Escritores soldados (IX)

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Martín-Miguel Rubio Esteban

Bartolomé de Torres Naharro ( 1485-1524 ). Valiente, pero infortunado soldado, grandísimo poeta y autor dramático. Se educó en Salamanca, tomó los primeros votos, pero el naciente Imperio Español lo llevó a ser soldado, fue capturado por piratas tras un naufragio y vendido como esclavo en Argelia. Tras ser rescatado viajó a Italia, y en Roma, aún como soldado, encontró un protector, el cardenal Bernardino de Carvajal, que luego sería excomulgado por Julio II en 1510. En Italia comenzó a sacar a la luz muchos felices partos de su ingenio. Su disposición valiente como soldado hizo también que tuviera como mecenas al general Fabricio Colonna. La primera pieza teatral de Torres fue la Comedia Seraphina ( 1508 ); la segunda, Trofea, estrenada en presencia del Papa León X en 1512 y la Tinellaria, que es de 1516. Siete de sus obras teatrales y varios poemas se recopilaron en la Propalladia ( 1517 ), a la que, parece, iba a seguir una segunda parte que no apareció. La obra se reeditó en Sevilla ( 1520 ), con el añadido de la comedia Calamita, y de nuevo en Nápoles ( 1524 ), con la pieza sentimental Aquilina. El famoso Prohemio del autor a la Propalladia es el primer discurso teórico de consideración sobre el drama español. Entre otras cosas afirma que comedia es la obra que acaba felizmente, siendo las demás tragedias. Defiende el modelo horaciano de cinco actos, a los que llama jornadas, término que a fines del siglo XVI revitalizarán Virués y Cueva. Hace una división temática de las comedias en “a noticia” y “a fantasía”, o sea, realistas o no. Clasificó sus propias Soldadesca y Tinellaria en el primer grupo, y dejó en el segundo a la Serafina e Himenea. Es el primer dramaturgo que se plantea el problema de la verosimilitud psicológica de sus personajes y también el primero en usar lenguas extranjeras o dialectos en la escena. En tres de sus obras aparecen personajes extranjeros y en la Tinellaria se usan seis lenguas, castellano, italiano, francés, latín, portugués y catalán, y se trata de una obra coral de 22 personajes con una endiablada coreografía que exigiría un magnífico director. De las siete comedias que aparecen en la primera edición de la Propalladia, dos, el Diálogo del nacimiento y Trofea, son como églogas a la manera de Juan del Encina. Con Trofea Torres Naharro trató de solemnizar la embajada que el rey de Portugal envió al Papa León X, ofreciéndole ricos objetos de la India. Las fiestas fueron celebradas con inusitado esplendor y con magnificencia; tigres, leopardos y elefantes figuraban entre los presentes junto con pimienta, canela y joyas; el séquito que acompañaba al embajador Tristán de Acuña era numeroso y distinguido, figurando el poeta García de Resende como secretario de la embajada. Trofea era un número más en este programa de exaltación del Imperio portugués. Por el contrario, las dos comedias clasificadas “a noticia” son dos auténticos cuadros de costumbres. En la Soldadesca, un capitán español, Guzmán, recluta soldados para una nueva campaña. Aparecen veteranos de la guerra de Trípoli ( 1510 ), que desean una nueva posibilidad, en otra guerra, de cambiar su suerte; también aparecen chicas de virtud dudosa, un tabernero italiano, y más personajes, envueltos todos en diálogos crudos y realistas. El protagonista Guzmán es un retrato del verdadero capitán de aquellos tercios españoles, admirablemente descrito, valiente, sufrido, satisfecho de la carrera que sigue, a pesar de las penalidades que por la patria sufre. Es una de las figuras más admirablemente descritas del teatro de Torres Naharro. La Tinellaria muestra las condiciones de trabajo de los cocineros, y la obra se sitúa en parte en la cocina de un cardenal en la que los criados están dominados por Barrabás, el jefe de servicio, corrupto y ladrón. La comedia Jacinta es un entretenimiento elegante escrito en honor de Isabella d´Este ( llamada en la obra “Divina” ), que visitó Roma en el invierno de 1514 a 1515. La obra tiene su argumento en la antigua Roma, y es puro Plauto. Las cuatro comedias “a fantasía” son SerafinaHimeneaCalamita y AquilinaSerafina es una historia extravagante situada en Roma, donde Floristán acaba de casarse con la italiana Orfea, cuando en Valencia había prometido matrimonio a Serafina, que irá a Roma para hacer efectivo el voto. El fraile Teodoro intenta anular el anterior matrimonio de Floristán, pero repentinamente aparece Policiano, hermano de Floristán y novio antiguo de Orfea, quien la reclama para sí, con lo que todo se arregla de forma tan artificiosa como feliz. Puro Plauto. La obra posee un antihéroe, Lenicio, cobarde ingenioso que reaparecerá en el teatro de Lope o en El desdén, de Moreto. Himenea tiene su fuente en los capítulos 12, 14 y 15 de La Celestina. Himeneo es un Calisto consumido por la pasión que siente por Febea, en tanto que sus cínicos criados Eliso y Bóreas explotan sus deseos en su propio beneficio. La innovación fundamental es la inclusión de un hermano de Febea, lo que da a la obra un tono de comedia de capa y espada que la convierte quizás en la primera de este género. Nicolás Fernández de Moratín señala como aciertos la observancia de las tres unidades aristotélicas y el tipo de versificación ( estrofas de doce versos, el onceavo de pie quebrado ). La poesía de Naharro es, por el contrario, muy dulcemente tradicional. Ha llamado la atención que no pensase en introducir el endecasílabo o experimentar con él. En la Propalladia encontramos cuatro romances, tres “Lamentaciones de amor” y el épico “Psalmo en la gloriosa victoria que los españoles ovieron contra los venecianos”. Trata del triunfo del virrey de Nápoles, Ramón de Cardona, en la batalla de la Motta el 7 de octubre de 1513, venciendo a las huestes venecianas, mandadas por el general Bartolomé de Albiano.

Diego de Valera ( 1412-1488 ). Capitán, historiador y moralista de la corte de Juan II, presente en la expedición contra la Granada nazarí en 1431 y en la batalla de la Higueruela. Al cumplir los veintitrés años recibió la Orden de caballería de manos de Fernán Álvarez de Toledo. Como caballero estuvo en Francia y asistió con el rey Carlos a la toma de Montreo. Estuvo también en Alemania, sirviendo en Praga al rey Alberto de Bohemia, quien le hizo objeto de singulares distinciones. Fue durante años el representante del Reino de Castilla en todos los torneos entre caballeros que se celebraban en Europa, ganándolos casi todos. Asistió a Fernando el Católico en la batalla de Toro, y aunque no llegó a ver la toma de Granada, presentó a los Reyes Católicos un proyecto estratégico militar para su conquista, del que usaría Fernando. Como literato, su mejor obra es la Crónica cierta y verdadera de los católicos príncipes el Rey don Fernando e la reina doña Isabel de esclarecida e gloriosa memoria, más conocida como Crónica de los Reyes Católicos. La profesora Mata Carriazo la editó en 1927, y dice de Valera que era “el caballero inquieto, docto y andariego de los días de Juan II, el prudente moralista y hombre de consejo de los malos tiempos de Enrique IV”, que con los reyes católicos “se revela como un político bien documentado, de mirada sagaz, de admirable amplitud de pensamiento”. Mario Penna editó otras obras del capitán Valera para el volumen CXVI ( 1959 ) de la Biblioteca de Autores Españoles: Tratado de la epístolasTratado en defensa de las virtuosas mujeresEspejo de la verdadera noblezaTratado de armasTratado de providencia contra fortunaBreviloquio de virtudes y el Doctrinal de príncipes, escrito para el rey Fernando, siguiendo el género creado por Jenofonte como manuales políticos y de educación para príncipes. También escribió un interesantísimo ensayo en latín titulado De regimine principum. Dedicó a la reina Isabel I su preciosa Crónica abreviada de España. Como historiador, seleccionaba numerosos autores traídos de su experiencia personal o de documentos contemporáneos. Enemigo declarado de Álvaro de Luna, lo mismo que el marqués de Santillana, escribió una famosa Suplicación contra éste. También escribió otras obras, como Genealogía de los reyes de FranciaExhortación de la paz – un gran libro para un bravo soldado que sabe lo que es la guerra – y Providencia contra Fortuna. Este escritor soldado figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua, publicado por la Academia Española.

José de Vargas Ponce ( 1760-1821 ). Oficial de la Armada, matemático, anticólogo, historiador y poeta. Su obra más conocida es la Declamación contra los abusos introducidos en el castellano (1791). Su obra histórica se refiere especialmente a la marina española. Es fundamental su libro Historia de la Marina española, pero también investigó sobre la marina a nivel mundial en su Historia general de la Marina, que contiene su origen en todos los pueblos del mundo, sus progresos, su estado actual, y las expediciones marítimas antiguas y modernas. Su poesía se publicó en 1875, y tiene un tono predominantemente burlesco, como sus ya famosas octavas reales de Proclama de un solterón a las que aspiren a su mano, chistosísima sátira contra las mujeres, que fue publicada siete veces y que fue traducida al francés y al inglés. También escribió la sátira El Peso duro. Fue miembro tanto de la Real Academia de la Historia, como de la Real Academia de la Lengua, en la que ingresó como sucesor de Antonio Porlier, marqués de Bajamar, muerto en 1813. Con Carlos IV redactó un Plan de Estudios para los jóvenes de la nobleza y la burguesía que viviesen en capital de provincias, que es una verdadera Ley de Educación. Ya bajo Fernando VII escribió un magnífico Discurso sobre la Educación, con vistas a una reforma del sistema educativo que no pudo ver la luz por el espíritu retrógrado del nuevo Rey, quien nunca pudo superar el terror a la Revolución. También como matemático escribió su Tratado de aritmética, verdadera proeza en un país como el nuestro que estuvo durante dos siglos tan alejado de las Matemáticas. Había principiado su carrera con plaza de guardia marina en 1782, y conocía perfectamente el latín, el francés, el inglés y el antiguo lemosín. Fue escogido por su valor para la guardia de honor del conde de Artois ( después Carlos X ), que había bajado a Gibraltar para ver nuestra operaciones militares con vistas a la reconquista de la plaza, pero que fracasaron estrepitosamente. El barco en el que navegaba José de Vargas, el Talla-Piedra, fue incendiado por los ingleses con bala roja, y Vargas fue una de las pocas personas que casi milagrosamente pudieron salvarse de la voracidad de las llamas gracias a que consiguió llegar nadando a la orilla española. Hecha la paz, ascendió a oficial y fue destinado al Observatorio astronómico de Cádiz gracias a sus conocimientos de matemáticas. Luchó contra Francia en importantes combates navales en el navío San Fulgencio, que mandaba Antonio Escaño, y en el que Vargas navegaba como primer oficial. Ya como capitán sin barco en 1812 inició la publicación de un “Diario Militar” para entusiasmar a nuestros combatientes en nuestra Guerra de Independencia con los heroicos ejemplos de antiguos militares españoles. Entre las muchísimas obras que escribió podemos citar Diccionario náuticoPlan de estudios para los colegios de San TelmoVida de Juan Sebastián ElcanoVida de don Alonso de ErcillaVida de los tres generales Oquendos y Varones ilustres de la Marina española. Por último, cabe destacar su amor a las antigüedades, y como gran anticuario regaló al Ayuntamiento de Cartagena su gran colección de monedas y de antigüedades romanas.