Alianza o Frente Progresista no tiene soporte en las leyes electorales. Pues la primera figura no existe en el andamiaje jurídico electoral, y la segunda, solamente la pueden conformar partidos políticos con el correspondiente registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Entonces la agrupación encabezada por los ex priistas Eruviel Ávila Villegas, Alejandro Murat Hinojosa y Adrían Rubalcava Suárez, puede ser de facto o alguna asociación civil o sociedad mercantil con la denominación de Alianza o Frente Progresista.
No está clara la denominación oficial, si Alianza o Frente; ayer mismo, al hacer el anuncio le algunos le llamaron Frente, pero en redes sociales le llaman Alianza.
En fin, tales priistas dijeron que se suman a Claudia Sheinbaum como agrupación pero no dijeron cuántos conforman la Alianza o el Frente, donde funcionará formalmente, cuántos votos le van a aportar a la virtual candidata de Morena-PT-PVEM a la Presidencia de México, cómo van a demostrar la aportación.
Nada. Solo se presentaron e invitaron a actores políticos en general y ciudadanía a sumarse al proyecto de continuidad de transformación de Claudia Sheinbaum, al cual se sumaron también la senadora Nuvia Mayorga y el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, también ex priistas, ambos presentes en el acto del grupo ‘progresista’.
De hecho la mayoría con antelación renunció al PRI y varios ya habían manifestado su respaldo a la morenista. Solo que ahora lo hicieron en conjunto, justo cuando corre el periodo de precampaña presidencial.
En evidente que la acción tiene el propósito de proyectar a Claudia Sheinbaum como opción sobre Xóchitl Gálvez, precandidata de la coalición opositora “Fuerza y Corazón por México” del PAN-PRI-PRD, que los ahora ex priistas deberían estar respaldando por lo menos por agradecimiento al partido político al cual le deben sus posiciones políticas y fortunas.
Francamente, Sheimbaum no necesita de la suma de personajes cuyo proceder político y actuación en la función pública deja mucho qué decir. Por ejemplo, Alejandro Murat presume resultados como gobernador de Oaxaca, pero la realidad es distinta; su Secretario de Infraestructuras y su director de Catastro (miembro del llamado “Cártel del Despojo”) enfrentan sendos procesos penales en prisión.
¿Quién va a seguir a Alejandro Murat en su llamado a sumarse a Claudia Sheinbaum? Los priistas de Oaxaca? ¿O los priistas de su natal Estado de México? En la entidad oaxaqueña no cuenta con base socio política porque ni siquiera se dedicó a construirla; fue indiferente tanto al PRI como a la ciudadanía.
Si acaso tendrá de su lado un reducido número de personas (quien sabe si con credencial de elector), que más bien sería base social de oaxaqueñas, oaxaqueños, que formaron parte de su gabinete y le guardan lealtad por lo mismo. Pero nada más. Ya no cuenta con la estructura que lo hizo llegar a la gubernatura de Oaxaca, que era de don José Murat; era porque también se abrió, se hizo a un lado, tomó otros rumbos, hace buen rato.
La Alianza o Frente Progresista afecta a las dos precandidatas presidenciales. Impacta en la precandidatura de Xóchitl Gálvez en un efecto mediático de desbandada de militantes de uno de los partidos que la respaldan (aunque los ahora ex priistas se hayan ido hace tiempo del PRI), e impacta en la precandidatura de Claudia Sheinbaum porque la mayoría de ex priistas restan a la imagen de lucha contra la corrupción del proyecto morenista.
Hace cinco años Morena buscaba quitar al PRI, a la “mafia del poder”, de la Presidencia de la República, y ya que lo consiguió, el presidente Andrés Manuel López Obrador le abre las puertas colocando a ex priistas como embajadores. Y ahora además Sheinbaum ve con agrado que se sumen a ella Eruviel Ávila, Alejandro Murat y Adrián Rubalcava, entre otros ex priistas.
Resulta incongruente. Al rato el Grupo Atlacomulco en pleno se apoderará del partido guinda, incluyendo al ex presidente Enrique Peña Nieto.
Quizá se trate de la verdadera Cuarta Transformación: La del PRI en Morena.
En fin. Sería interesante saber cómo la Alianza o Frente Progresista demostrará cuántos votos aportó a Claudia Sheinbaum en las próximas elecciones presidenciales. Si en el 2024 el PRI se va en picada en las entidades, distritos, delegaciones, de influencia de los ex priistas, ¿se van a atribuir la autoría?
El PRI de por sí va en picada. Porque sin suficiente financiamiento público, sin estructura oficial para maniobrar electoralmente, con deudas, con poca estructura electoral, no tiene mucho margen de acción para enfrentar con éxito las elecciones del próximo año.
NO HAY HUESO SEGURO
La adhesión de los ex priistas de la Alianza Progresista a Claudia Sheinbaum generó más reacciones negativas que positivas. Nada halagador para ellos. Se ofrecen a ayudarla, pero sin nada seguro.
La precandidata presidencial de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum, en entrevista en San Luis Potosí, dio a entender que los ex priistas no tienen asegurado un cargo. Dijo:
“Ya después veremos en la coordinación; le pediré a Mario Delgado, si es necesario, que se reúna con ellos, pero no es un asunto de que llegan a ocupar un espacio, sino que renuncian allá y voltean para acá a decir que la alternativa es la alianza Morena, PT, Verde. No es que me pidieron permiso.”
¿VERDAD?
El senador Manuel Añorve Baños, líder de la bancada del PRI, afirmó: “..la anunciada alianza de ex priistas pretende un manto de impunidad ante eventuales acusaciones de corrupción para la mayoría de ellos y la falta de solventación ante la revisión de sus cuentas ante la ASF… Y que nadie se sorprenda si alguno de ellos lo que busca es una Embajada.”
ALGUNAS REACCIONES
En redes, usuarios dijeron cosas como las siguientes:
Vicente Meléndez @vicentefm: “El peor error del PAN fue haberse aliado con el PRI para el proceso electoral 2023-2024. Le ha restado en todo sentido. Sin duda alguna, la clase política es una vergüenza (de todos los colores).”
Inti Santamaría B. (no soy el poeta) @IntiSantamaria: “A este paso, Claudia acabará despachando en Atlacomulco.”
María Luisa Matus @Maria_Matus (diputada local oaxaqueña del PRI): “El país está cansado de personas como ustedes.”
En redes prevaleció la percepción de “traición”.
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