no salimos de la crisis, así es que no baje la guardia ni se quite el cinturón de seguridad.
(Para la elaboración de este texto retomamos ideas y datos de la mesa de análisis virtual de El Financiero EF Meet Point, coordinada por Enrique Quintana y en la que participaron Gabriela Siller, de Grupo Financiero Base; Luis Foncerrada, economista de Credit Suiss y Alonso Cervera de AmCham.)
Columnómetro de Aquiles Baeza
1.- Soñar no cuesta nada…
Las propuestas que planteó la maestra Ifigenia Martínez al recibir la medalla Belisario Domínguez ante el Senado de la República, sobre todo la de crear un Consejo Económico y Social plural y democrático donde puedan escucharse todas las fuerzas representativas del país para responder al presente y futuro de la nación, arrancaron muchos aplausos y felicitaciones de los legisladores pues todos coincidieron en que son dignas de tomarse en cuenta.
Pero qué cree, nadie se comprometió a aterrizar la necesaria reforma fiscal que también sugiere doña Ifigenia.
2.- Hay ausencias injustificadas que calan. Lástima por doña Ifigenia que se quedó vestida y alborotada.
3.- Tome nota.
La alta inflación, los costos laborales y la reforma eléctrica son factores adversos a la recuperación económica, sostiene Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (El País, 04-10-21).
4.- Se apruebe o no la reforma eléctrica el gobierno no otorgará nuevas concesiones para explotar el Litio, dice #YaSabenQuién. ¿Entonces para qué tanto brinc
5.- El contraste. Mientras se debate una reforma que cierra la puerta a la competencia y a las inversiones, en León, Guanajuato se realizó exitosamente la Feria Mundial de la ciencia, la tecnología y la innovación, la Hannover Messe, con un propósito, impulsar la transformación industrial de México.
@Chucho_Sanchez