No al silencio de las mujeres

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“Calladita te vez más bonita” es una frase trillada y popular para exaltar a la feminidad, estética que debe custodiar a las mujeres decentes e inteligentes. Una manera de mantenerlas en las márgenes, sometidas y obedientes.

Durante siglos, la altisonancia, el discurso, la argumentación, la autodeterminación, el consentir o disentir, vivir y participar no fueron admitidas como características propias de las mujeres. Alzar la voz ha costado sangre y muerte y 10 feminicidios todos los días en México.

Tener voz es ejercer el derecho a la libertad de expresión, acotado para ellas/nosotras. Hoy entró como la humedad en los espacios de la comunicación y el periodismo para hacer viable —como dice la ciencia feminista— una democracia genérica, donde todas las mujeres y todos los hombres accedamos a derechos y narren, sin restricciones, la realidad.

La prensa, dice la filosofía china, es puente entre el noble y sus súbditos. En esa línea, el nacimiento de un nuevo diario nos obliga a no perder de vista la materialización de la democracia, con información y crítica.

Saludamos nuestra inclusión, apreciamos y honraremos la oportunidad para difundir y reflexionar esta nueva época de colectivas feministas, sus prácticas insumisas y renovados discursos. Son hijas del feminismo ilustrado, solidarias con las madres del feminicidio, protagonistas de los litigios en puerta: el aborto, la paridad, la justicia y el cese de las hostilidades. Inscritos en el principio de la libertad y la vida las mujeres. Es un reto agrandar la comunicación sobre nosotras.

Nos oponemos al silencio, concebido como ejemplo de sumisión y pasividad, que también es violencia, entre sus múltiples facetas. Es violencia genérica minimizar sus hallazgos, experiencias y creaciones, lo que no se debe permitir.

La voz de las mujeres es también sinónimo de resistencia a las relaciones de dominación patriarcales, una agresión pasiva. Ni mujeres —ni como periodistas— caeremos en la trampa del debilitamiento. Veremos…