Aprobada por una mayoría plural de senadores, la reforma legislativa que obliga al Banco de México a captar dólares para sumarlos entre otras cosas a las reservas internacionales de México, provocó una dura reacción de esta institución y el resto del sector financiero, en la que se advierte que las “buenas intenciones” de los legisladores pueden convertir al banco central en una eficiente lavadora de dinero del narco y el crimen organizado.
Luego de considerar que los beneficios que los senadores dicen traerán estas reformas a operadores turísticos y a las remesas no existen, el Consejo de Gobierno de Banxico señaló:
“… (lo que sí es posible) es que ingresen flujos de efectivo provenientes de actividades ilícitas, con un riesgo importante para el sector financiero nacional en su interacción con el sistema financiero internacional”.
Banxico indica que hoy ese riesgo es casi nulo debido a que los bancos y financieras cuentan por si mismos con mecanismos de control, que en caso de aplicarse la reforma podrían desaparecer en detrimento de las operaciones constitucionales del Banco de México.
“… al imponerle la obligación de recibir dichos recursos en efectivo (a Banxico)… podría dar como resultado acciones cautelares y sanciones por parte de autoridades del exterior que incluyen, entre otras, la imposibilidad de llevar a cabo transacciones en moneda extranjera en sus jurisdicciones, y el congelamiento de cuentas y recursos e incluso la confiscación de los mismos”, lo cual sería un hecho gravísimo que expondría soberanía y confiabilidad..
“Por ello, es indispensable evitar que el riesgo de operaciones con recursos de procedencia ilícita sea transferido al Banco de México, Institución encargada de administrar los activos de reserva internacional del Estado Mexicano (cuyo nivel al 20 de noviembre equivale a 194,380 millones de dólares), dado que esto podría afectar, entre otros, la libre disponibilidad y control de tales activos, en perjuicio del cumplimiento de los objetivos del Banco Central y, por lo tanto, del país. Este riesgo también afectaría a las operaciones de agencia financiera y otras que realiza el Banco de México que requieren de su interconexión con el sistema financiero internacional”.
Esta visión fue apoyara no sólo por el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, considerado uno de los más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la 4T, sino por el senador Germán Martínez, quien hoy forma parte de la bancada de Morena.
Vía Twitter, Esquivel consideró que la aprobación de esta reforma por el Senado “es lamentable” y que espera que en la Cámara de Diputados se corrija la situación.
A su vez el expanista Martínez -quien dijo que el junto al menos otros 10 senadores de Morena se abstuvo- pidió “no jugar con la autonomía del Banco de México y llamó a los diputados a detener esta reforma hasta no hacer un análisis a fondo de sus repercusiones.
EL SENADO RESPONDE
De entrada, el Senado rechaza que la reforma obligue al Banco Central mexicano a adquirir dólares sin controles ni revisión previa sino todo lo contrario.
“Establece que las divisas que comprará el Banco serán solo las que deriven de operaciones vigiladas por la rigurosa aplicación del conjunto de disposiciones legales y normativas que permiten la estricta supervisión el sistema financiero mexicano y en particular de sus instituciones de crédito, por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, particularmente en lo referente a la prevención del lavado de dinero y las operaciones con recursos de procedencia ilícita.
“Estas medidas se han intensificado cada año conforme a los acuerdos y compromisos contraídos por nuestro país ante el Grupo de Acción Financiera Internacional desde al año 2000 y se intensificarán aún mas con la reforma aprobada”.
De igual forma el Senado niega que la reforma aprobada por 70 votos a favor y 23 en contra afecte la autonomía constitucional del Banco de México.-
El artículo 28 constitucional establece, indica el Senado, con toda claridad en su segundo y tercer párrafo:
“El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado. Ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento”.
Por el contrario, afirman en el Senado, “esta es una reforma de gran importancia para apoyar a las familias mexicanas, a los fondos de apoyo para las víctimas y a los programas sociales federales, dando una solución al problema del destino de los dólares en efectivo que se captan a través de nuestro sistema bancario.
“Esta reforma no sólo protegerá a las personas migrantes, sus ingresos, a sus familias y la economía de sus localidades, impulsará también una política realmente comprensiva con las múltiples dimensiones que para nuestro país, sociedad y economía, representa del fenómeno migratorio, el ingreso por remesas y por turismo a través de dólares en efectivo y la actividad económica transfronteriza”.
Y, contra lo que expone el sector financiero y Banxico, es una reforma que fortalece la seguridad del sistema financiero mexicano.
Total, que no se ponen de acuerdo y el dictamen ya está en San Lázaro donde deberá ser tramitado por los diputados para que pueda entrar en vigor.
LEGISLAR EN PANDEMIA Y PROCESO ELECTORAL
Ayer, con la selección de diputados y senadores que integrarán la Comisión Permanente del Congreso, prácticamente terminó el período de sesiones de fin de año tanto en el Senado como en San Lázaro.
El siguiente período será el de febrero a abril del 2021, que se empalmará con el proceso electoral más grande y complicado que haya ocurrido nunca antes en México.
Ya desde ahora se ve que este proceso electoral estará marcado por una gran disputa entre las fuerzas políticas existentes y la intromisión persistente del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ya hasta interpuso un recurso para poder hacer declaraciones respecto de los comicios.
Dice, no sin razón, que en estas elecciones habrá muchos señalamientos de los opositores respecto de su gobierno y que él necesitará referirse a ellas para refutarlas.
Mientras tanto en lo que resta de diciembre y en enero, se realizarán las sesiones de la Permanente a la que ya fueron designado los morenistas: Ovidio Salvador Peralta Suárez, Alejandro Armenta, María Celeste Sánchez Suqia, Jesusa Rodriquez, Nancy Guadalupe Sánchez Arredondo, Nestora Saiqado García, José Ramón Enríquez Herrera, Ricardo Velázquez Meza, Eduardo Ramírez Aquiiar, Américo Víllareal Anaya, Martí Batres, Casimiro Méndez Ortiz, Antares Guadalupe Vázquez Alatorre, Saúl López Sollano, José Alejandro Peña Villa y Radamés Salazar Solorio.
Por el PAN asistirán Aleiandra Noemí Reynoso Sánchez, Kenia López Rabadán, Minerva Hernández Ramos, Julen Rementería del Puerto, Alfredo Olson San Vicente y Mauricio Kuri González.
Del PRI participarán Jorge Carlos Ramírez Marín, Mario Zamora Gastélum, Nuvia Magdalena Mayorga Delgado y Miguel Angel Osorio Chong.
De Movimiento Ciudadano lo harán Verónica Noemí Camino Fariat y Raúl Bolaños Cacho-Cue mientras que por el PT asistirán. Nancy de la Sierra y Miguel Angel Lucero Olivas mientras que del PES están ya inscritos Katya Elizabeth Ávila Vázguez y Marcela Mora Arellano.
Por el PRD están apuntados ya Miguel Angel Mancera y. Antonio García Conejo.
Veremos que logran en este mes y medio en el que ya está avisado que habrá un período extraordinario para sacar adelante reformas al poder judicial que quedaron pendientes.
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