¿Cómo una persona que ha radicado en la Ciudad de México puede ganar una encuesta de preferencia electoral para la gubernatura de otra entidad?
Caso Layda Sansores San Román que de alcaldesa de Álvaro Obregón se convierte ahora en la candidata de Morena para la gubernatura de su natal Campeche.
¿Nunca perdió el arraigo? O sea, ¿a pesar de vivir en la capital del país desde hace mucho tiempo sigue en el ánimo de los campechanos? ¿Y ha seguido pendiente de Campeche? Algo así como reza el refrán ¿“un ojo al gato y otro al garabato”?
¿Cómo le hacen los políticos para siempre poseer el don de la ubicuidad?
En fin, el dirigente morenista Mario Delgado dijo que “tras un ejercicio democrático y transparente, Layda Sansores resultó ganadora en la encuesta para el estado de Campeche”, por lo cual desde ayer es la coordinadora estatal para la defensa de la Cuarta Transformación en la entidad.
Siembra institucionalizada, pues, para efectos de una campaña extra legal. ¿O no? Quizá buscando recuperar un poco de presencia en suelo campechano si acaso la perdió, no en el ejercicio legislativo cuando fue senadora en dos ocasiones y diputada federal, sino desde que se mudó a la Ciudad de México para ejercer la alcaldía de Álvaro Obregón.
Sus opositores deberían revisar los requisitos de elegibilidad para gobernador (a) de Campeche para verificar el cumplimiento de la residencia efectiva; a veces se pierde en el chapulineo de cargos cuando el servicio es ajeno a la entidad federativa.
Amén de lo legal, qué ganas de los morenistas de auto-engañarse. ¿En serio Layda es la mejor para la gubernatura de Campeche? ¿En verdad tiene preferencia en el morenismo de aquel estado? ¿La simpatía ciudadana? ¿O es demasiada la confianza de Morena en su fuerza electoral como partido político?
Allá los morenistas.
Por lo pronto, la opinión pública se ha preguntado por qué Mario Delgado omitió decir el nombre de la encuestadora y la metodología aplicada en el estudio demoscópico para la selección de la candidata campechana.
En el resultado tendría algo que ver aquél halago de Layda hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando en septiembre pasado le dijo: “Sólo cada cien años nace un líder como tú”. Ocurrió durante el evento de supervisión de las obras de ampliación de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México.
Cosas que se ven y se oyen. Cosas que no deberían replicarse por los protagonistas de la “Cuarta Transformación” porque eran prácticas priistas; sin embargo, como bien reza la vox populi: “Árbol que nace torcido, jamás su rama endereza”.
Layda también tiene su origen político en el PRI, aunque cabe precisar que a pesar de malas prácticas, no todos los priistas son malos. Ahora, igual se miden los morenistas, con sus honrosas excepciones.
Layda Sansores fue militante del Revolucionario Institucional, partido del que fue diputada federal plurinominal y senadora de mayoría relativa.
Más tarde –al cabo de 30 años de militancia– renunció a las filas priistas para aceptar la candidatura del PRD a la gubernatura de Campeche, cuya elección perdió. Luego se unió al Partido Convergencia, y posteriormente a Morena, partido que la postuló a gobernadora en 2015 y nuevamente perdió.
Así que la tercera es la vencida y será en 2021.
En fin, qué más da el chapulineo, la imagen y el trabajo abandonado en Álvaro Obregón, para Mario Delgado Sansores es algo así como la octava maravilla del mundo.
“Estamos muy orgullosos de Layda porque es una mujer congruente, de valores, que lleva años en la lucha democrática. Es una persona muy cercana al presidente de la República (Andrés Manuel López Obrador) y tiene gran experiencia de gobierno”, dijo el líder morenista.
Qué tal.
¿QUÉ VA POR TODOS LOS CONGRESOS?
Mario Delgado acaba de declarar que Morena va por los Congresos de todas las entidades federativas para darle continuidad a la “4T”. O sea, ¿el poder por el poder? Porque los morenistas no se han parado a ver si las reformas en verdad han impactado positivamente en la población en general.
Arengó: “Es momento de estar unidos y reorganizarnos. Si bien, los legisladores hemos sido pieza fundamental al sacar las reformas constitucionales que están cimentando la ruta para no tener más corrupción, tener un gobierno austero y eficaz, y para destinar las recursos públicos a la inversión social, es importante no confiarse y seguir trabajando para retener la mayoría en los estados y conquistar nuevos espacios”.
Debería darse una vueltecita por el estado de Oaxaca, donde la bancada de Morena se ha distinguido por su división interna y una acción en tela de juicio.
No les cae el veinte de que Morena gobierna desde el Congreso Local y no lo ha hecho bien, lo cual puede repercutir en la renovación 2021, a menos de que el triunfo lo basen a punta de compra de votos.
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