Trump, el beso del diablo

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Martha Aguilar

No te disculpes!!! Le dice Trump a Joe Rogan, en un mensaje donde le aconseja no doblar las manos, ni bajar la cabeza ante los ataques de una izquierda maniática, lunática, fuera de proporción. “¡Que no te hagan parecer débil y asustado!!” anima al podcaster que, por más disculpas que ofrezca, jamás se podrá quitar este beso del diablo llamado Trump.

En su estilo duro, sin tapujos ni bocados atorados que le detengan esa linda forma de expresarse, Trump le dice a Rogan en tono medio burlón “ya… deja de disculparte” con esa izquierda radical. Mientras que el podcaster se desvive en disculpas por haber dicho la palabra maldita (que empieza con N para nombrar a los afroamericanos) y nunca bien vista en la sociedad norteamericana.

Molesto, el ex mandatario le tira una pregunta, “¿de cuántas maneras puedes decir lo que sientes? Hey Joe, sólo ve lo que haces taaan bien.” Increíble la manera de animar al podcaster para que no se eche para atrás en su discurso radical y racista. Una manera de decir, si a mí me encanta y mira que soy Trump, imagina a los trump lovers, los cautivarás.

Y ya encarrerado, sacude el espíritu aporreado de Rogan, “no dejes que te hagan parecer débil y asustado”, y le avienta porras “¡ese no eres tú, y nunca lo serás!!!”. El podcaster seguramente vacila entre sentirse honrado y orgulloso porque lo felicita el paladín del conservadurismo radical, o mostrar la máscara de arrepentido para volver a ser socialmente aceptable. Gran dilema existencial.

En su esfuerzo por volver a encajar, Rogan dijo que nunca quiso ser racista y que tampoco quería ofender a nadie por puro entretenimiento con algo tan “estúpido como el racismo”. Pero lo hizo. Y lo peor, a Trump le encantó y lo felicitó. Y ese beso del diablo va a ser muy difícil que se lo quite de la mejilla.

Y mientras Rogan se sacude la huella del beso, Trump en una reunión en Texas esta semana planteó la reivindicación del hombre blanco, una increíble redefinición de racismo, difícil de creer cuando uno se acuerda de la imagen del tipo con cuernos y cara pintada en el asalto al Capitolio el 6 de enero pasado.

Trump, quien se autodefine como el hombre blanco acaudalado, que fue electo para un cargo oficial que, según su punto de vista, debe ser exclusivo para blancos, se dice “víctima de racismo”. ¿Y esto por qué? Pues porque lo persiguen tres fiscales de color.

Y es que no solamente la Comisión del 6 de enero lo investiga, sino también tres fiscales lo están sometiendo a un escrutinio por el ataque al Capitolio. La fiscalía de Georgia, además va por el delito de intento de fraude electoral. Van por dos vías: el asunto del 6 de enero y el electoral, a ver cuál pega para bajarlo de la contienda. 

Un Trump irritado, responde y acusa que “tres fiscales radicales, viciosos y racistas”, uno de Georgia, otro de Nueva York y el último de Washington lo están investigando, curiosamente los funcionarios son afroamericanos. Dice el ex mandatario, que “los ciudadanos deben ser tratados por igual, (que el día de hoy) el ciudadano blanco se encuentra en franca desventaja”.

Por cierto, la fiscal de Georgia, Fani Willis, va por él y con muchas ganas. La funcionaria advierte que hay tela de dónde cortar, hay testigos, registros de llamadas sobre los intentos de fraude electoral, el caso crece y la inmunidad presidencial no le va a alcanzar a Trump para librarse de un juicio. 

Y ya que el ex mandatario se queja de que no hay suelo parejo porque es blanco, la fiscal le garantiza que “tiene derecho a la dignidad, a ser tratado de manera justa. No estamos jugando…planeo utilizar la ley …todos somos ciudadanos”. Ora sí que como dicen en México: tenga pa que aprenda.

Así, aunque Trump tenga su propia versión de la historia, piense que el mundo está hecho para los hombres blancos, igual que la presidencia de su país, los fiscales buscan la manera de mostrarle que no se trata de colores o tonalidades, se trata de aplicar la ley y de paso, hacerle más difícil el camino hacia una candidatura presidencial. Habrá que ver qué dicen los Trump lovers.