Ricardo Monreal, es de ése tipo de políticos que cumple a cabalidad la definición de Aristóteles sobre el hombre, como zoo politikón (en griego antiguo) un animal político, su naturaleza le hace crear sociedades e instituciones, ingeniar novedosas y creativas formas de organización que procuran y benefician al conjunto social. Animal político, es también ese peculiar ser humano, cuya existencia se rige y se mantiene activa y proclive al actuar e interactuar en la política, participar impulsar y a veces consciente o inconscientemente protagonista indispensable de la vida en México.
Ricardo Monreal, es Doctor en Derecho por la UNAM, un excelente tribuno o legislador, hábil, muy hábil orador, capaz de debatir, argumentar, defender sus ideales, sus causas y de todo aquello de lo que esté convencido, un luchador cuyos propósitos nunca le son distantes, ese tipo de políticos que no solo está al acecho de las condiciones o circunstancias que le permitan lograr sus propósitos, Monreal es de esos seres humanos que cuando las condiciones políticas no se dan o no están dadas, se conforme, ¡claro que no! Él las crea las construye, fabrica los escenarios que necesite para lograr su objetivo.
Así ha sido su vida siempre, a finales de los noventas, siendo el brazo derecho del líder de la cámara de diputados federal, el entonces líder de su grupo parlamentario Arturo Núñez, –Arturo Núñez, ese tabasqueño, que por su inteligencia, creatividad, cultura y particular ingenio humorístico, reivindica la reciente imagen equivocada que hemos sufrido de los tabasqueños, ignorantes, mentirosos, mañosos, cínicos, autoritarios, Nuñez se erige como todo lo contrario al tabasqueño de moda– bueno, Monreal en ése tiempo junto con otros extraordinarios tribunos Rafael Oceguera, sinaloense y Miguel Sadot Sánchez Carreño, oaxaqueño, destacaron en la LVII legislatura federal mexicana.
Monreal es cauto, cuidadoso, leal a carta cabal pero independiente –eso es precisamente lo que despierta la inseguridad y desconfianza de Obrador– y respetuoso de las formas, pero que no se confundan nunca sus interlocutores que sea tímido o echado para atrás, antes al contrario.
Hoy, a diario Monreal libra cada segundo, cada minuto y cada día una batalla para avanzar para la candidatura a la presidencia por su partido MORENA, frente al capricho y terquedad de Palacio de imponer a su sucesor, alguien que le garantice seguir gobernando siguiendo el modelo de Plutarco Elías Calles, de imponer peleles o pelelas, de acuerdo al obtuso lenguaje “inclusivo y de moda”
Así Monreal, desgraciadamente, es un candidato natural a ser asesinado, por cualquiera de los sicarios o narcos simpatizantes y cómplices del presidente, oficiosamente “según” para hacerle un favor a Obrador y su partido.
EL asesinato de Monreal, sería aprovechado por MORENA y Obrador, para que siguiendo el ejemplo del asesinato de Colosio, su partido se victimizara, falsamente, doliéndose de la muerte de un “amigo” y “precandidato” –que en verdad ninguna de ambas cosas es– para conmover a los fanáticos morenistas, ingenuos y desinformados mexicanos para después así, ganar las elecciones con el candidato que se le ocurra a obrador, igual que como sucedió con Zedillo. Ojalá no, pero Monreal debe fortalecer su estrategia de protección. Es la única forma de que los zacatecanos tengan otro presidente de México en el 24.
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