- EU, muy contagioso para mal o para bien de México
- Indicadores que muestran que las cosas no van mal
Es un axioma aquello que afirma que, si a la economía estadounidense le da un catarrito, a la economía mexicana le da una pulmonía y, al revés, si la de EU está saludable, contagia de buena salud y optimismo a la mexicana. Con justa razón. México es el principal socio comercial de Estados Unidos en el mundo. Es uno de los principales receptores de remesas de Estados Unidos en el mundo.
El ciclo económico de México está vinculado a la economía de Estados Unidos, particularmente las exportaciones manufactureras, que son las más dinámicas. A México no le fue tan bien en el intercambio de mercancías y productos petroleros. Sin embargo, últimamente, las remesas de los mexicanos que viven y trabajan en la economía estadounidense han jugado un papel primordial para el impulso del Producto mexicano.
En esta jugada nada tienen que ver las quejas, lamentos y agresiones verbales de López Obrador a los periodistas que le hacen ver sus yerros, que lo critican, cumpliendo con su trabajo, que consiste en vigilar la actuación de los gobernantes. Sean del color que fueren.
(Axioma es una verdad evidente que no necesita demostración)
Para empezar, ambas economías, la estadounidense y la mexicana, están acicateadas por la inflación, alta inflación. En Estados Unidos creció, el año pasado, 7%. En la economía mexicana, 7.36%, muy buena parte importada del país meridional. También tiene su parte la compresión económica impulsada por la pandemia.
Pese a la inflación –el impuesto que pagan los pobres-, hay otros indicadores económicos que muestran que las cosas no van tan mal como aparentan. O como quieren hacerla aparecer los perdedores.
El crecimiento del empleo. El dato más reciente, de la semana pasada, fue alentador para los estadounidenses. la economía agregó 467,000 puestos de trabajo en enero, cifra que superó las expectativas de los expertos. En México, el número de trabajadores inscritos en el IMSS, rebasó los 20 millones. La cifra tradicional, histórica, no pasaba de los 15 millones.
La economía estadounidense está caracterizada, hoy por hoy, por un alto crecimiento económico, una disminución notoria del desempleo y disminución de la pobreza.
El Producto Interno Bruto de Estados Unidos creció, el año pasado, 5.7%,
El Producto de México lo hizo en 5%. después de una ligera amenaza de recesión técnica, como la llaman los expertos en economía.
Y no sé por qué aseguran algunos analistas que este porcentaje es un “rebote”.
Por las cifras y porcentajes, el crecimiento en ambas economías rebasó con creces la profunda caída experimentada junto con el brote espantoso de la pandemia de coronavirus. Antes de la pandemia, el crecimiento de ambas economías era más o menos de 2%.
Otro de los indicadores que muestran la buena salud de la economía estadounidense es la disminución de la pobreza.
Las familias más vulnerables y vulneradas lograron resistir los efectos de la pandemia en la economía, con apoyos gubernamentales. Seguro de Desempleo.
Aunque las estadísticas oficiales de la Oficina del Censo para 2021 aún no están disponibles, un equipo de expertos del Center on Poverty and Social Policy de la Universidad de Columbia proyectó que la pobreza habría llegado a cerca de un 12.6% el año pasado.
En México, entre el primer trimestre de 2021 y el segundo trimestre 2021, la pobreza laboral (porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor de la canasta alimentaria) disminuyó 0.9 puntos porcentuales a nivel nacional, al pasar de 39.4% a 38.5%.
En Estados Unidos, el gasto de los consumidores en 2021 llegó a los US$47.528 per cápita, nivel más alto que el de 2019, cuando fue de US$43.919. Niveles muy buenos de consumo.
Tanto el consumo como la inversión privada se han estado recuperando a pesar de la nueva ola de la variante ómicron.
Los bancos JPMorgan y Bank of America informaron que las finanzas de los hogares están técnicamente en una mejor posición que antes de la pandemia.
En México, Indicador de confianza del consumidor en enero del presente año, aunque registró una reducción mensual de 0.9 puntos, mostró un avance anual de 4.4 puntos.
Con datos originales, en enero de 2022 el Indicador Global de Opinión Empresarial de Tendencia (IGOET) se ubicó en 47.3 puntos, nivel que significó un aumento anual de 3.1 puntos.
Y un apoyo contundente para la economía mexicana:
En 2010, las remesas representaban el 2% del Producto Interno Bruto; en 2020 pasaron a representar el 3.8%, según el Gobierno. Solamente entre 2010 y 2020, el porcentaje de hogares en México que recibieron remesas aumentó del 3.6% al 5,1%.
México es el tercer receptor de remesas en el mundo, seguido por India y China. El dinero que recibe en remesas representa ahora alrededor del 6.1% de la cifra mundial.
Las remesas ya se convirtieron en la segunda fuente de ingresos de dólares al país, que no es poca cosa. Ya superaron a la inversión extranjera directa o los ingresos obtenidos por turismo.
La tendencia continúa al alza. Sólo en diciembre pasado, las remesas crecieron 4,760 millones de dólares, 30.4% más que en el mismo mes de 2020, lo que tiene un fuerte impacto en la economía local.
El incremento en el flujo de remesas en 2021, respecto a 2020, fue de 10.989,4 millones de dólares, más del doble del incremento en cualquier año anterior. El más elevado, anterior a este año, fue de 5.324,2 millones de dólares en 2003, cuando llegaron a representar 2,08 % del PIB”, de acuerdo con Jonathan Heath, subgobernador de Banco de México.
De acuerdo con los registros del Banco de México, en todo 2021, familias de los mexicanos que trabajan en EU recibieron 51,594 millones de dólares en remesas, lo que representa un aumento anual de 27.1 % frente a los 40,605 millones de dólares que también fueron récord en 2020.