Las aristas del caso Cuauhtémoc

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Cada vez está más claro que el caso contra Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de la presunta explotación sexual de edecanes en 2014, se originó al interior del PRI para desactivarlo previo a las elecciones de 2015, pues el dirigente estorbaba al grupo de Enrique Peña Nieto.

Unos meses antes, Cuauhtémoc había ganado la elección interna que lo llevaría a presidir el partido en la Ciudad de México, y era un escollo muy difícil para el entonces grupo gobernante en el país, en el tema de las candidaturas locales.

La gota que derramó el vaso —dicen— fue la entrevista que semanas antes de que estallara el escándalo ofreció al periódico El Universal, en la cual señaló que en el DF quien nombraría a los candidatos a cargos públicos sería él, y que ni el presidente Peña se podía meter.

Esa fue su tumba política, pues, además del problema que representaba la rebeldía hacia el líder del priismo en el país, estorbaba para los acuerdos que, desde Los Pinos, se estaban armando con el gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Fue entonces que se echó a andar la estrategia de las edecanes, y todo lo demás fue fácil.

Nadie cree que Peña Nieto lo haya armado. Para eso estaban sus operadores; en ese tiempo el partido a nivel nacional era dirigido por el exgobernador mexiquense César Camacho Quiroz, con el que Gutiérrez de la Torre se había distanciado.

Pero si a partir de 2018 el peñismo desapareció del escenario nacional, ¿cuál fue la razón para revivir el tema?

Además de la presión mediática de simpatizantes de la 4T, en el Antiguo Ayuntamiento se dieron cuenta de que el defenestrado dirigente les podría ser útil rumbo a la sucesión de 2024, por la información que tiene.

Y es que en su larga lucha política, Cuauhtémoc pudo tejer alianzas con muchos perredistas que hoy están incrustados en Morena, y claro que les sabe cosas que podrían lastimar el proyecto morenista.

Eso tiene su lógica, ya que quienes hoy se envuelven en la bandera de la honestidad valiente, hace no mucho defendían a muerte otros colores, y no reparaban en aliarse con quien fuera, con tal de ganar posiciones en sus partidos.

Como el priista tenía poder en varios territorios locales…

Pero hay dos datos más que interesantes, que casualmente apuntan a quienes se vislumbra como los dos principales oponentes de Claudia Sheinbaum en la lucha por la sucesión presidencial: Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard.

Hay incluso un video de la llegada de Gutiérrez de la Torre a una reunión privada —en ese tiempo casi clandestina— con Monreal, a quien apoyaría en las elecciones internas de Morena que el zacatecano disputaba con Sheinbaum y Martí Batres; ya se sabe quién ganó.

Lo de Ebrard está aún más interesante, pues durante su gobierno al frente del DF, los negocios de Cuauhtémoc que tienen que ver con el reciclado de materiales y basura, crecieron exponencialmente; se sospecha que hay algunas cosas que podrían incomodar el hoy canciller.

Estas son sólo algunas aristas del caso contra el exlíder del PRI, más allá de la endeble acusación que lo mantienen preso.

 

 CENTAVITOS

Por otra parte, el experredista Alfredo El Camarón Hernández muestra signos evidentes de inminente recuperación en su lucha contra covid-19, al grado de que ya fue desintubado por los médicos que lo atienden en el Hospital de Nutrición. Dicen que al despertar, lo primero que pidió fueron sus lentes, pues quería leer un poco. Aunque seguirá en observación, son excelentes noticias para él y su familia.