Metidos de cabeza en que todo lo que ocurre en este México en tiempos de AMLO puede ser posible, no pocos vimos en la barbarie del estadio de La Corregidora un posible acto premeditado de distracción mediática-política sobre la grave realidad que afecta a todo México.
Elementos para pensar algo de eso hay muchísimos.
Desde las inusuales y no explicables obstrucciones y asedios que sufrieron los aficionados del Atlas que viajaron en autobuses desde Guadalajara a Querétaro.
Las varias revisiones a sus personas y pertenencias. Y, sobre todo, la agresividad mostrada en su contra desde antes que iniciara el juego.
Se sabría después que hubo un “calentamiento” previo, también inusual, de las barras y aficionados del equipo de Querétaro en contra de los del Atlas.
El resultado e incidencias sobre la cancha tampoco ayudó.
Aficionados al fut, dicen que nada de lo ocurrido en un inicio fue tampoco para alarmarse.
Sin embargo, cuando inició la gresca en la parte alta del espacio reservado para los aficionados del Atlas, o sea de los visitantes, no hubo nadie que interviniera, ni personal del estado ni policías y los locales vieron eso como un acto en contra de los suyos y comenzó la bataola.
Asistentes recurrentes a estos juegos, comentan que eso pudo haberse solucionado rápido con una intervención de un pequeño grupo de granaderos. Pero no había presencia de policías. Y los que estaban, solo se dedicaron a ver.
¿Apatía? ¿falta de incentivos entre los agentes? ¿ordenes de no intervenir?
Desde el otro lado de la cancha grupos recorrieron a gritos de guerra la distancia que los separaba del espacio de los del Atlas, incluso hubo una invasión de la cancha.
Lo que ocurrió después lo vimos casi todos. Videos por redes, salvajismo, apertura de puertas y vallas por policías para darles el paso a los agresores locales. La barbarie. De milagro no hay muertos, hasta este momento.
Especialistas en protección y seguridad, dicen que un grupo de 10, 15 o 30 infiltrados puede muy bien inicia un evento como el del domingo en La Corregidora.
Tal como ocurrió.
Van gritando, jalando a los enardecidos aficionados que responden a la incitación como si fuese fanáticos religiosos. Una vez que alcanzan sus objetivos, son peores que bestias. Buscan el mayor daño posible y su hay sangre de por medio más caliente se pone el ataque.
Ahí los incitadores ya no hacen falta. Se pueden ir. La turba actúa por el peor de sus instintos, Como lo vimos y quedó grabado ayer.
A las autoridades les corresponde indagar y analizar lo ocurrido para deslindar no responsabilidades sino intenciones.
¿Realmente hay algo detrás, debajo de lo ocurrido ayer?
MUCHO QUE OCULTAR, DISTRAER
Lo cierto es que el escenario político, económico, electoral nacional es en este momento tan amplio y profundo, hay tanto en juego, que bien podríamos hablar de que está en juego el futuro de la Nación.
Hoy está en curso la indagatoria en EU sobre todo lo que hay detrás del evidente conflicto de intereses de la Casa Gris de José Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams, que asoma enorme corrupción, quizá sobre los 400 millones de dólares, en la aplicación directa de convenios de Pemex a la empresa Baker Hughes.
Igual está en curso el escándalo de la red de extorsión multimillonaria de Julio Scherer desde la oficina del Jurídico aledaña a la de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia.
Y para ampliar el círculo del desastre y hundimiento del Poder en el México bajo la presidencia de AMLO, corren en medios los audios de una intercepción telefónica al fiscal Alejandro Gertz Manero y su auxiliar que exponen a 4 ministros de la Corte como personajes a las órdenes del titular de la FGR. Si 4 son vendidos, pues igual pueden serlo los otros 7.
Todos estos casos advierten, presuponen, perfilan que la Presidencia de AMLO, hoy bajo investigaciones de escándalos en su círculo interno, es un espacio para el atraco y la manipulación social a fin de mantener el poder en su beneficio.
Entonces hay base para las percepciones de que lo de la barbarie, el salvajismo, de La Corregidora pudiera tener fondo de distracción mediática y política.
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