¿Coscorrón a Ken?

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Al parecer Ken Salazar se ha convertido en un personaje incómodo para Biden y esto responde a que para  el gobierno estadounidense no es precisamente por su eficacia sino por las puntadas de AMLO que no determinan un objetivo claro en las relaciones.

No es culpa de Salazar que el tabasqueño promueva desaparecer a la estatua de la libertad en una declaración el día de la independencia de Estados Unidos o que el hombre de Macuspana decida honrar al presidente cubano el día de nuestra independencia o más aún, confrontar a la DEA.

Sin embargo, el artículo publicado por The New York Times, donde varios funcionarios del gobierno de Estados Unidos señalan cómo la cercanía del embajador con AMLO puede contravenir los intereses y seguridad de Estados Unidos en México.

El texto deja ver entrelíneas que la permanencia del embajador es perjudicial para su misión diplomática sobretodo en asuntos estratégicos. El haber cancelado sin argumentos sólidos el nuevo aeropuerto de Texcoco, afectó las rutas aéreas binacionales y las expectativas de inversión.

Además se creció con la oratoria nacionalista en contra de todo lo que oliera a extranjero en el sector energético y bloqueó las inversiones encabezadas por empresas de Estados Unidos en México incluso como respuesta a asambleísmos callejeros de levanta dedos.

Observando de igual forma los ataques verbales a naciones aliadas como España. Una de las primeras disposiciones del gobierno fue cerrar las válvulas de suministro de combustibles en el país argumentando el combate al huachicol. Esto significó que el flujo de gas en ductos de ambas naciones se frenará.

AMLO nunca se mostró amigable con la candidatura de Biden a la presidencia y si se desbordó en elogios hacia Trump. Este gobierno se disfraza de izquierda no mantiene una relación sólida con la política Centro/izquierda de Biden. Como prueba las políticas migratorias y de seguridad nacional (abrazos nos balazos y defensa de los derechos humanos de los criminales).

Las constantes contradicciones han obligado a Ken Salazar a visitar como nunca antes la oficina de AMLO en Palacio Nacional dialogando en más de una ocasión acerca la vigilancia del cumplimiento de leyes laborales previstas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el mantenimiento de la Categoría 2 en seguridad aérea.

Ante esto y aún con los esfuerzos de Salazar por armonizar la relación, sus críticos en el New York Times concluyen que el Embajador es más un representante de AMLO que de Biden.

Los autores del texto Natalie Kitroeff y Maria Abi-Habib, subrayan  que entrevistaron a varios personajes incluso al interior de la Casa Blanca, y que comparten esta percepción.

Mal visto en el país vecino fue la desagradable broma que le aplicó el propio secretario de gobernación, Adán Augusto, a Ken Salazar cuando frente a la prensa internacional en el Tianguis Turístico de Acapulco, desde el micrófono, le dijo “y aguántese embajador”.

También han visto de cerca cómo AMLO en la mañanera defiende a Salazar, pero Insulta a legisladores estadounidenses sin importar si se trata de republicanos o demócratas.

A Estados Unidos interesa un México estable y que no les genere conflictos como la presencia de una aeronave cargada de terroristas  o los constantes vuelos de Venezuela al AIFA, incluso el aparente apoyo y alianza con Putin.

La ausencia de AMLO a la Cumbre de las Américas fue otro monumental error. Son varias veces las que AMLO ha desfilado a funcionarios estadounidenses a que le demuestren la corrupción en su gobierno y familia además de sus vínculos con el crimen organizado.

Que AMLO no estire la liga porque como vamos el peor opositor que tendrá en el 2024 será Estados Unidos ni siquiera una alianza doméstica.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio 

@cramospadilla