2021, año de la (muerte de la) oposición en Tabasco

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Entre los pronósticos políticos de año nuevo para Tabasco, el más crudo es el del desplome sostenido de la oposición, que sigue sin articular ideas para organizarse rumbo al cambio de gobierno en 2024.

Mientras en el partido en el poder son claros los movimientos de quienes apetecen la Quinta Grijalva y cuyo activismo se multiplica por la certeza de que Morena va a continuar en Plaza de Armas, los adversarios del régimen se cuentan con los dedos de una mano amputada. 

A tres años de las elecciones solo se observa a un personaje venido a menos que tiene sobre la cabeza la maldición del municipio de la capital contra quienes abandonan la encomienda principal por buscar otro cargo.

No se ve a nadie más caminando y quienes lo hacen, como el senador perredista Juan Manuel Fócil Pérez, carecen de representatividad como para pensar en ellos como prospectos serios.

Acaso la figura que se ha venido reposicionando es la del expriísta Luis Felipe Graham Zapata, quien ya se integró al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), desde el cual, estiman algunas fuentes, va a construir la candidatura que le negaron en 2012, cuando en las encuestas aparecía por arriba, pero muy despegado, de Jesús Alí de la Torre, a quien Enrique Peña Nieto, a la sazón candidato presidencial del PRI, impuso como abanderado tricolor a la gubernatura de Tabasco.

¿Tiene posibilidades de crecer quien fue secretario de Salud en el gobierno de Andrés Granier Melo?

El único prieto en el arroz de su porvenir es su pasado priísta, pero este imponderable es superado por el hecho de que nueve de cada 10 políticos en activo comparten el mismo vientre partidista.

Por diversas circunstancias no se puede asumir que Graham Zapata vaya a representar un peligro para el grupo gobernante, pero sí es posible establecer que no se ve a otro prospecto con al menos su mismo nivel de aceptación actual.

En el horizonte político, a nivel de identidad partidista, solo Movimiento Ciudadano aparece bien ubicado, debido a que en las elecciones intermedias de junio pasado resultó más favorecido que los partidos tradicionales como PRI, PRD y PAN; la otra fuerza fue el PVEM, que en Tabasco está bajo el control de la familia Madrazo.

La plusvalía que se le observa al partido de Dante Delgado ha provocado que actores priístas se hayan acercado a este instituto, con la intención de poder competir bajo sus siglas en 2024.

Aun con esa proyección positiva, sigue siendo incierto su crecimiento a partir de que en estos momentos no está preparando a ningún cuadro, y al único que está en plena campaña se le augura el fracaso por su pasado reciente en un partido tradicional.

Por eso es que no sería descabellado decir que 2021 es el año de la muerte de la oposición en Tabasco, pues, además de la falta de cuadros antagonistas al régimen, se ha consolidado lo que se conoce como ‘Grupo Tabasco’ dentro del cuerpo de colaboradores del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que augura desde ahora una estrategia de mucho peso para retener la oficina de Plaza de Armas.

Sí, hay voces que no quieren a Adán Augusto López Hernández como candidato presidencial de Morena, pero son más fuertes los mecanismos y los grupos alrededor del secretario de Gobernación que ya trazan desde ahora sentar a un propio en el lugar que ocupa el capitán Carlos Manuel Merino Campos.