A este viernes 13 de mayo, faltan 19 días para que concluyan las campañas electorales para las elecciones locales en seis entidades federativas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
En las seis renovarán gubernatura. Y en dos, también hay comicios para elegir otros cargos de elección popular: Diputaciones y concejalías a los ayuntamientos; son:
Durango, donde además elegirán 39 presidencias municipales; 39 sindicaturas, y 327 regidurías. Y Quintana Roo, donde también elegirán 15 diputaciones por el principio de Mayoría Relativa y 10 diputaciones Representación Proporcional (o plurinominales).
En las otras cuatro vivirán la experiencia de elección única: Aguascalientes, Hidalgo, Tamaulipas y Oaxaca. En esta última entidad es la primera vez que la ciudadanía va a una jornada electoral para elegir un solo cargo: La gubernatura; antes esta iba acompañada de comicios a las diputaciones y concejalías y luego nada más con diputaciones.
En fin, estos últimos días de campaña suelen ser los más intensos, los más cruentos; incluso, de mucho riesgo cuando concluye la campaña y empieza el breve periodo de veda electoral.
Generalmente (sin que sea la regla) en los últimos quince días de campaña suelen intensificarse circunstancias o factores como los siguientes:
Uno: El esfuerzo de los partidos políticos y de las personas candidatas para intentar convencer al electorado de votar a su favor; aunque a estas alturas el electorado ya tiene definido su voto, salvo en el caso del voto vólatil; éste puede cambiar su intensión de un día para otro, incluso estando en la mampara electoral.
Es en este lapso, cuando, incluso, se usa como último recurso la promesa de recompensa disfrazada de oferta de campaña (a cambio del voto).
Dos: Las campañas negras. Éstas arrecian, sobre todo de la segunda posición hacia la candidatura puntero. Cuando una fuerza política o una candidatura emprende ataques sistemáticos o repentinos hacia otra, evidencia ir a la zaga intentando restarle puntos a quien aventaja (independientemente de la verdad de los mensajes).
Tres: Las prácticas viciadas. Es el lapso cuando todas las fuerzas política despliegan su respectivo abánico de trampas: Compra de credenciales de elector para inhibir el voto, compra del voto a favor de determinada candidatura, promesas de recompensa, compra de la estructura electoral de la candidatura adversaria, amenazas y condicionamientos a autoridades municipales, etc.
Además, es la época cuando se eleva la incidencia de delitos electorales.
En fin, en las seis entidades federativas las campañas electorales concluyen el primero de junio, día en que los partidos políticos y personas candidatas tienen como último para realizar actividades proselitistas, para sus cierras de campaña. Porque el día 2 de junio inicia la veda electoral para la reflexión ciudadana.
Generalmente las personas candidatas cierran campaña el último día y por la tarde, perdiendo así la posibilidad de la más amplia difusión del cierre; precisamente por la veda. Es mejor realizar el gran mitin para cerrar campaña, en el penúltimo día, aunque en el último lleven a cabo algunas otras actividades proselitistas.
Cabe preguntar: ¿Actualmente sirve de algo realizar multitudinarios cierres de campaña? ¿Eso se traduce en votos? ¿Sigue siendo una estrategia efectiva para influir positivamente en el ánimo del electorado?
Es una arma de doble filo. A veces contra-producente, sobre todo en esta época, pues contará en el gasto de campaña, no hay certeza en que cada asistente sea un votante efectivo, y hasta puede molestar a la ciudadanía respecto del contraste entre necesidades y gasto.
La campaña electoral “es el conjunto de actividades llevadas a cabo por los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos registrados para la obtención del voto”.
Bueno, pues en el largo plazo legal de las campañas, hablando de las gubernaturas, las personas candidatas debieron convencer al electorado en base a sus propuestas de gobierno; si los han convencido de otro modo (comprando conciencias, por ejemplo) corren el riesgo de la fragilidad del voto y de la ingobernabilidad en caso de ganar.
En fin, ya faltan pocos días para que termine el bombardeo de mensajes en radio y en televisión de mensajes de personas candidatas o de líderes de partidos políticos, que si son nacionales, uy, hasta andan aprovechando las campañas locales para posicionar su imagen.
Pero sobre todo faltan pocos días para que la ciudadanía de la cada una de las seis entidades federativas concurra a las urnas electorales a votar por la fuerza política o candidatura de su preferencia.
Y así saber, la misma noche de la jornada electoral, quien será la próxima gobernadora o el próximo gobernador en: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Aunque seguramente la ciudadanía de cada entidad ya se da una idea por dónde va la tendencia.
Correo: [email protected]