Morena trae un revoltijo interno tanto en su organización como en los procesos internos de selección de candidaturas a las gubernaturas a renovarse este 2022, sobre todo en Tamaulipas, Hidalgo y Oaxaca; donde aspirantes no han quitado el dedo del renglón.
Ha hecho mucho ruido la definición de las precandidaturas únicas y la paridad de género; la forma en cómo Morena las decidió tras ese cuestionable método de encuestas.
Ah, pero qué tal hacia afuera: Los morenistas exigen democracia, ejercicios de participación ciudadana e instituciones electorales impolutas, entre tantas cosas más. En el discurso se comportan como si fuesen oposición cuando ya son gobierno a lo largo y ancho del país.
¿Qué es mejor? ¿La designación de candidaturas a cargos de elección popular y de dirigencias partidistas como lo hace el PRI?, así de franco ‘dedazo’ matizado con el cumplimiento de la formalidad, mientras el resto de aspirantes hacen mutis total y la militancia abriga al cuadro afortunado. Eso con sus rebeldes excepciones.
¿O las designaciones al estilo Morena? Mediante una amplia participación de aspirantes para la simulación vía encuesta, también matizando el ‘dedazo’ con la formalidad, pero ahí las personas inscritas se rebelan abiertamente e impugnan las decisiones internas, y la militancia sigue a su respectiva candidatura quien sabe si esperando el manotazo del gurú.
En política la forma es fondo.
Entonces si los morenistas no son capaces de auto-organizarse, tampoco son capaces de gobernar. Los hechos hablan por sí solos: Gobernar no es denostar, dividir a la ciudadanía; obras de relumbrón, programas sociales gatopardistas.
En el país entero, en las entidades federativas, en los municipios, pueblos y comunidades, la ciudadanía quiere y necesita paz social, desarrollo económico, obras de envergadura de beneficio general; menos política-electoral, y más ejercicio de gobierno.
O sea, necesita lo harto prometido: Un cambio verdadero.
Morena está en el poder, y desde su instalación en 2018 en Palacio Nacional busca extender su dominio sobre toda demarcación electoral. En 2021 ya fue por un paquete más de gubernaturas; ahora va por otras seis.
Sin embargo, se le ha desdibujado bastante el panorama del carro completo, en parte al desgaste del ejercicio de gobierno, pero sobre todo por sus líos internos. No obstante, los números le dan para ganar la mayoría de las seis, pero a pesar de ello la ruptura es inminente en estructuras morenistas locales.
Solamente AMLO puede llamarlos a la “unidad” a la buena o a la mala. ¿O ya ni él? Rumbo a la sucesión presidencial se empiezan a desatar los demonios, y cada aspirante tiene su grupo; algunas personas muy disciplinadas a López Obrador, otras caminando por la libre.
Rupturas con un costo para Morena más temprano que tarde.
TAMAULIPAS
Ciertamente, como dijo el delegado nacional de Morena en Tamaulipas, Ernesto Palacios Cordero: Américo Villareal sigue firme como el candidato de este partido a la gubernatura de esa entidad federativa.
Pues lo único que hizo el miércoles la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es prácticamente ordenarle al órgano jurisdiccional local dictar una nueva sentencia en la que se analicen los argumentos relacionados con el dictamen de registro de precandidatura única.
Porque el Tribunal Electoral Local no fue exhaustivo. Y miren que el asunto cayó en la ponencia del magistrado Felipe de la Mata Pizaña, muy exigente, garantista y principialista.
El riesgo estará en la nueva sentencia, porque entonces la Sala Superior, en caso de ser impugnada, puede revisar el fondo de los argumentos sobre la controvertida candidatura única, en base a lo resuelto por la Comisión Nacional de Honestidad de Justicia de Morena y demás órganos competentes partidarios.
Claro, Américo Villareal no es culpable de cómo Morena confeccionó el método y los argumentos para la selección de candidaturas. Pero le afecta.
Con una en la cual la Sala Superior de revés al proceso interno de una entidad federativa, puede afectar a las seis.
Esa maraña es parte de la falta de democracia interna en Morena, aun cuando las persona aspirantes sean ajenas a las decisiones cupulares.
OAXACA
Ah, Oaxaca, Oaxaca, siempre dando de qué hablar. En la entidad favorita de AMLO, los morenistas se están despedazando: Por un lado continúa el litigio por la candidatura a la gubernatura y, por el otro, Morena enfrenta tremendo conflicto por la dirigencia estatal.
Y van junto con pegado.
Susana Harp Iturribarria y Alberto Esteva Salinas aguardan el desenlace de sus respectivas impugnaciones, cuando lleguen hasta la Sala Superior del TEPJF cuya palabra es definitiva.
Así que mientras no se resuelvan, la candidatura de Salomón Jara Cruz está en vilo.
Oaxaca es un caso donde también el Tribunal Electoral Local ha sido omiso para resolver con exhaustividad. Y la Sala Superior le ha ordenado emitir nuevas sentencias.
Y no conformes con el lío por la candidatura, que hace ver sumamente dividida a la militancia, los morenistas abrieron otro flanco por donde le pegan hasta sus rivales político-electorales más débiles: La dirigencia estatal.
Hace algunos días, miembros de los órganos competentes de Morena dieron a conocer la designación de Benjamín Viveros Montalvo como delegado en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal, en sustitución de Sesul Bolaños, actual diputado local.
Habría bastado con aplicarle el estatuto morenista en cuanto a la prohibición de ocupar un cargo partidario y otro ejecutivo dentro de la estructura partidaria. Pero fue señalado de inclinarse hacia la senadora Susana Harp.
Sesul Bolaños tomó la decisión como un cese de cargo partidario, y mediáticamente se le fue a la yugular a quienes promovieron su cambio, principalmente a Oscar Cantón Zetina y la diputada federal Irma Juan Carlos, quien también ostenta cargo en estructura partidista.
Bueno, que hasta calificó de “imparcial” al Comité Nacional de Morena. Y también acusó dados cargados hacia Salomón Jara por parte de quienes dieron a conocer el cambio en la dirigencia estatal morenista.
¡Candidatura en incertidumbre y todavía pleito por la dirigencia!
LO PEOR
Es que la ciudadanía tampoco encuentra las mejores opciones en los partidos políticos de oposición a Morena.
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