Lo que mueve a un militar

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¿Que será, magia?… hay quien dice que es “alimento procesado en el espíritu” y que resultados y respuestas quedan en los resultados de esa magia o alimento.

Estamos Hablando de la “fuerza que mueve a un General antes, durante y después de una serie de batallas decisivas”.

Más; permitan ustedes, 9 lectores, que responda esa pregunta tejida en el primer renglón luego de haber compartido con ustedes las siguientes historias. Voy entonces.

El 18 de marzo de 1867 desde un cuartel localizado en el cerro de San José, Porfirio le envía una carta a la mujer que ama; en esa le propone matrimonio.

-querida fina, estoy muy ocupado y por eso seré demasiado corto no obstante la gravedad del negocio que voy a proponerte en discusión y qué tú resolverás con una palabra-. Así comienza el General la epístola de cuya respuesta bien podría depender el futuro de sus batallas; -el miliciano Mixteca blande su  pluma mientras en su entorno la atmósfera de guerra lo es casi todo-.

-es evidente- continúa Porfirio -que un hombre debe elegir para esposa a la mujer que más ame entre todas las mujeres si tiene seguridad de ser de ella amado, y lo es también que en la balanza de mi corazón no tiene rival, faltándome de ser comprendido y correspondido; y sentados estos precedentes, no hay razón para que yo permanezca en silencio ni para que deje al tiempo lo que puede ser inmediatamente. Este es mi deseo y lo someto a tu juicio”… – sin duda que dentro del pecho del General enamorado el escribir esa carta traía mejor ritmo al sístole y diástole de su corazón-; ahora, entendemos que el gran estratega de la guerra también trazaba estrategias para eso del amor, … si no aceptaba Fina  Porfirio le decía tranquilo – de no ser aceptado … te adoptaré judicialmente por hija para darte un nuevo carácter que te estreche más a mi, y me abstendré de casarme mientras vivas para poder concentrar en ti todo el amor de un verdadero padre-; también le dice en esa carta  -si mi propósito es de tu aceptación avísame para dar los pasos convenientes y puedas decírselo a Nicolasa (madre de Fina), pero si no es así te ruego que nadie sepa el contenido de esta, que tú misma procures olvidarla y la quemes. -concluía el General -no me propongas dificultades para que yo te las resuelva, porque perderíamos mucho tiempo en una comunicación epistolar, si me quieres dime si, o no; claro y pronto- .. afuera del espacio donde el General se jugaba el futuro entre renglones y párrafos el clink de metales de arreos y trastos se escuchaba sobre órdenes y voces militares, Porfirio continuaba –

-Yo no puedo ser feliz antes de tu sentencia, no me la retardes-

A fines de marzo llegó la carta donde venía la respuesta; seguramente en el lapso entre la carta de ida y la respuesta Porfirio lanzaba órdenes que iban bañadas de angustia y esperanzas; como sea, las paginas dentro de un sobre ya estaban frente a las pestañas del General

-mi muy querido Porfirio, tengo ante mis ojos tu amable carta de fecha 18 del presente… no se como comenzar mi contestación, mi alma, mi corazón y toda mi máquina se encuentran profundamente conmovidas al ver los conceptos de aquella-. Para el Maestro Masón vuelto soldado la vida se le iba en esas letras. -Yo quisiera en este instante estar delante de ti para hablar todo lo que siento y que mis palabras llegaran a ti como son en sí- muy General y estratega pero, seguramente aca Porfirio traía un nudo en El gañote, y seguía leyendo – pero ya que la provincia me tiene separada de tu presencia tengo que darte la respuesta tan franca y clara cómo tú me lo suplicas, pero me permitirás el que antes te diga que varias reflexiones me ocurren que debería exponértelas previamente, pero sacrifico este deber sólo porque te quiero dar una prueba de que vivo tan solo para ti, y que sin perjuicio de que alguna vez tenga derecho a explicarte las citadas reflexiones, me resuelvo con todo el fuego de mi amor a decirte que gustosa recibiré tu mano como esposo a la hora que tú lo dispongas, esperando que mi resolución franca la recibirás no como una ligereza que rebaje mi dignidad, si no para no hacerte sufrir incertidumbres dolorosas- No tengo duda; acá Porfirio ya había formado Lagos de lágrimas en sus ojos; Fina concluía así su carta ….. -te ruego que te cuides mucho sin ajar tu buen nombre, y entre tanto saber que es y será tuya-.

No lo digo yo, está en la historia de la República Mexicana, en el 67 del siglo XIX el General más exitoso en su quehacer militar fue Porfirio Díaz Mori. Existen leyendas en las batallas de (recuperación) de Puebla, en Miahuatlan, en la carbonera, donde se habla de un Líder inteligente y valiente que llevó a sus tropas al triunfo, …habrá sido el “Sí…” de Delfina el detonante de esos éxitos? para este Think Tank no cabe duda…

 

Desde una de las cabeceras y muy dentro del Tanque de Ideas, Paul von Hindenburg, comienza a hablar.

-En mis tiempos, también las cartas eran el medio de comunicación a gran distancia-. Detrás de los cristales de sus antiparras se distinguían pequeñas gotas de luz; Paul dejó saber así que estaba emocionado, siguió

-Recuerdo haber hecho uso del servicio postal para mantener el contacto con “mi soldadita”.

Poco compartía con ella sobre mis actividades castrenses, porque, los espacios de aquellas hojas, blancas casi siempre, los llenaba expresando una y otra vez mis sentimientos y serias intenciones-

No lo sé de cierto, pero dentro del Think tank la atmósfera se sentía ligera. Paul siguió.

-Pero puedo decir. Sin afán de compararme con tan ilustre mexicano, que, en ambos casos, el de Don Porfirio y el mío, las cartas de regreso eran, sin duda, el mejor combustible para revitalizar toda acción, tanto cotidiana como profesional-. eso que escuché fue un suspiro?.. fuera o no quien lo parió se ocultó entre las cejas y pestañas de ese bosque de gente.

 

-Solazarse en las frases dulces, así como en los delicados rasgos de la escritura femenina era alimento para el espíritu- dijo Hindenburg.-otros carraspeos camuflaron más suspiros.

-Mi General Don Porfirio, por cierto, continúa recibiendo correspondencia allá, en su discreto mausoleo, en el cementerio de Montparnase, en Paris, Francia.

Soy testigo de ello- dice emocionado Hindenburg, -pues en dos ocasiones, una en 1981 y otra en el 2013, tuve el privilegio de visitar su, espero, penúltima morada, ya que deseo que la última sea en Oaxaca, México-. Limón y los otros mexicanos dentro del tanque de ideas suscribimos.

-Decía -continúa diciendo Paul -que en ambas visitas pude percatarme de la correspondencia que le hacen llegar, misma que es introducida por debajo de la puerta de herraje y cristales, o por una ventila superior.

Pude ver incluso- dice emocionado el Mariscal , -tarjetas y pedazos de hoja de papel, con sentidos saludos de admiradores mexicanos, reconocimientos por su patriótica obra y deseos expresados, en el sentido de que regrese a su tierra natal.

Algún día!

Lo cierto es que los diálogos epistolares entre parejas, son un recurso hermoso que la tecnología no puede, ni podrá eliminar-.

Al terminar de hablar Paul von Hindenburg se pone de pie; ahí, desde sus dos responsabilidades le rinde honores.

De pie! Y a l orden! -dice el masón -y; me reitero a sus órdenes Mi General Don Porfirio- dice el soldado forjado en un yunque-. Y cuando pensamos que reinaría el silencio Paul murmura  -Cariños, mi soldadita-.

Desde la otra cabecera Fibronio Limón, tras ver cómo bajaba la nube de ideas mágicas atinó a decir

Por el momento no tengo las palabras ni el tiempo para escribirle a mi Delfina-, hubo quien pensó que el Sargento calculó no poder expresar en ese instante el amor hacia su “Delfina” -aunque si dijo -pero seguramente sería una carta con el mismo carácter y decisión envuelto de la miel del amor que le profeso-.

Los trabajos terminaron; aunque en esta ocasión no fueron los gestos adustos propios de quehaceres castrenses los que acompañaron la salida de la logia, incluso hubo quien tocó con la mano el hombro del otro e incluso se vieron manos estrechándose. Como sea, el mensaje se dió.

Último patrullaje.- hubo un momento en la conversación con FABIAN que marcó el futuro de la dinámica política que voy a seguir… así, entre el disfrute de una enorme mojarra y lonjas de atún mi amigo FABIAN dijo… voy a ser Gobernador de Guerrero; quienes lo escuchamos solo usamos un segundo para procesar esa proyección y, … estuvimos ciertos que así sería.

Balazo al aire.- más allá del espir de corp

Greguería.- el Gobierno de la República Mexicana debe de exigir la repatriación del General Porfirio Díaz.

Oximoron.- !sube que aquí estoy abajo!

Hayku.- dónde estás? adonde vas?

Al fin río…,

vas solo a donde vas.