- Se informó la muerte de 12 agentes de la ley durante los disturbios y afirmó que 317 policías y miembros de la Guardia Nacional resultaron heridos.
- Tras las violentas protestas desatadas por el aumento en el precio del combustible, el gobierno de Kazajistán declaró el pasado miércoles un estado de emergencia.
Ante la violenta revuelta iniciada el 2 de enero en Kazajistán, la representante especial del Secretario General para Asia Central, Natalia Gherman, en nombre de António Guterres, y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instaron a todas las partes implicadas a abstenerse de cometer actos violentos y a buscar una resolución pacífica de los agravios.
Las protestas comenzaron el domingo en Kazajistán cuando el gobierno aumentó el precio del gas que usa mucha gente para sus automóviles y calefacción. Desde ese día los disturbios se han extendido en el país, sacando a flote reclamos de larga data.
Durante su encuentro diario con la prensa, el portavoz de las Naciones Unidas, Stephane Dujarric, explicó que la Organización sigue de cerca los acontecimientos en la nación asiática y confirmó una llamada entre Gherman y el viceministro de Asuntos Exteriores de Kazajistán, Akan Rakhmetullin.
La representante especial de Guterres reiteró los llamamientos a la contención y al fomento del diálogo para abordar la situación.
Decenas de fallecidos entre los manifestantes y en las fuerzas policiales
Según fuentes policiales de la ciudad de Almaty, la más grande del país, las fuerzas de seguridad habrían abatido a decenas de manifestantes y el número de heridos superaría el millar. El Ministerio del Interior kazajo informó de la muerte de doce agentes de la ley durante los disturbios y afirmó que 317 policías y miembros de la Guardia Nacional resultaron heridos.
“El derecho internacional lo dice claramente: la gente tiene derecho a la protesta pacífica y a la libertad de expresión. Al mismo tiempo, los manifestantes, por muy enfadados o agraviados que estén, deben abstenerse de recurrir a la violencia”, dijo Bachelet.
En los enfrentamientos contra los manifestantes en Almaty, la policía habría utilizado gas lacrimógeno, mientras que quienes protestaban tomaron e incendiaron algunos edificios gubernamentales de la ciudad e intentaron asaltar comisarías.
Michelle Bachelet recordó que tanto el uso de la fuerza como la declaración del estado de excepción, en activo desde ayer y que se prolongará hasta el 19 de enero, deben estar sujetos a estrictos requisitos de necesidad y proporcionalidad.
“Ciertos derechos, como el derecho a la vida, la prohibición de la tortura y otros malos tratos, así como el derecho a no ser detenido arbitrariamente se aplican en todas las circunstancias”, subrayó.
Asimismo, pidió la liberación inmediata de todas las personas arrestadas y detenidas mientras ejercían su derecho a la protesta pacífica y la libertad de expresión, unas 2000 según las autoridades locales, y la investigación de las denuncias de violaciones de los derechos humanos.
La conexión a internet debe restablecerse de inmediato
La Alta Comisionada también solicitó el restablecimiento inmediato del internet, suspendido desde el pasado domingo, ya que esta acción implica restringir el acceso de la población a la información, a múltiples derechos -como el de libertad de expresión, de reunión y de participación-, y conlleva el riesgo de aumentar la violencia y los disturbios.
“Insto a las autoridades kazajas a que garanticen el restablecimiento inmediato y completo del internet, que también es vital para los servicios sanitarios de emergencia durante la pandemia de Covid-19”, dijo la Alta Comisionada.
Kazajistán declaró estado de emergencia ante protestas por el alza del precio del gas
Tras las violentas protestas desatadas por el aumento en el precio del combustible, el gobierno de Kazajistán declaró el pasado miércoles un estado de emergencia de dos semanas en Almaty, la ciudad más grande de la nación de Asia central, y en la provincia de Mangistau.
La residencia presidencial de Almaty ardió en llamas cuando los disturbios aumentaron abruptamente. Según los informes, manifestantes armados también irrumpieron en otro edificio del gobierno de la ciudad, a pesar de las duras medidas para sofocar el problema.
El presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, destituyó al gobierno y declaró el estado de emergencia. Los sitios de noticias se volvieron inaccesibles y trascendió que el país está experimentando un apagón de Internet.