Actores, Agenda, Alertas
El régimen estadunidense quedó atrapado en sus propias contradicciones. Como si se tratara de una sociedad tercermundista, el gobierno y el Capitolio decidieron sacar a los militares a vigilar la imposición de Joseph Biden como 46avo. presidente de los EE. UU. El establishment careció de ejercicio político para legitimar la elección y entonces se tuvo que acudir a las bayonetas militares. Ayer por la mañana Trump viajó como presidente saliente a su residencia de Mar-a-Lago en Palm Beach Florida, su residencia principal, pero dejó indicios de que podría iniciar la construcción de que podría llamarse Partido Patriótico. De iniciar los trámites, entonces el sistema bipartidista que fundó y dominó la nación por 245 años llegaría a su fin y la competencia entre excluyentes terminaría con el consenso nacional que le dio eje y alma al imperio estadunidense.
Juicio pendiente.
Nadie sabe, con certeza, qué pasará con el juicio político a Trump. Por sobrevivencia propia, los senadores republicanos podrían bloquearlo. Y nadie del mismo régimen buscaría un enjuiciamiento penal. La decisión estará en la voluntad del presidente Biden como parte de su discurso de reconstrucción de la unidad nacional, pero tendría que darle un golpe de poder a la reina Nancy Pelosi cuyo rencor contra Trump puso a los E. UU. en un problema de gobernabilidad interna. En su estilo bronco de hacer política, el presidente saliente saldrá ganado en cualquiera de los dos escenarios: como víctima o como figura intocable.
La autonomía de Tatiana
La nueva secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, sorprendió el martes con una conferencia de prensa fuera del territorio mediático de Palacio Nacional para dar a conocer el programa de reactivación económica que debía ser controlado por Palacio Nacional. En los medios políticos vieron con extrañeza la autonomía relativa de la funcionaria, cuando el presidente ha sido muy estricto en centralizar en Palacio las acciones de gobierno, sus programas y sobre todo la exposición mediática de sus funcionarios. Nadie hasta ahora había tenido ese espacio de acaparamiento mediático. O se trata de nuevos estilos ahora que vienen los tiempos de campaña y el INE quiere acotar las mañaneras presidenciales o la queja de la escritora Elena Poniatowska contra esas conferencias ya estaba permeando en los círculos presidenciales. Lo de menos es que la funcionaria haya salido con un programa endeble; en el fondo, el medio fue el mensaje.
La DEA al ring
Las amenazas de la DEA con desfondar al sistema mexicano con más revelaciones de narcopolítica se toparon con la capacidad de respuesta de la presidencia de la república y de la Fiscalía de la Republica con severas acusaciones contra los métodos y modelos de investigación de esa agencia estadunidense, pues han llegado hasta la ridiculización. En los EE. UU. hay suspicacias contra la DEA por su autonomía incómoda, pero esa agencia forma parte de la comunidad de los servicios de inteligencia de la Casa Blanca y por ello mantiene cierta representación y autoridad presidencial directa y a través del Departamento de Justicia. Algunos expertos en los EE. UU. creen que el conflicto con México va a llegar a más regulaciones sobre esa agencia, sobre todo porque la agenda de narcotráfico del gobierno estadunidense se maneja de manera directa desde la Casa Blanca por la diplomacia con México.
El caso Genaro
Y de manera indirecta, la crisis de la DEA en México podría beneficiar al juicio contra el exsecretario mexicano de Seguridad Pública en el gobierno de Calderón, Genaro García Luna, porque la agencia antinarcóticos ha usado fuentes delatoras y acusaciones que no se sostienen con el sentido común. En este sentido, a la DEA le convendría más guardar discreción en el caso Cienfuegos y aceptar la derrota, porque el riesgo de seguir perdiendo podría afectar casos anteriores y los nuevos que se vienen. Y en el fondo, a la DEA le preocupa que el escándalo del caso Cienfuegos lleve al gobierno mexicano a obligar a esa agencia a desmantelar su estructura de investigación, compra de testigos y espionaje en México.
Los afanes de Anaya
La campaña presidencial adelantada del panista Ricardo Anaya Cortés recorriendo los municipios para lograr exposición política y mediática le podría ayudar a limpiar un poco la campaña sucia del gobierno de Peña Nieto. Pero para evitar sospechas, el político panista necesita transparentar sus recursos de movilización y crear una estructura de administración de demandas de la sociedad porque en la república no existen mecanismos de canalización de solicitudes de ayuda.