El SARS-CoV-2, ¿de origen natural?

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El español Luis Enjuanes es un caballero de la ciencia, el valenciano prácticamente ha pasado 40 años manipulando virus y sobre todo coronavirus durante una ardua labor como miembro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y como director del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología.

En otras ocasiones ha sido distinguido con la Medalla del Principado de Asturias y otras distinciones proporcionadas por sociedades científicas; el más reciente reconocimiento a su exitosa trayectoria se lo ha concedido la Asociación de Amigos de la Universidad de Tel Aviv.

He podido entrevistarlo en exclusiva para mi nuevo libro que estoy escribiendo acerca de la geopolítica y la geoeconomía de la actual pandemia pero no me delimito solo a los hechos actuales, sino que parto de un todo que arrancó el 11 de septiembre de 2001.

En la opinión de Enjuanes, en España hay muy buena investigación: “Prácticamente llevamos 35 años trabajando solo con coronavirus lo que al laboratorio le daba una amplia ventaja, de hecho, fue el primero del mundo que consiguió sintetizar un coronavirus con técnicas de ingeniería genética y eso lo que hacía era dar una herramienta de trabajo muy importante porque podíamos manipular el genoma del virus”.

Esta tecnología, prosigue Enjuanes en su explicación, fue publicada en el año 2000 y significó un éxito porque había muchos países que trataban de conseguirla.

El problema técnico que había es que la ingeniería genética se hace con el DNA pero no con el RNA y entonces el paso previo a todo ello era hacer una copia del genoma RNA eso era muy importante y cuando se trataba de hacer dicha operación había fragmentos tóxicos que arruinaban los experimentos en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y muchos otros países. En España fue posible conseguirlo.

A este destacadísimo científico, le pregunté si el SARS-CoV-2 es un error, una manipulación que escapó de un laboratorio en Wuhan, a lo que respondió que él mismo se ha visto implicado en esta polémica porque en febrero de este año, un total de 24 científicos de todo el mundo, publicaron una carta en la revista The Lancet en la que señalaron que no tenían una posición concreta sobre si el virus era de origen natural o se había escapado de un laboratorio de la ciudad de Wuhan.

Propiamente del Instituto de Virología, como lo decía el expresidente Trump; sin embargo, para Enjuanes todos los datos científicos apoyaban que este virus había sido de origen natural, como los otros seis coronavirus hasta ahora conocidos… el SARS-CoV-2 es el séptimo.

 

A COLACIÓN

Enjuanes refirió que el Covid-19 tiene unas modificaciones muy particulares que le confieren una patogenicidad tremenda y un multitropismo: el mismo virus puede infectar muchos tejidos y todos los órganos desde el cerebro, el corazón, el hígado, los riñones, etcétera.

“Eso no es habitual, los virus suelen tener una especificidad de entropismo, los de la hepatitis te infectan el hígado pero no te infectan otros órganos y éste no, y eso obedece a la adquisición de una pequeñita secuencia proteica de cuatro aminoácidos que le introducía un sitio de corte por una proteasa; la maldad de ese sitio de corte es que la hace una proteasa que está en todos los órganos”, me dijo.

El decano detalló cómo se mueve el Covid-19 en el organismo: “De manera que si el virus te entra y te infecta pongamos el cerebro, cuando sale ya sale activado… esta activación consiste en que se corta proteicamente la proteína de las espículas esas proyecciones que salen hacia fuera del virus y claro te entre, donde te entre, lo normal es que te entre por el sistema respiratorio cuando sale de cualquier célula del pulmón ya sale activado y listo para entrar a cualquier otro sitio. Por eso es que este virus tiene más de 50 tropismos, puede infectar más de 50 partes de nuestro organismo y por tanto causar más de 50 patologías y combinaciones de las mismas”.

Acerca de las teorías de la conspiración en esta guerra biológica –como la calificó el presidente de Francia, Emmanuel Macron– para Enjuanes él no va a favorecer ninguna hipótesis que hable de un virus que se ha escapado de un laboratorio ya sea accidental o intencionadamente.

El investigador del CSIC se precia además de ser muy amigo de Shi Zhengli, subdirectora del Instituto de Virología de Wuhan, que ha hecho estudios de distintas especies de murciélagos y sus coronavirus.

“Además es muy interesante porque el coronavirus con el que ella trabaja precisamente no tiene esta secuencia de cuatro aminoácidos básicos que le proporcionan todas estas connotaciones peligrosas que he narrado”, en palabras del investigador español.

Y si alguien lo manipulase, le hubiese hecho dichos cortes y le metiese los 4 aminoácidos, ¿hay la tecnología, el conocimiento para hacerlo? Según Enjuanes esta técnica está al alcance de muchos laboratorios, sin embargo, él ha sido muy puntual en señalar que, en ingeniería genética, cuando se manipula un genoma se puede dejar huellas entonces habría que eliminar ciertos rastros para evitar ser pillado. Tengo la impresión de que viviremos por siempre con la duda y la sospecha en el bolsillo…

@claudialunapale