Entre Morena y el PRI, no es mucha la diferencia

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Desde sus tiempos de hegemonía hasta la época de su declive, el PRI lo hizo: El Presidente de la República (en el turno correspondiente) se reunía con la dirigencia formal priista, gobernadores y liderazgos regionales, para revisar agendas electorales.

Cuando salían de aquellos encuentros, entonces celebrados en Los Pinos, solían argumentar haberse reunido para tratar temas relacionados con el desarrollo del país. Sacaban a colación las situaciones trascendentes del momento.

Inventaban cualquier cosa.

Tenían más temple, no se ponían tan nerviosos cuando reporteros de la fuente preguntaban el motivo de la visita partidista a la Casa Oficial.

Pero era obvio el motivo: Político-electoral. Y en ese tipo de reuniones el mandatario nacional casi siempre se hacía acompañar del Secretario de Gobernación, su segundo de abordo en asuntos políticos.

En la praxis priista era natural que el Presidente de la República se reuniera con la cúpula del Revolucionario Institucional en su calidad de jefe político del partido. Lo que nunca fue natural, ni lícito, fue hacerlo usando recursos públicos: La Casa Oficial. Además del café, galletas, canapés y refrescos –o alguna otra bebida— a costa del erario.

En esa época la normatividad electoral no sancionaba tanto las conductas desplegadas en ese sentido. Pero eran mal vistas y harto cuestionadas tanto por la ciudadanía como por partidos de oposición, y en éstos militaban muchos de quienes ahora forman parte de Morena.

De partido de Estado no bajaban al PRI, ni de delincuente electoral al mandatario en el turno.  Pero de ahí no pasaba porque las normas electorales estaban confeccionadas para permitirlo. Además, la oposición no pesaba tanto, aunque poco a poco ésta fue empujando hasta conseguir normas algo más equitativas y un poco más estrictas.

Hoy, la crema y nata de Morena no se reúne en Los Pinos (porque el Gobierno Federal morenista lo convirtió en museo), pero sí se reúne en Palacio Nacional, ya sea con el mismísimo Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; o con el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Como el encuentro del lunes de esta semana, con Mario Delgado Carrillo y Citlalli Hernández Mora, presidente y secretaria general de Comité Nacional de Morena; así como con Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, uno de los bastiones morenistas de la capital del país.

Cuestionados por reporteros de la fuente, apenas si abrieron la boca. Y el que calla otorga o no sabe cómo explicar situaciones evidentes.

Conforme a la nota publicada en La Jornada, Mario Delgado Dijo: “Aquí. Vine con el secretario de Gobernación. Términos generales, la situación política del país y del conflicto en Ucrania.” 

¿Alguien le cree al dirigente de Morena?

Seguramente analizaron cómo resolver la violencia de grandes dimensiones, por ejemplo, en Michoacán y en Zacatecas; y la estrategia para que México regañe al presidente ruso Vladimir Putin sin que se ofenda.

Sí, cómo no.

Y Citlalli Hernández escuetamente dijo: “Venimos a ver un tema”.

Esa respuesta es más creíble.

¿Pero qué tema? Cuando se evita la explicación es porque se trata de temas escabrosos, delicados o secretos. O quizá porque el entrevistado tiene prisa. Aunque a las personas que se dedican a la política les encanta conceder entrevistas y leerse en los medios de comunicación.

¿Qué tema ven los líderes partidistas? Pues generalmente temas político electorales, sobre todo cuando está en puerta la jornada de Revocación de Mandato a celebrarse el próximo 10 de abril, y cuando ya corren aceleradamente rumbo a las campañas electorales los procesos locales para renovar gubernaturas en seis entidades federativas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas.

Claro, también hablan de temas nacionales relacionados con el ejercicio de gobierno. Pero en procesos electivos o de participación ciudadana, de éstos. Porque éstos son prioridad, sobre todo para Morena, que, por cierto, es un partido cien por ciento electoral en todo tiempo (a diferencia del gran resto de los partidos que solamente se ocupan del tema cuando llega el proceso correspondiente).

Está bien, pues, que la élite nacional de Morena (dirigencia partidista, jefe político y segundo de a bordo) se reúna para tratar temas político-electorales y de ejercicios de participación ciudadana. Pero que no lo hagan en Palacio Nacional, porque entonces podrían estar usando recursos públicos con fines electorales.

Y esa es una praxis proveniente del priismo. Por tanto, ¿dónde queda el principio morenista del prometido “cambio verdadero”? ¿Y dónde quedan los principios de la “Cuarta Transformación”?: “No mentir, no robar y no traicionar”.

Es de suponerse que tanto el jefe político, como el Secretario de Gobernación, así como Mario Delgado y Citlalli Hernández, tienen una casa propia. Pues reúnanse ahí, para tratar asuntos partidistas, político-electorales y de procesos de Revocación de Mandato, máxime si solo se trata de beneficiar a un solo partido político o electivamente a una persona.

O vayan a uno de los tantos restaurantes cercanos a Palacio Nacional. O de plano, reúnanse en la sede de Morena, quizá en la madrugada antes de la “mañanera”.

Vaya, no decir el motivo de la reunión de manera clara y convincente, deja lugar a un sinfín de dudas y conjeturas.

Como reza la vox populi: “No hagan cosas buenas que parezcan malas”. Los “protagonistas del cambio verdadero” –así llama Morena a sus militantes en el Estatuto— deben predicar con el ejemplo.

Claro, el Presidente de la República en ocasiones anteriores se ha reunido con liderazgos y gobernadores de otros partidos políticos, pero las reuniones las han difundido ampliamente en redes sociales y se han producido en contextos de asuntos nacionales del día.

Para evitar dudas y conjeturas, habría de hacerse regla la difusión en vivo de las reuniones de dirigentes partidistas y candidatos con el Presidente de la República y/o con el Secretario de Gobernación.

CAROLINA VIGGIANO 

Checando la página web del PRI nacional, se encuentra información en la cual se destaca mucho a la candidata a la gubernatura de Hidalgo, Carolina Viggiano. Le dieron buen foro cuando el destape, y ahora en la segunda sesión del Consejo Político Estatal, en el marco del 93 aniversario del tricolor.

El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, dijo que Carolina Viggiano “encarna y representa a la mujer moderna mexicana, visionaria, preparada, que viene de la cultura del trabajo con nuestra militancia; que viene de una familia modesta, como las familias hidalguenses, y va a entregar el mejor resultado.”

¿Encarnará la candidatura favorita y asegurada del CEN del PRI?

Correo: [email protected]