En diciembre del año pasado, expertos en la materia estimaron que el mayor reto en el proceso electoral para las elecciones concurrente 2021 es que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se ciña a la ley, lo cual incluye suspender la difusión de su propaganda oficial.
Pues ha llegado la hora del reto: Suspender las mañaneras.
Tanto la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) como el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) han dado vueltas a la decisión de hacerle ver al mandatario nacional que honre su juramento: Cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.
Bueno, en el INE se nota menos temor que en el Tribunal.
No hace falta ser experto en la materia electoral, pero lo acaba de puntualizar un experto como Luis Carlos Ugalde, quienadvirtió (en el contexto de su análisis de riesgos):
“El Tribunal Electoral, que muchos ven como una organización capturada por el gobierno, tendrá que tomar una decisión, pero, eventualmente, llegará a un desgaste muy pronunciado, y esto puede llevar a que muchos gobernadores y alcaldes empiecen también a entrometerse en las elecciones y esto puede salirse de control”.
Apenas el sábado pasado, la Sala Superior, ¡por mayoría de votos!, ordenó al Consejo General del INE pronunciarse sobre la tutela inhibitoria que la Comisión de Quejas y Denuncias dictó sobre las matutinas del presidente López Obrador tras la denuncia del PRD por externar sus preferencias electorales en la conferencia del 23 de diciembre.
Entonces dicha Comisión como medida cautelar ordenó al mandatario abstenerse de continuar realizando los actos de acuerdo con el artículo 134 constitucional, con el fin de resguardar el principio de equidad en el proceso electoral.
Pero la Sala Superior determinó “que el caso debe ser conocido y resuelto por el Consejo General del INE al tratarse de un asunto con particularidades trascendentales y novedosas, relacionadas con la emisión de medidas inhibitorias las cuales no están expresamente previstas como competencia del Comité de Quejas…Máxime que el acuerdo impugnado se ubica en un contexto extraordinario y novedoso respecto del mecanismo de comunicación que representan las conferencias matutinas.”
Cierto, debió conocerlo el máximo órgano de decisión del INE. Pero también la misma Sala Superior, ejerciendo su facultad de plenitud de jurisdicción, pudo haber resuelto el cese inmediato de las mañaneras, o por lo menos la prohibición de la difusión completa de las mismas.
Sin embargo, le echó la pelotita al Consejo General del INE. Nada más falta que una vez que éste resuelva en contra de lasmañaneras, la Sala Superior revierta la decisión. Nunca faltan los consejeros y magistrados parciales.
Aun frente a la claridad de los mandatos constitucionales y legales. Vean:
El artículo 134 de la Carta Magna establece:
“Los servidores públicos de la Federación, las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos…
“La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.”
Sin embargo, se ha dejo pasar. Y el mandatario sigue haciendo. Imagínense, eso que casi juró en convertirse en “guardián” electoral.
Ah, pero se aproximan las campañas y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales puntualiza:
“Durante el tiempo que comprendan las campañas electorales federales y locales, y hasta la conclusión de las jornadas comiciales, deberá suspenderse la difusión en los medios de comunicación social de toda propaganda gubernamental, tanto de los poderes federales y estatales, como de los municipios, órganos de gobierno del Distrito Federal, sus delegaciones y cualquier otro ente público. Las únicas excepciones a lo anterior serán las campañas de información de las autoridades electorales, las relativas aservicios educativos y de salud, o las necesarias para la protección civil en casos de emergencia.”
¿Alguna duda? Clarísimo.
Pero por si acaso y en cumplimiento a lo ordenado por la Sala Superior, en breve sesionará el Consejo General del INE para determinar las reglas a las que los servidores públicos (incluido el presidente López Obrador) deben sujetarse durante las campañas electorales.
Y según dejó entrever Lorenzo Córdova Vianello: Quizá se avale prohibir la transmisión de forma íntegra de lasmañaneras.
O sea, tutela inhibitoria (o preventiva).
Vaya, es que el mandatario habla tan sin tapujos que con frecuencia se le va a la yugular a los partidos de oposición al suyo (Morena), y eso rompe las normas de imparcialidad en la contienda electoral, lo cual puede influir en el ánimo del electorado.
Las conferencias mañaneras se han convertido en la mejor plataforma propagandística personal del mandatario, lo cual lo mantiene vigente, pero también a Morena.
Gobernara otro partido, uy, la oposición ya lo hubiese linchado mediáticamente.
Claro, prohibir la transmisión íntegra de lasmañaneras no implica prohibir informar aspectos de la misma; eso sí se puede.
Por cierto, ¿cuánto se gasta en la transmisión de las conferencias matutinas? El dinero puede tener una inversión mejor: La adquisición de vacunas contra la Covid-19.
EL OTRO MAYOR RIESGO
Hablando de riesgos, hay uno que no se aplaca con una norma: La pandemia Covid-19.
En nuestro país hay un peligroso repunte, mientras el proceso electoral avanza con todo y el riesgo. Claro, la renovación de poderes y autoridades municipales no puede pararse; por lo mismo los órganos electorales vienen tomando las medidas necesarias para evitar contagios en sus actividades.
No obstante, la responsabilidad recae en los Ejecutivos federal y locales mediante sus dependencias del sector salud.
Urge la vacunación en general, no por estratos sociales.
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