“Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad”. Esto sentenció y prometió López Obrador antes de su gestión y después de protestar al cargo presidencial sustentando su compromiso en antecedentes de sexenios anteriores.
No obstante, el amiguismo, el compadrazgo, las cuotas, los cuates y el nepotismo han sido visibles en su gestión. Familiares del presidente, hijos de secretarios de Estado, compadres empresarios, presupuestos asignados sin licitación han quedado registrados durante cuatro años de la llamada “transformación “.
Se han documentado incluso millonarios contratos otorgados a empresas creadas por hijos de funcionarios en ejercicio con mercancías o servicios a sobreprecio sin que nada se les oponga.
El caso más reciente es el del hijo del subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, quien llega a ocupar una posición en nivel similar a la de su padre, pero encargándose del comercio exterior. Alejandro Encinas Nájera será el encargado, en principio, de proteger a las industrias asentadas en nuestro país que requieren de suministros de importación o en su caso promover movimientos de exportación.
Pero más delicado es atender todas las cláusulas, acuerdos, desaciertos y fracturas en los tratados comerciales de México con el resto del mundo, pero más en específico con los Estados Unidos y Canadá.
Este inexperto joven deberá entenderse con los grandes personajes que saben de controversias, intercambio comercial, leyes internacionales y que siempre han demostrado sacar beneficio para sus propios intereses. Con ellos tendrá que enfrentarse Encinas Jr. solo por eso, por ser junior.
Conozco de años a ambos. Alejandro padre fue colaborador en mis espacios de radio y su hijo empezó en los medios bajo mi intervención haciendo mancuerna con César González Madruga. No creí que Encinas padre fuera tan sumiso a los designios del hoy presidente, incluso recuerdo que en un desayuno me confió que solamente aceptaría ser jefe de gobierno del DF por elección nunca por designación, pero qué creen, llegó por imposición de AMLO.
Ahora se ha prestado a tapar los excesos y participación de muchos cercanos al ejecutivo involucrados en el caso Ayotzinapa, minas conducta que tuvo cuando protegió al delincuente Julio César Godoy Toscano, hoy prófugo, al ingresarlo al Palacio de San Lázaro y al obtener su fuero como legislador impedir que fuera aprehendido. Quiero medir la estatura y talante del presidente para defender sus compromisos.
Me gustaría escuchar en su mañanera exigiendo la renuncia de cualquiera de los dos Encinas por violentar sus promesas de gobierno. Veamos hasta dónde es capaz el mandatario y hasta dónde llega la moral de Alejandro Encinas padre, que él sabe y sabe bien, defendía durante las transmisiones de radio por años.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla