PAN: crisis sin fin

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Lejos de amainar y de dejar a un lado sus diferencias de opinión, los panistas insisten en darle la razón a todos los votantes que les dieron la espalda en la elección federal de 2018 y que los ha sacado de numerosos gobiernos estatales y municipales, al continuar la pugna interna por el control del partido, renuncias que favorecen a Morena y declaraciones que sólo reflejan que la dirigencia nacional decidió tirar la toalla para los comicios a gobernador del 2022.

 

Sálvese quien pueda

El PAN no sale de uno sin haberse metido en otro problema. Luego de la reunión con Vox –partido de ultraderecha español— que generó rechazo tanto al interior como al exterior del mismo, ahora su dirigente nacional Marko Cortés puso un clavo más al ataúd azul al afirmar en una reunión con militantes –cuyo audio fue filtrado a la prensa— que de las 5 elecciones a gobernador que tendrán verificativo el año que entra, sólo tienen oportunidad en Aguascalientes.

De inmediato el gobernador de la entidad, también militante panista, Martín Orozco, salió a reprobar dichas palabras y a aportar más elementos en contra del presidente nacional de su partido, en algo que se convirtió en una discusión en redes sociales.

Días más tarde, el 12 de noviembre, cuando se dio a conocer que el CEN panista había nombrado a varios militantes para que ayudarán en temas electorales de cara a los comicios del año entrante, Francisco Domínguez, ex gobernador de Querétaro, rechazó la invitación señalando que “por tercera ocasión reitero mi postura: no participaré en ninguna actividad con la actual dirigencia del PAN.

“No seré cómplice de la destrucción del partido ni en la extinción de la democracia y la libertad mexicanas”.

Un día después, la senadora Martha Márquez de Aguascalientes, dio a conocer su renuncia tras 18 años de militancia, debido a –argumentó— que cuando se le violentó políticamente su ahora ex partido no la defendió.

Pero no fue la única renuncia, pues otra senadora, Judith Fabiola Vázquez Saut también presentó su renuncia para cambiar de bancada a Morena.

En este caso, llama la atención que se trate de la suplente de Indira Rosales quien había anunciado a través de su cuenta de Twitter que pediría licencia para contender en la elección interna por la dirigencia estatal en Veracruz, buscando la secretaría general, y que en diciembre se reincorporará a la Cámara Alta.

Así, al menos por un mes el PAN tendrá una senadora menos, quedando la duda de cuántos legisladores más del blanquiazul estarán en secreto esperando el momento para cambiar de partido.

Y si no fueran ya suficientes noticias negativas para el panismo, uno de los aspirantes a la dirigencia nacional, Gerardo Priego Tapia, informó que la impugnación que presentó ante las autoridades electorales se mantiene y que podría provocar una reposición del proceso.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación informó el pasado 10 de noviembre que “la Sala Superior determinó, por mayoría de votos integrada por la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso, así como por los magistrados Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Alfredo Fuentes Barrera y el magistrado presidente Reyes Rodríguez Mondragón, revocar la determinación del órgano de justicia interna del PAN que negaba reconocer el interés legítimo de una persona militante inconforme, pues estima que todas y todos los militantes pueden impugnar cualquier acto relacionado con el proceso de renovación de las dirigencias partidistas. En el caso, un militante del PAN impugnó diversos actos relacionados con el proceso de renovación de la dirigencia nacional. De entre ellos, el registro del militante Marko Cortés Mendoza, pues alegó una falta de transparencia en las firmas que obtuvo su planilla. El órgano de justicia partidista desechó la queja al considerar que el militante no tenía interés legítimo para inconformarse, debido a que no fue parte del proceso al no haber participado como candidato. Por tanto, el registro de Cortés Mendoza no le habría generado alguna afectación a sus derechos”.

Así, el partido tendrá que atender la queja presentada y revisar el proceso interno de elección.

De la otra aspirante a dirigir el partido, Adriana Dávila, queda constancia de su artículo publicado en distintos medios en el que señala: “Hace falta más que una falsa gallardía para que la dirigencia nacional haga señalamientos sobre los ‘reproches políticos’ de quienes -según sus dichos- «se frotan las manos para que al PAN le vaya mal en las elecciones». Este no es un asunto de crisis interna, no son pleitos internos, no son rencillas caseras, los partidos debemos dar cuenta a la sociedad de lo que somos. Me parece que el problema no es de división, sino de visiones diferentes sobre la forma de enfrentar los retos partidistas y no es con la ‘resignación adelantada’ como debemos esperar lo que viene para los próximos procesos electorales. Ningún panista en ningún rincón del país jamás le apostaría a la derrota del partido, porque hacerlo sería tanto como apostarle a la derrota de México”.

@AReyesVigueras