Salvajismo

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¿Dónde hay más barbarie, en las gradas de un estadio o en las oficinas de la Federación Mexicana de Fútbol? Lo que ocurrió durante el partido de fútbol entre los Gallos Blancos y el Atlas, en el Corregidora, es una muestra más de dos cosas: la corrupción en las autoridades y la ausencia de educación cívica y respeto entre los aficionados.

Me tocó ver de cerca el vergonzoso comportamiento de los mexicanos en el Mundial de Sudáfrica.

Cuauhtémoc Blanco fue el testimonio más degradante. Su familia provocó un pleito en uno de los estadios. Blanco en el avión de regreso a México embriagándose y exigía a los sobrecargos una botella de vino. Previo al encuentro con Francia se armó una enorme fiesta que acabó con agresiones producto del alcohol. Sentían la venganza histórica contra Francia y el indigno espectáculo al interior de los camiones de regreso al hotel era ofensivo y bajo.

En Johannesburgo los aficionados mexicanos rompieron una puerta giratoria del hotel para robarse los balones conmemorativos del Mundial. En las gradas del estadio un cómico patán mexicano, “Facundo”, estimulaba provocaciones entre daneses y holandeses. En el tren rápido colocó banderas extranjeras sobre el piso a la entrada del convoy para que los usuarios la pisotearan y era favorecido por su televisora. Y eso en nada ha cambiado.

Las autoridades han permitido que las llamadas “barras” dominen la dinámica de los estadios. Les regalan boletos de acceso, les patrocinan viajes a los estadios sedes de los equipos contrarios, permiten el uso de pirotecnia y el consumo de mota. La venta de alcohol en las tribunas en nada ayuda y los estacionamientos se convierten en las cantinas más grandes del país sin control y con mucho fanatismo.

En La Corregidora se habló extraoficialmente de al menos 17 personas fallecidas lo que provocaría no pagar indemnizaciones y evitar las responsabilidades dentro del inmueble. Nos trataron de convencer que sólo hubo heridos. A eso se la llama complicidad criminalidad.

El gobernador de la Entidad, Mauricio Kuri, actuó y respondió de inmediato, pero no es suficiente. Fuertes medidas disciplinarias deben imponer el presidente de la Liga, Mikel Arriola. Esto fue una provocación de profesionales. Tienen que ir a la cárcel quienes participaron de las golpizas en las gradas, pero también las altas autoridades del balompié sin importar apellidos o fortunas.

Ya basta, ya fue suficiente de seguir tolerando, fomentando y alimentando la violencia en el país. Otra vez somos noticia mundial por nuestra capacidad de sumar muertos y permitir autoridades asesinas. Mauricio Kuri sentenció “la agresión que sufrimos en Querétaro. no tengo palabras para expresar la violencia y sinrazón. El saldo: 26 heridos”. No habló de fallecimientos.

“Es una tragedia pese a que no hay muertos. No podemos permitir que se politice. Voy a dar contigo criminan, no importa donde te encuentres”. Hasta el momento de elaborar este texto no había detenidos ni responsables. Ojo el gobernador Kuri calificó con toda intención la palabra “criminal”.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 (izzi 135)