Censura y Alharaca. De las Mañaneras al Canal 11

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Todos los actores políticos deberían de apaciguarse, serenarse y dejarse de mentecateces. Sí, estamos en temporada preelectoral y todo lo que usted diga será usado en su contra. Lo normal. En este marco, la palabra censura se ha manoseado mucho y no es para tanto. Y no lo es y conviene abordar el asunto.

Si a Trump sí correspondía censurarlo porque la convocatorias al odio vía redes sociales son inadmisibles, son inaceptables, no se confunda su proceder con el pseudoanálisis, equiparándolos a él y a López; y que López no necee con al censura a Trump. Y si los equiparan neceando, que no se olviden de que en efecto y de su boca, López Obrador mandó al diablo las instituciones electorales en 2006, arguyendo fraude. Pero se quedó en hablar. Como Cuauhtémoc Cárdenas no las asaltó ni en 1988 ni en 1994 ni en 2000. Ni López. No es ni fue lo mismo con Trump y no cabe mentirle a la opinión pública.

López Obrador se equivoca defendiendo la no censura a Trump. Mas eso no implica, de momento (2021) que sean iguales ambos ni sus circunstancias históricas, pese a a uno y a otro; como no es censura que el INE pida que interrumpa la Mañanera. La  Mañanera existe por tres razones, mínimo: 1) ganas de darla, 2) contar su verdad y como efecto, 3) llegar a amplias capas poblacionales, la vean o no. Nadie olvide que muchos canales de las entidades federativas se suman a la transmisión. No desestimemos su alcance al público de aquellas regiones, que a los políticos es otro rollo.

El segundo punto es muy importante. López Obrador es tergiversado a diario por medios beligerantes que desencaminan y engañan a la opinión publica. Sí y lo saben.  No hay más remedio a que cuente su verdad. Y no estamos hablando de que cada cual cuente lo que ve, sino justo que no cuente lo que no es. Apenas puede creerse que las 4 horas que Ciro Gómez Leyva está al aire, se enlace a la Mañanera solo si hay un error o para espetar una crítica negativa y no para informar su contenido, que lo hay. Si la respuesta es –entre desvergonzada y burda– que para eso entonces la gente vea la Mañanera si quiere informarse de tal, ergo la solución es dejarla, no hay porqué quitarla y que el INE se deje de monsergas. Si la bajan, la veda electoral mal definida para las Mañaneras como instrumento propagandístico, triunfará con la ley y la ley prevalecerá sin entrañar censura. Que López no exagere.

Que la Mañanera propagandea a un gobierno, sí y también informa. Que te da de primera mano la información….también. Y que evidencia a los medios que, lo hemos expresado en otras ocasiones en este espacio, no son éticos tergiversando las cosas, tijereteando expresiones, videos, descontextualizando las declaraciones presidenciales para llevar agua a su molino, es igual una gran verdad. En tanto persistan en hacerlo tales medios, las Mañaneras tendrán su razón de ser: ser primera mano informativa y a quien no le cuadre, será su problema.

Sí, diarias es demasiado. La ley electoral reclama no propagandear actos de gobierno en periodos electorales. Pero nada dice de conferencias mañaneras que no es lo mismo que poner letreros de “este gobierno hizo o al PRI le debes esto y dale las gracias eternamente”. No, no es lo mismo. Y los ciudadanos saben diferenciar. Así que mejor sería cambiar la ley y prohibirlas ex profeso. En verdad que callar al presidente –que no censurar– es darle voz a los opositores, que sin poca ni mas vergüenza llevan un rato tergiversando las acciones de este gobierno. Claro que el presidente de Morena tendría que estar ya defendiendo la tarea de su partido gobernando y pues no se le ven tablas. Que las tenga menos que el priista Alito ya es decir bastante, dada la grisura del priista.

Eso de clamar censura diciendo que por gobernar Morena estamos como en el Priato, es de risa y una enorme mentira. No nos engañemos, faltaba más que la hubiera. Las intentonas de censura regresaron con el priista Peña Nieto. Esas sí que lo fueron. Lo de hoy se asemeja mucho más al sexenio del panista Fox.

Ahora, hablando de censuras, reclamar a estas alturas los elevados costos de sueldos de personas que aparecen en el Canal 11, no debe suceder sin cuestionar antes cuánto ha costado los de Primer Plano por más de 20 años o lo de programas como los de Schettino o Ezra Shabot. Y no entraña censura. Por otra parte, Hernán Gómez al dejar La Maroma Estelar, lo dejó claro: era una voz más y distinta en un canal que siempre dio voz a una sola versión. En una sola dirección.  Y podríamos añadir: que se lo pregunten a la priista Alejandra Lajous que lo presidió y que se diga que el canal público merecía pluralidad. No basta ser cultural. La merece. Por eso no cabe esas rasgaduras de vestimentas y en dado caso, que el IPN sea el que de cuenta y ponga orden. No los malquerientes del gobierno solo porque no les cuadran los otros. Así de fácil. Pero es que hay veces que ciertos opositores ya no distinguen las mañaneras de las Las Mañanitas. Así van de perdidos.