¿Todo dependerá de la selección de candidaturas y de las coaliciones?

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En cuanto al resultado de las elecciones locales 2022, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, considera que “todo dependerá del proceso de selección” de candidaturas: 3 mujeres y 3 hombres, para las gubernaturas de Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. 

Ah, también dependerá de las coaliciones en dichas entidades federativas, tanto de Morena con sus aliados (PT y PVEM), como la tripartita: PAN-PRI-PRD, la cual hasta el momento no ha cuajado en Oaxaca y en Quintana Roo, donde según continúan en pláticas.

En serio ¿todo dependerá solamente de esos dos factores: Candidaturas y coaliciones?  Parece que no. Pues si bien son circunstancias preponderantes, no son determinantes; cuando menos no en la totalidad de las seis entidades.

En ocasiones una excelente candidatura por sí misma no le garantiza el triunfo a un partido político o coalición. En otras, una buena coalición o buen partido no le da la victoria per se a una pésima candidatura.

Porque en el triunfo o la derrota influyen diversos factores: Estructura electoral, estructura de gobierno, unidad interna, lealtad entre los partidos aliados, activismo político, base social, prestigio partidista y de la candidatura, recursos económicos, acciones de gobierno, historia, etc.

Ah, Zambrano debe estarle apostando a la unidad interna de Morena como resultado del proceso de selección de las candidaturas en los seis estados a renovar gubernatura en 2022. Y, por cierto, en su columna publicada en El Universal, pone como ejemplo a la entidad oaxaqueña en relación al riesgo del tenso proceso morenista. Así, el perredista dijo:

“Por ejemplo, en Oaxaca donde pareciera que Morena ‘va en caballo de hacienda’, traen dificultades para la designación de la candidatura y pueden darse fracturas severas que den pie a confluencias con algunos de los partidos opositores, sin perder de vista que está abierta la posibilidad de una alianza bilateral PRD-PAN y partidos con registro local, lo cual configuraría un escenario más complejo con resultados inciertos.” 

Esa frase encierra la lectura de posibles desprendimientos de Morena y de su incorporación a la eventual alianza bilateral: Postulación del aspirante morenista perdedor o suma fáctica de morenistas sin que se salgan del Movimiento, pero que voten por la candidatura del PRD-PAN-Chiquillada, como consecuencia del disgusto por la selección interna.

¿Es así? Pues a ver de qué cuero salen más correas? Porque en Oaxaca la base social-política-electoral es de Andrés Manuel López Obrador, no de Morena per se. Quizá la candidatura perdedora, en su caso, léase Salomón Jara pueda llevarse cien mil votos, pero sin incidir en una eventual derrota de la candidatura morenista, pues la fuerza de AMLO representa alrededor de 700 mil votos.

¿O a poco esos 700 mil son del ahora senador con licencia? Y Susana quien sabe cuántos votos podría representar por sí misma; en 2018 compitió por primera vez encabezando la primera fórmula y Salomón encabezó la segunda. Fue el año en que muchas candidaturas ganaron gracias al efecto político llamado AMLO (además del hartazgo ciudadano hacia el PRI y la decepción hacia el PAN).

¿Y el senador Raúl Bolaños Cacho Cué? Él, como cualquier otra candidatura que sea respaldada por AMLO en Oaxaca, ganaría. Porque en esta entidad la clave se encuentra en la propia marca del tabasqueño, sobre todo en las comunidades y pueblos indígenas y en sectores marginados.

En fin, el PRD, el PAN y el PRI, no deberían apostar a los resultados del proceso interno de Morena en las seis entidades federativas: Su apuesta debería centrarse en candidaturas competitivas con cuadros propios o de la sociedad civil, y en la construcción de estructura completa, leal y eficaz. Pero nada tienen, o acaso poco.

Tan así que las encuestas reflejan cierta posibilidad de la derrota de Morena en el estado de Aguascalientes, donde actualmente gobierna el PAN. Y donde el problema para repetir el triunfo panista son los pleitos entre panistas. Zambrano dice que ahí la salvación podría ser la coalición de Acción Nacional con el PAN y el PRD, pero quien sabe.

¿O quizá? También depende de otros factores, incluida la misma candidatura morenista.

Cada entidad federativa es un caso. No existe una fórmula matemática para el triunfo o la derrota. Incluso, las mismas encuestas son solamente aproximaciones, pero en política todo es circunstancia y ésta es cambiante de momento a momento.

En fin, en los próximos quince días, probablemente se tendrán los nombres de los candidatos y de las candidatas de los principales partidos políticos (Morena-PAN-PRI-PRD) para las elecciones de gubernatura en las seis entidades federativas, momento en que empezará a visualizarse el destino de cada estado y de cada partido.

Aunque la oposición a Morena francamente carece de estructura y de cuadros competitivos en la mayoría de las seis entidades federativas, además algunos mandatarios están a las atentas órdenes del jefe político nacional de Morena. Así, no ganan ni con fractura morenista.

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